ilith: diosa, monstruo, temida o
adorada, mujer al fin y al cabo y
símbolo indiscutible del feminismo
mundial.
Poco se sabe de este personaje, debido a
que los textos donde aparece son escasos
y han sido ocultados a lo largo de la
Historia. La bibliografía al respecto es
reducida y difícil de encontrar, aunque
las nuevas tecnologías ayudan mucho en
este sentido.
Realizando preguntas sobre quién es el
personaje de Lilith, he encontrado que
muy pocos conocen a la protagonista
objeto de este artículo de investigación
literaria. Sólo amantes y estudiosos del
arte, las religiones y feministas
empedernidas parecen estar al día de la
historia, real o ficticia pero existente
al fin y al cabo, de esta misteriosa y
legendaria mujer.
Con este estudio se pretende poner de
relieve la aparición en textos sagrados
de varias culturas de la supuesta madre
de la Humanidad, además de cómo
indirectamente se ha suprimido el
protagonismo femenino en los mismos y,
sobre todo, la influencia que ejerce en
la cultura actual este singular
personaje cargado de connotaciones
negativas en los casos que está sometida
a la influencia del sexo contrario y
positiva cuando es tratada como alegoría
del feminismo.
La génesis del mito
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Lilith: diosa, monstruo, temida o
adorada, mujer al fin y al cabo y
símbolo indiscutible del feminismo
mundial. |
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La
mitología sumeria narra cómo emergen de
las profundidades del Mar Gigante, que
componía el Gran Caos del Abismo, una
jerarquía de dioses: los Zu. Entre ellos
se establecían rangos ya que los
primeros dioses eran denominados Ab-Zu
[1]
y los dioses doblegados a éstos An-Zu
[2].
La creencia popular sumeria habla de
siete semidioses, localizados en las
aguas del Mar Gigante en el Gran Caos
del Abismo llamados Abgal, que poseían
la característica especial de ser de
ambos sexo a la vez, y de los Lamatsu
[3]
o Lilitu
[4], espíritus guías del viento
nocturno, que eran de carácter benévolo;
semidioses encargados de guardar las
puertas que permiten el intercambio
entre plano espiritual y plano
físico
[5]. Aquí se hace referencia, por
primera vez, a Lilith
[6] y se la
representa como lado femenino de uno de
los semidioses o espíritus guías capaz
de adentrarnos hacía la sabiduría de la
inmortalidad y portadora de los anillos
de Shem
[7].
Se la representaba en forma de estatua
guardando el templo que regía. Todos los
dioses contaban con sacerdotes o
sacerdotisas que administraban sus
correspondientes templos. A Lilith
[8] se
la conocía como la “Mujer Escarlata”,
unos dicen que por el color de sus
cabellos
[9] y otros porque, en los ritos
y ofrendas a la diosa, se incluía la
sangre humana. La sacerdotisa del templo
de Lilith
[10] se especializaba en ritos
de índole sexual en los que participaban
otros sacerdotes (incluso hombres ajenos
al templo, como pudieran ser personajes
de alta alcurnia), pero siempre era la
voluntad de la sacerdotisa la que
prevalecía sobre la de los hombres, a
los que sometía sexualmente. Con estos
ritos se pretendía obtener una serie de
beneficios físicos y espirituales: la
elevación del espíritu a estados de
éxtasis o la tan añorada ‘eterna
juventud’ mediante la regeneración del
cuerpo. Para esta última necesidad, la
sacerdotisa realizaba ofrendas
misteriosas con la sangre de su
menstruación.
Sin embargo, en la tradición asiria,
Lamastu era un ente nocturno maligno que
dañaba a los seres humanos acarreándoles
ciento una enfermedades de diversos
tipos, matando a los niños recién
nacidos o los que estaban por nacer y
chupándoles la sangre a todos sin
excepción. Era una diosa temida en
especial por las mujeres embarazadas,
que, para protegerse, usaban amuletos de
otro dios, Pazuzu, que una vez consiguió
someter a Lamastu.
Según la tradición del Egipto antiguo,
los seres humanos quisieron derrocar a
los dioses. El personaje de Blasphemed y
algunos magos buscaban la manera de
destronar a Ra, rey de dioses y de los
hombres. Ra, al oír hablar de las
intenciones de los humanos, se reunió
con el resto de los dioses y decidieron
llamar a Sekhmet, la fuerza contra la
cual ninguna otra fuerza sirve, para que
se manifestara en la tierra y calmara la
rebelión. Sekhmet se manifestaría y
castigaría a todos los que osaron
irritar a los dioses. Caminó entre
hombres y los destruyó bebiendo su
sangre, pero, cuando los dioses
decidieron que el castigo había sido
suficiente, no encontraron la forma de
parar a Sekhmet, debido a su gran poder
sobre todos; la raza humana estaba en
peligro de extinción por culpa de este
ser femenino de gran belleza pero
también de gran poder destructor.
