SIN CADENAS
Si en tus ojos una gota de sal
anuncia todo el sufrimiento,
deja que un árido viento
se lleve todo tu mal.
Si en tus manos vacías
se refleja la desesperanza,
lucha de noche y de día.
El buen guerrero, su objetivo alcanza.
Deja que el río se lleve tus penas
para, al fin, ahogarse en el mar.
No impidas que tus cadenas
coarten tus ansias de volar.
APRENDIMOS
Aprendimos a vivir
igual que un pájaro a volar.
A base de tropezar,
también a base de sufrir.
Aprendimos a sentir
cuando el corazón ama,
con la fuerza de una llama
que también nos ha de herir.
Aprendimos a llorar
en lo más hondo de un vientre,
para beber luego de la fuente
que nos ayuda a caminar.
Aprendimos a soñar
al escuchar el primer te quiero.
Nube que volaba por el cielo,
y no te volví a ver nunca más.
Así aprendimos a aprender,
que siempre es pronto para morir,
que nunca es tarde para volver a nacer.
EN TI
En ti veo a Juno,
esposa de Júpiter,
madre de Marte...
Y, en tus dos ojos negros,
fui capitán de todos los mares.
Fui capitán de todos los mares
y, en la proa de tu barco,
mi camisa henchida por el aire.
La camisa henchida por el aire
y, en mi corazón, tatuado
tu nombre de espuma y sangre.
NANA PARA DORMIR A UN NIÑO
Luna acaramelada,
yo te traigo para ti.
Y una estrellita dorada,
en la cola de un delfín.
Y un coro de ángeles
tocando el violín
mecen en una nube
a mi niño chiquitín.
A ni niño chiquitín,
que sueña galopando
una mar de plata
en un caballo de marfil.
MUCHACHA DE OJOS
GRISES
En tus ojos se reflejaba
toda la tristeza del mundo.
Tus manos ansiaban
mil gestos de ternura.
Era tu voz un grito agónico
de campana rota.
Yo te ofrecía mis palabras
como el bálsamo que cura
las heridas, y tu alma, de nube,
en llanto rompía.
De repente, un arco iris
pintó en tu rostro una sonrisa...
¡Bailamos juntos la danza del viento,
muerto el reloj infinito del tiempo¡