N.º 79

ENERO-FEBRERO 2013

6

  

  

   

   

   

   

   

EL HOMBRE CANSADO DE AMAR

   

Por Maximiliano Gastón Braslavsky

   

   

   

El hombre cansado de amar

El hombre cansado de amar

a quien no le corresponde

decide ahogarse en el mar acrecentado por sus lágrimas

que desconocen la clave del olvido

sobre un amor que jamás fue compartido

y  se lamentan en el anhelo

de querer ser amado en un pasado ya muerto.

  

En su infortunio  una mujer

se escabulle en el osco recoveco de su lánguida alma

que padece de temor ante su llegada.

  

Sus ojos atónitos resaltan sobre su marchito rostro

y  sus coléricos labios vociferan:

  

«Eres tú a quien siempre he amado

y por el hecho de decidir caminar

ciego a tu lado desconocí tu identidad.

     Fuiste tan deseada por mis labios

que si besarte hubiese sido un castigo,

mil azotes hubiese recibido.

     Fuiste de mis lánguidas piernas

el recorrido más extenuante

y, a su vez, de mayor satisfacción;

pero fuiste de mi mente una interrogación

que me carcomía en las noches oscas,

penetradas por tu perturbadora y silenciosa mirada,

que dilataban aquella duda.

     ¿Realmente tu imagen de perfecta Venus

era captada por los transeúntes,

o solo era mi imaginación que en los desvelos te creo

a partir de mi desesperación

y el anhelo de asesinar los pensamientos,

que acrecentaron la fealdad

por sobre el sentimentalismo en mi interior?

     Y la respuesta al verte, querida mía,

conlleva a otra pregunta de mis tantos desvaríos:

¿quién, bajo el dominio de su sensatez,

podría creer que mi primera mujer fuese la soledad?»

  

  
                                                                                         
  

  

La duda

Ya lejos de mi casa

la nostalgia me sucumbe,

me penetra como la duda

que anhela saber si el camino elegido es el correcto

o tal vez solo se aferra a un deseo que no es suyo;

como el aire que dejo de acariciarme la nuca,

y aquella sonrisa que murió cuando partí

dejando solamente el rastro de lo que fue

en aquellos fríos y muertos labios que alguna vez bese.

  

La duda, la costumbre, el miedo y el recuerdo

me impiden ver más allá, y lo sé,

sé que hay un mundo más grande que el mundo mismo,

donde habitan los sueños,

aquel que solo muere por la cobardía

y la falta de fe en uno mismo.

  

¿Por qué dudo de mis palabras

y mato el anhelo de mi futuro,

huyendo del presente que deseo vivir,

siendo solo un alma muerta, errante,

en un cuerpo que ya no me pertenece

sino que es solo el abrigo de un fracaso?

  

Hice mi elección,

dormir sin tener sueño,

sin un propósito que me despierte al día siguiente,

en la oscuridad que intenta calmar mi llanto

el cual ya no diferencio de la lluvia

que jamás acabara,

que jamás vera en mí la vida,

solo sentirá el vació de alguien

que alguna vez se sintió tan inmenso y profundo como el cielo

e intenta alcanzar lo que alguna vez tuvo la oportunidad de tocar.

   

  
                                                                                         
  

   

Dejaré mi cielo en tus manos

Dejaré mi cielo en tus manos

aquella confianza

que nos brindo el tiempo y la vida,

siendo tu mi lápiz y enseñanza

donde nacen mis ideas y duerme mi alma.

  

Caminaré por tu camino

pensando en nuestro presente;

pero asimismo en la primera vez que abrí los ojos

y decidí existir para descubrir la felicidad,

en aquel sublime beso

que alumbro la oscuridad en donde me refugiaba

y solía ser el esclavo de mi propia frustración.

  

Sabré que tu alma pura,

ave que nunca cesa de volar

y de regalarme la felicidad con tanta simpleza

me reinvento,

logrando convertir mis gritos en la sonrisa que desconocía

y ahogando el odio que llegue a tenerme

en la alegría de poder crear mi presente.

(Tanto tuve que lo lamía de mis labios golpeados

para que no escapara. Me había acostumbrado a sufrir

conocía hasta su gusto amargo

y su apariencia rojiza y muerta,

al igual que su creador.)

  

Nunca dudare de mi amor hacia ti

porque en las mañanas

al despertar lo primero que oigo

es el viento susurrar tu nombre al pasar por mis oídos,

y contemplo el mar que nace en tus ojos al sollozar de risa

mientras me pierdo en el más bello camino, tu sonrisa.

   

  
                                                                                         
  

   

Poesía

Poesía, universo no descubierto

alma perdida, embriagada, una errante

buscando inspiración en los restos de alcohol

siendo observada por indiferentes a la inspiración.

  

El cielo calla y la luna murmulla tu nombre

Poesía replica sollozante.

  

Conoce lo que el ojo humano desconoce,

tus palabras, la mágica sensación de crear

desde un puñado de letras

lo que Dios creo, poesía.

  

Los árboles aun duermen

tan sabios que no les hace falta andar

para ver más allá,

para comprender la soledad del horizonte

que derrama una lágrima

perdida en el llanto del cielo

y para saber escribirte.

  

El mar embriaga la arena,

con sus caricias que huyen indecisas;

pero regresan porque la anhelan,

la necesitan tanto como yo a ti poesía

como una sonrisa después de tanta angustia.

  

Poesía,

quien te sabe escribir

aguarda pensante,

con el tiempo en sus manos,

a que las justas palabras

puedan crear un pensamiento

que muchos desconocen,

pero que, al entender,

conocen el alma del que lo escribió.

   

   

   

   

   

   

     

   

   

Maximiliano Gastón Braslavsky (Buenos Aires, 1992). Visitador médico de profesión y entusiasta  de los relatos y poesías.

Como medio propio de divulgación de su obra creativa, ha creado el blogspot titulado «TRANSITANDO RECUERDOS», escaparte al mundo de sus creaciones más recientes.

Su creación lírica ha sido reconocida con la concesión del Premio a su poema Sobreviviendo al Recuerdo en el «V Concurso Literario Scholem Aleijem 2010 - Bicentenario».

    

    

GIBRALFARO. Revista de Creación Literaria y Humanidades. Publicación Bimestral de Cultura. Año XII. II Época. Número 79. Enero-Marzo 2013. ISSN 1696-9294. Director: José Antonio Molero Benavides. Copyright © 2013 Maximiliano Gastón Braslavsky. © Las imágenes, extraídas a través del buscador Google de diferentes sitios o digitalizadas expresamente por el autor, se usan exclusivamente como ilustraciones, y los derechos pertenecen a sus creadores. Diseño Gráfico y Maquetación: Antonio M. Flores Niebla. Depósito Legal MA-265-2010. © 2002-2013 Departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura. Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Málaga.