Ra envió al dios Sekti, en Heliópolis,
una serie de plantas colosales de la
familia de la Solanaceae con las
que se pueden elaborar drogas muy
potentes para la alteración de la mente
y las mezcló con opio y cáñamo. A esta
mezcla, Sekti agregó cerveza y sangre
humana llenando siete mil grandes jarros
de la sustancia, que ofreció a Sekhmet.
De esta forma, cesaron las matanzas y
esta diosa fue recordada por su crueldad
y su belleza extrema.
En la cultura mitológica clásica
griega
[11] existía la creencia de que
Lamia, hija de Libya y Belus, enamoró
con su belleza al padre de todos los
dioses, Zeus, y que su esposa, Hera,
enfurecida por verse otra vez engañada
por su su marido, castigó a la pobre
Lamia. A partir de entonces, estaría
obligada a devorar a sus propios hijos.
Sin embargo, esto dejó de ser un
castigo cuando Lamia empezó a disfrutar
con él, convirtiéndose en un ser
inmortal que chupaba la sangre
[12] de
los niños.
Para los romanos, miméticos de la
cultura griega, esta criatura era
conocida con el nombre de Strix
[13]. En
la cultura india, los seres análogos a Lilith son vampiras que se apuestan en
las encrucijadas de los caminos y beben
la sangre de los elefantes. En Japón,
encontramos la figura de Nabeshima (una
peculiar especie de felino vampiro) que
ataca a la gente y extrae la sangre de
sus cuellos.
En la tradición judía, Lilith es un
espíritu femenino de la noche con claras
connotaciones negativas (sexuales y
antropófagas). Sus recién nacidas son
denominadas lilims. Al parecer, el mito
de Lilith fue adoptado por los judíos
del de Lamastu durante su cautiverio en
Babilonia. Algunos autores judíos creen
que “a pesar de que entre los jajamim
hubo aquellos que consideraban la
existencia de la diablesa Lilith como
posiblemente real, no deja de ser la
creencia de algunos individuos, y no
materia asimilada por el judaísmo”
[14]
ya que la Torá explica con claridad
meridiana
[15] y los jajamim
[16] enseñan
con precisión que el primer ser humano
era andrógino, macho y hembra, y que
Adán (Adam) en principio no era el
nombre de un único ser humano de sexo
masculino, sino el nombre de la especie
humana en su totalidad y no en su
individualidad.
Lilith en los escritos de carácter
sagrado
Las referencias a Lilith son múltiples
en numerosos escritos:
Así, en el Talmud
[17], Lilith es
descrita como una amenaza para los
hombres que duermen solos, y se dice
que, tras dejar Adán a Eva, durante
ciento treinta años aparecieron
fantasmas (masculinos) y lilims
(nocturnos y femeninos) a partir del
semen de Adán.
En el Alfabeto de Ben Sirah
[18] se habla
de Lilith como la manifestación femenina
en carne y hueso de Dios, al igual que
Adán era su complemento masculino
(hechos ambos a partir de barro). Se
presupone la primera mujer de la
creación con la que Adán debía convivir
y extender la especie. Cuando ella
exigió igualdad con Adán en todos los
ámbitos, incluso en el sexual, Adán se
negó. Esto provocó que Lilith deseara
abandonar a Adán y pronunció el Nombre
Inefable
[19] para huir de él. Adán rezó
a Dios y éste, apiadándose de sus
lamentos, envió a tres emisarios
[20]
para que hicieran volver a Lilith. Ésta,
por su parte, se retiró a una cueva
donde se encontró con demonios con los
que convivió y tuvo hijos. Los ángeles
enviados la amenazaron con que, si no
regresaba a Adán, morirían cien de sus
niños cada día. Pero Lilith prefirió el
castigo a vivir con Adán. Su venganza de
este castigo consistiría en dañar o
matar a niños humanos. Los tres ángeles
dejaron de presionarla cuando ella juró
que no atacaría a ningún niño que
tuviese un amuleto con los nombres y las
imágenes de estos tres mensajeros
divinos.
