PIÉNSAME…
Piénsame apretada en tus brazos
morenos,
intensa y palpitante como aquel beso
primero,
cuando tu cuerpo, sintiendo mis
latidos acelerados,
apagó el mundo en la unión de
nuestros labios.
Piénsame en las frescas tardecitas de
otoño,
cuando la lluvia golpetea en tu
ventana
con las gotas transparentes de mis
lloros,
buscando la caricia de tus labios
callados.
Piénsame en tu almohada aromada de
jazmines
que conserva el calor de aquellas
noches
en que tus manos alborotaban mis
cabellos,
mientras bebías insaciable mis besos
de amor.
Piénsame en tus playas bajo el sol
del mediodía
calentando nuestra piel sedienta de
mar —¿recuerdas? —,
esculpiendo tu mirada en mis pupilas
codiciosas,
pidiéndome sin ambages: entrégame tu
amor!
Piénsame, amor mío, en tus noches de
nostalgias,
en tus sueños de coraje, en tus
mañanas tranquilas,
escuchando melodías en penumbra,
solos los dos,
transparente rayo de luna… panal de
rica miel.
Piénsame alborada y ternura de cuna,
mimosa resbalando sobre tu piel
ardida,
tibio cobijo en tus inviernos,
suave pelusa de nido… erke armonioso,
blanca paloma… guarania y jazmín.
Piénsame, mi vida, que tus
pensamientos
lleguen a mi alma como frescura de
otoño…
eternízame en tu recuerdo vida mía,
protégeme del olvido!
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