N.º 51 |
SEPTIEMBRE-OCTUBRE 2007 |
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Por
Leopoldo Peña del Bosque |
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MUCHO MÁS QUE
AYER
Yo te di mi amor; tú, sobradas penas,
Y te di mil besos; tú, en cambio, traición,
Ya no falta excusa, como si fallaste,
Como si mataste lo que yo soñé.
Mira qué suplicio, mira qué congoja,
Pérfidas razones de vergüenza llenas,
Sin clemencia ciñen en mi mente el celo,
Y tus labios quiero de nuevo besar.
En mi vida flama, de mis ansias gloria,
Si llegué a quererte con el alma henchida,
Dime, Dios, qué hago, su traición me duele,
Su promesa vana en el mar se ahogó.
Y ahora que la evoco entre mis memorias,
Sus olas me azotan con mortal rencor,
Y en el desvarío de mis largas noches,
Siento que la quiero mucho más que ayer.
Y en el desvarío de mis largas noches,
Siento que la quiero mucho más que ayer.
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MI BENDICIÓN |
Extrañándote mujer,
En mi vana ensoñación,
Eras luz, eras creación,
Eras mi amor.
Eras diana de pasión,
Mar azul, mi perdición,
Partiste mi corazón,
Con tu desdén.
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Eres tú ese ruiseñor,
Que aún gorjea en mi interior
Con cenizas del ayer
Yo viviré,
Eres tú ese gran amor
Que soñaba para mí,
Mi ilusión y sed de amar,
Mi bendición. |
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LA SOLEDAD |
Destino umbrío resulta el mío,
Sin una estrella, con ésta cruz,
Ya no me alegra su dulce risa,
Mi linda rosa se marchitó.
Soy de esas almas que Dios esquiva,
Porque se inhuman con un amor,
Vivo aferrado a su memoria,
Y al gran cariño que me brindó.
Hoy, entre nublos, viajo sin rumbo
Como un jilguero que se perdió,
No hay ilusiones que perseveren,
La dicha de antes jamás volvió.
En el elipsis del frío osario,
Madre me muero al verte ahí,
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Sólo ese Cristo que te acompaña,
Sabe la pena que sufro aquí.
Pálida rosa del gris osario,
Cómo desecas sin haber sol,
Igual mi alma, reseca y triste,
De sus raíces, no se apartó.
Tiempo de cisma sacude al mundo,
Y que presagia conflagración,
Ya nada temo, ya nada espero,
Sólo tristezas, desolación.
Clava el estoque de tus desgracias,
Destroza mi alma sin compasión.
Dale consuelo a este muerto en vida,
Que no soporta su soledad. |
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SIDA |
Ayer, volviendo a casa,
Vi a una puta hacer filantropía,
Salía del hostal contenta
Con un doncel de quince años.
La puta digiere el SIDA,
El chaval sus calenturas,
La puta vieja se crina,
Y el chaval como un torero.
En la farola lo deja
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con
un con Dios por veredicto,
Qué beso frío el de Judas,
El dragoncillo agoniza.
Al año, blanco agérato,
Al lustro, rosado aliso,
A su muerte, rojo begonia,
Y la viuda negra prosigue.
Ayer volviendo a casa,
Vi a una puta hacer filantropía. |
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Leopoldo Peña del Bosque
(Matamoros Tamaulipas, México) es
Embajador de la paz en México,
Representante del Programa
Radiofónico Argentino “El Oro de los
Tigres”, Miembro de Poetas del
Mundo, escritor, poeta y
editorialista independiente de
diversos medios impresos de México y
del mundo. Entre sus obras
publicadas destacan El Manual del
Mentiroso (Editorial Castillo,
México, 1995), El Manual del
Pendejo (Editorial Castillo,
México, 1995), El Manual del
Brujo (Editorial E-Libro.Net,
Miami, Fla, USA), La Enseñanza de
Quevedo (E-Libro.Net, Miami, Fla,
USA), El lado fácil de una vida
difícil (inédito). Colabora con
obras de creación lírica en diversos
medios digitales.
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GIBRALFARO. Revista Digital de Creación Literaria y Humanidades.
Año VI. Número 51. Septiembre-Octubre 2007. ISSN 1696-9294. Director: José
Antonio Molero Benavides. Copyright © 2007
Leopoldo Peña del Bosque. © 2002-2007 EdiJambia
& Departamento de Didáctica de la Lengua y la
Literatura. Facultad de Ciencias de la Educación.
Universidad de Málaga. | |
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