N.º 59

ENERO-FEBRERO 2009

6

   

   

VICISITUDES

Por Luis Antonio López Álvarez

    

    

Momentos

A

 veces, nos preguntamos cosas de nuestro alrededor; a veces, de nuestro alrededor más próximo y otras de nuestro alrededor más distante. A veces, nos preguntamos cosas por preguntar; a veces, esa pregunta es mucho más profunda y le buscamos una respuesta; a veces, dos o más soluciones. A veces, encontramos esa respuesta; otras, no acertamos a encontrarla. A veces, una respuesta, de repente, le da sentido a la vida; a veces, aunque nunca vayas a conocer las respuestas, simplemente sabes que la vida existe sólo porque conoces las preguntas. Esto último, a veces, desvirtúa nuestras vidas y nos crea inquietud y malestar; pero eso, eso es sólo a veces.

  

  

Soledad

N

unca había dejado de sentirme solo excepto con ella. Hace ya tiempo que se lo dije. Ella mitigaba esa soledad que me acompañaba antes dondequiera que fuese. Sin embargo, ella seguía sintiendo la misma soledad que yo sentía antes. Me lo hizo saber. Así, mi alma se fue llenando de decepción, frustración, desesperanza. Poco a poco, esa vieja compañera, soledad, fue arrimándose cada vez más a mí. Y aquélla, esa que hizo que soledad marchara, sigue formando parte de mi vida, parte de mí; pero ahora es distinto, aunque no he dejado de amarla, pero es distinto, ya no me da la compañía que me daba; no sé por qué lo hizo, no sé si algún día lo sabré, ni siquiera estoy seguro de querer saberlo, pero un día cualquiera cedió su sitio a soledad. Ahora, soledad es de nuevo mi compañera de viaje.

  

  

El jardinero

M

e contrataron durante el invierno y me hallé ante un paisaje desolado. Sólo quedaban los troncos y algunas ramas de los árboles; también algunos tallos marchitos. No me detuve ante eso y pensé: tengo energías y ganas, pondré todo mi empeño y sé que lo conseguiré, será el jardín más bonito que jamás nadie haya soñado. Una vez plantada la semilla, le procuré todos los cuidados, empleando los medios a mi alcance. Tal era la ilusión que, incluso en sueños, imaginaba la mejor manera de conseguir mi deseo; alimentaba a las futuras florecillas con el mejor de los abonos y con abundante agua. Pasaron los días y con ellos llegó la primavera. Quedó atrás aquel paisaje desolado: las copas de los árboles eran frondosas y se hallaban repletas de hojas. Los marchitos tallos eran ahora verdes y vigorosos, y las flores estaban en todo su esplendor con sus hermosos pétalos que iluminaban con todos los colores el jardín soñado. Tampoco me detuve entonces y continué abonando y regando aquel, mi jardín. ¡Oh, no! exclamé un día ¿Qué ocurre? ¿Qué ha pasado? ¿Qué le ocurre al maravilloso jardín? Las hojas de los árboles se caen, los pétalos pierden su tersura y los tallos se marchitan de nuevo. ¿Pero qué ocurre? Repetía sin cesar, una y otra vez. Tan sólo hallé una respuesta: ha llegado el otoño, y con él se me ha ido todo: las hojas, los tallos, las flores; mi jardín. El mejor de los jardines. Entonces me sentí fracasado: puedo tener ilusión, ganas y energía, puedo abonar y regar la tierra todos los días, pero lo que no puedo luchar es ni con el tiempo ni con el destino. Pese a ello habrá algo que nadie ni nada me puede arrebatar: aunque por poco tiempo, conseguí hacer florecer el mejor de los jardines, y aunque, ahora tan sólo exista entre mis sueños y recuerdos, mereció la pena todo el esfuerzo y todo el empeño.

  

    

              

              

   

   

    

Luis Antonio López Álvarez (Algeciras, Cádiz, 1972) obtuvo la titulación de Técnico Especialista en Laboratorio por la Escuela Universitaria “Salus Infirmorum”, de Cádiz. Es diplomado en Magisterio, especialidad en Lengua Extranjera (Inglés), por la Universidad de Málaga. Ha realizado diversos cursos relacionados con los ámbitos sanitario y pedagógico, así como, por su especial interés en la materia, posee formación en el campo económico y empresarial. Ha sabido desarrollar su formación enfocando su trayectoria profesional tanto al ámbito hospitalario como a los de marketing, organización y gestión.

   

   

GIBRALFARO. Revista Digital de Creación Literaria y Humanidades. Año VIII. Número 59. Enero-Febrero 2009. ISSN 1696-9294. Director: José Antonio Molero Benavides. Copyright © 2009 Luis Antonio López Álvarez. © 2002-2009 Departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura. Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Málaga.

    

    

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