VIVIENDO DEPRISA
Un rayito de luz colorea un pasado
que se fue y vuelve para irse,
al tiempo que corre a despedirse
de la flor que nace y ríe a tu lado.
Luz guía desde el alba portando
el secreto de los Ángeles celestes,
fantasía y toda mi locura la tienes
siempre y por siempre a tu lado.
Libertad que arrastra las cadenas,
santuario de gloria que sana,
poesía que camina cuando besas.
Oración, piedra angular, mi compañera
que viaja a mi lado regalando con prisa,
el himno a la alegría de mi vida sincera.
SAL ESTHERCITA
Un disfraz de risa viva y purpurina,
viene y va, por las calles salta.
Es sístole que calla y mira,
es diástole que grita y mata.
Es la Ermita de la buena locura
hacia donde todos caminamos,
es posible porque ella lo procura,
solos nos dejas y solos cantamos.
Respira alegrías de carnavales,
es tragicomedia, esperpento cuidado,
dame un tres que lo pide el dado.
Medio y fin de muchas vidas,
es verdad de escondida fantasía,
tantos versos antes de esta poesía.
CATARSIS DE LA MANO
Son los ojos de una niña los puros,
en ilusión, verdad, comienzo y vida.
Su sonrisa enciende el Sol cada día
cuando salta su fe a brazos seguros.
Regala auténtica felicidad sin pedir
interés, beneficio y complicar lo natural.
Dibujando crea su propio mural,
que cuadro por vivir, pintar y sentir.
Pelos de punta,
nudo en la garganta,
nervios en la barriga.
Corazón de paz que inunda a la par
que besa el arte renovado de amar,
donando todo al reír con su amiga.
PAPEL Y BILLETE
Un alma dolorida no puede brillar
sentir, soñar ni perderse un rato.
Ciego del color verde, no mato,
muero si vivo fuego al pisar.
Son océanos numéricos por inventar,
para volver a empezar y nacer
perdiendo, ganando al perder, correr
a construir altar y panteón sin pensar.
Y es que a veces olvido el color verde,
y paciente espera la señora Primavera
que monedas no me aparten de su vera.
Y en la esquina gris pálido al verte,
y febril a ratos por comprar para tirar
por tierra el sentir más puro y mirar.
ADIÓS, ABUELA
El viento se la llevó de madrugada
y sopla y disimula que no pasa nada.
Te fuiste sin más, dejando todo aquí,
espera tranquila, sé que reirás por allí.
En tu alzhéimer aprendí la cordura
y tu adiós despacio alejó la tortura
de los que te quieren y lloran tarde,
cada lágrima un beso por dentro arde.
Tenías la mirada tan rota y perdida;
a medio camino entre muerte y vida,
un inmenso corazón que no paraba.
Aquí quedo parado mientras todo gira,
siguen los colores otoñales y nadie mira
que el viento se la llevó de madrugada.
Un beso, Mamá Pepa. |