SI POR MÍ
FUERA
Si hoy por
mí fuera,
la luna
brillaría alta,
si yo hoy
pudiera,
a mi corazón
le pondría alas,
si yo
entendiera…
Pero hoy no
entiendo,
hoy mi
corazón no vuela,
hoy no sé
dónde está la luna,
no me
ilumina…
¿Dónde está
hoy tu vida?
Si hoy por
mí fuera…
¡…junto a la
mía!.
Que no
brille la luna,
que no
entienda el que quiera,
que no vuele
el que pueda,
que, aunque
hoy aquí no te tengo,
te anhelo
y lo vivo
en mi
silencio.
MI MIRADA
Pueden ser
hoy
aun más
tristes mis esperanzas,
más trémulas
mis palabras,
pero, ¡feliz
día el de hoy!
Hoy ya no
acechan aquellas voces,
que durante
tantos días, noches,
hicieron mi
vida más ardua.
Por eso, de
sed infinita de vida,
está hoy mi
mirada salpicada,
despierta de
oscuras pesadillas,
desierta de
dudas amargas.
Radiante,
hoy sí,
frágil para
quien me ama
y para las
mentiras, fugitiva y fría.
¡Así, así es
hoy mi mirada!
AUSENTE
Discreto, el
viento jugaba,
y las
silenciosas sombras de la tarde,
una a una,
en colores
sepia se desdibujaban.
Árida tierra
la que esperaba
que
mostrases un poco más de tu vida.
Campos
desiertos de tus huellas
que te
buscan con ansia infinita.
Hoy, ya es
sabido tu destierro,
y los
árboles lloran, sufren y se mueven.
¡No quieren
verlo!
Almas que te
ven ausente,
no hablas,
no miras,
ya no
sientes.
Aletea ya el
crepúsculo,
marchita
está la tarde,
que hoy ya
no sabe,
no puede
esperarte.
¿Cuándo
vuelves?
LA CONQUISTA
Despoblado
quiso el destino,
allí, donde
el sol no alumbraba,
que quedase
mi silencio.
Subiré a la
cumbre,
lucharé
contra las grandes tormentas
de las más
temidas dudas
y colonizaré
el vacío
convirtiéndolo en vida.
Agotaré mis
fuerzas
hasta llegar
a la cima,
me mataré
casi, sin prisas,
pero día
tras día.
Sinuoso será
el camino,
pero el más
irrefutable eco
me mostrará
mi seguro destino
más allá del
silencio.
Engarzaré en
lo más alto de un mástil,
la bandera
de mi amor,
que,
orgullosa, ondeará de por vida
en memoria
de algún corazón.
ESCUCHA…
Te hubiera
dado tanto…
¿Sorprendido?
¿No has
despertado acaso
del sueño
que buscabas?
Otra pausa;
es tu conciencia.
Hoy te grita
y tú no quieres escuchar,
pero la oyes
en tu vago malestar.
Ya no
escuchas mi voz y llanto,
sólo a lo
lejos,
tu soledad
ya no sonora.
Rehúyes
despertarte
de aquel
sueño de amor eterno
que hoy ya
no comparte
mi mente más sutil.
Creí en ti.
Descendí a
los más profundos abismos.
Me olvidé de
mí,
Y, vacía ya
mi alma,
la llenaste
de dolor.
Entre tantas
dudas,
del amor me
olvidé,
y comencé
sin querer, sin saber,
a odiar el
amor que no me diste.
¡Ojalá la
vida me perdone!
Porque mi
dolor hoy no comprende
aquellos,
los que fueron tus sueños.
¿NOSTALGIA?
¡SÍ!
Del susurro
atroz y dulce,
del eterno
beso que nunca di.
De la sed
que buscaba agua.
De las
dudas, que preguntaban.
De ti,
cansado,
animoso a
veces.
Preciadas
memorias
Que, como
centinela expectante,
guardaba
valiente.
Mientras, se
encendían
una y otra
vez pasiones
que
esperaban verte.
Temblaba la
noche
y me cercaba
la luna,
pálida
piedra
de arrogante
hermosura.
Aromas
terrenales
que
recordaban tu brisa,
entre
estrellas,
eternas pero
frías
que sin
miedo resplandecían.
¿Nostalgia?
¡Sí!,
de aquella
noche, de ti.
NUEVOS
SENTIDOS
Lo que tu me
provocas va más allá de los sentidos
que he sido
capaz de imaginar,
porque
siempre he pensado
que sentiría
algo el día
que me
despertasen tan hondos sentimientos.
Si lo
pienso, no son sentimientos,
son sentidos
los que me despiertas,
con cada
día, tarde y cada mañana que te veo.
Las otras,
las demás, los dejo dormidos.
Que sueñen
contigo.
¿Qué es lo
que tú inspiras en mi vida?
Tantas cosas
dormidas,
o tal vez lo
que nunca he soñado y
ahora
aparece en esos mundos oníricos
en los que
desde hace días vivo.
Pero sé que
es difícil despertar de este sueño
en el que
hoy me mantienes.
Porque hoy
prefiero soñar despierta
que dormir
en mi silencio, tan eterno, tan banal.
Porque
prefiero no perder tu esencia,
esa que
nunca he tenido.
Esa que hoy,
por no tener, anhelo.
Me gustaría
saber, y no sé,
qué es lo
que transmiten tus ojos
a través de
esa mística mirada
que, cuando
menos me lo espero, me seduce,
y es que hoy
intuyo que va más allá de lo terrenal,
que tal vez
no sea lo que siento más que un miedo
a lo que hoy
deseo y no tengo.
TU SUEÑO O
EL MÍO
Me gusta
contemplarte con sigilo
cuando no
hablas,
cuando
callas,
como tantas
veces ya.
Me he
acostumbrado a tu silencio.
Una mirada,
casi siempre, basta.
Otras, te
pido que me hables,
y te
muestras frente a mí
con esa
enigmática apariencia,
porque sabes
que me gusta tu misterio
y tu aura,
desde luego es arcana.
Hay veces
que te siento.
Te oigo, me
hablas,
pero no te
veo.
No te lo
creerías,
pero cuando
me dices esas
maravillosas
cosas,
te creo.
No te
contesto.
Quiero que
me lo sigas diciendo
una y otra
vez.
Ahora, no en
silencio.
Concédeme un
instante amor.
No te veo.
¡Ay! ¡Qué
triste esta mañana!
Entonces, me
despierta Morfeo.
¡Que
injustos son los Dioses!
Nos unen y
nos separan en un sueño.
Pensándolo
bien, amor,
prefiero tu
silencio.
¿DÓNDE
ESTÁS?
(Acróstico
1)
¿Dónde estás
hoy que ya no te veo?
O será que
tal vez te imagino y así, tan sutil.
No, es más
que una intuición.
Dímelo, que
yo no lo entiendo.
Es algo que
yo no sabría definir.
Espero
hechos tan fortuitos
Sabiendo que
tú no crees en el tiempo
Tan vacíos
sus minutos, tan perpetuos…
A veces
pienso y me pregunto
Si tú me
echarías de menos.
APARIENCIAS
(Acróstico
2)
¡Anda, si es
verdad…!
Pareces un
personaje de esos mitológicos.
A decir
verdad, yo desconfiaba
Reías cada
vez que nos cruzábamos miradas.
Ignoro, de
verdad, lo que velabas.
Envuelves
más que enigmáticos efectos.
Noto tus
mágicos poderes y,
Como si tú
no lo supieras,
Influyes en
todo lo que te-me rodea y,
A veces, me
gustaría decirte
¡Sorpréndeme
de una vez con tu hechizo!