Restos del personaje de Lilith se pueden
encontrar, por ejemplo, en la Biblia:
“Los chacales se encontrarán con las
hienas y el macho cabrío llamará a su
compañero. La Lechuza (Lilith) morará
allí tranquila y encontrará su lugar de
reposo”
[21]. También, en los Manuscritos
del Mar Muerto, esta vez con Lilith en
plural: “Y yo, el Sabio, declaro la
grandeza de su resplandor en orden a
asustar y espantar a todos los espíritus
de los ángeles de la destrucción y los
espíritus bastardos, demonios, Liliths,
búhos y chacales y aquellos que atacan
inesperadamente para llevar por mal
camino al espíritu del
conocimiento...”
[22]. Aunque parece ser
que la aparición más antigua de Lilith
se encuentra en el prólogo del Libro de
Gilgamesh, en el que Inanna es ayudada
por Gilgamesh a deshacerse de Lilith,
que había establecido su morada en el
árbol de la protagonista femenina.
Lilith no aparece en el Génesis como la
primera mujer probablemente porque la
cultura patriarcal posterior triunfó
durante milenios sobre la matriarcal. A
esta conclusión podemos llegar si se
tiene en cuenta que, por un lado, los
textos sagrados que han llegado hasta
nuestros días muestran contradicciones
y, por otro, no son la totalidad de los
encontrados. Y no se debe olvidar que
parece ser que hubo dos versiones del
Génesis, siendo la segunda la que
conocemos en la actualidad, pero, aún
así, podemos encontrar ‘restos’ de la
primera a poco que analicemos el texto:
“Dios creó, pues, al hombre a su imagen,
conforme a la imagen de Dios lo creó, y
los creó macho y hembra. Dios los
bendijo diciéndoles: ‘Tened fruto y
multiplicaos, llenad la tierra y
sometedla; dominad en los peces del mar
y sobre las aves del cielo y sobre todos
los animales que reptan en ella’”
[23].
Como vemos, es una contradicción que
luego diga: “Y dijo el Señor Dios: ‘No
está bien que el hombre esté solo; voy a
hacerle una ayuda semejante a él”
[24];
en definitiva, la archiconocida historia
de la costilla de Adán. Si se supone que
Adán y Eva son los primeros seres
humanos, ¿cómo se explica que, cuando
Caín es desterrado, se encuentre con
otros humanos en la tierra de Nod y
forme una familia?
[25].
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“Y dijo el Señor Dios: ‘No está
bien que el hombre esté solo;
voy a hacerle una ayuda
semejante a él.'” |
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Posteriormente,
la figura de Lilith se perdió
difuminándose en el tiempo y cayendo en
el olvido, puesto que no interesaba que
una mujer fuese protagonista de los
relatos religiosos. Escritos muy
importantes, coetáneos a los textos
sagrados de la actual religión
cristiana, en los que la mujer desempeña
un papel fundamental, han sido apartados
de la investigación pertinente
[26]. Se
presupone que en el germen de la
religión cristiana había profetisas,
diaconisas, evangelistas y apóstoles
mujeres que desempeñaban las mismas
funciones que los varones. Se conservan
los nombres de mujeres que predicaron la
doctrina cristiana, algunas de las
cuales son nombradas por san Pablo en su
Epístola a los Romanos
[27], entre las
que destaca a los apóstoles mujeres Junia y Tecla de Iconio
[28]; cabe
incluir también aquí a la mujer apóstol
y evangelista gnóstica que escribió el
Evangelio de María, del siglo II,
hallado en Copto. Además, se conoce a la
diaconisa Febe y a las profetisas
Maximila y Prisca, de los montanistas de
Frigia. Igualmente, las cuatro
profetisas hijas de Felipe, la profetisa
Ana hija de Fanuel
[29]; Jezabel,
profetisa de los nicolaitas de la ciudad
Tiatira de Lidia, hoy Ak Hissar
[30]. Por
otra parte, en el Nuevo Testamento
también aparecen otras figuras de
sacerdotisas, como Juana, piadosa mujer
de condición social elevada, casada con
Cuza (Cusa), administrador de la casa de
Herodes Antipas
[31] y Susana, que, junto
con María Magdalena, eran las
proveedoras de Jesús y socorrían las
necesidades materiales de los apóstoles,
y los de aquellas sacerdotisas que se
encargaban de las ceremonias sagradas,
como es el caso de las mujeres que
lloran tras la muerte de Jesús y las que
realizan ceremonias sagradas de unciones
con perfumes
[32]: María la de Cleofás,
María Magdalena, María Salomé, madre de
los hijos de Zebedeo: Santiago y José (o
Juan)
[33]; la hermana de María, María de
Santiago y otras. Y también se sabe de
la existencia de mujeres sacerdotisas
seguidoras de enseñanzas gnósticas.
Lilith
en la literatura y el cine de nuestros
días
Hoy día, Lilith es un personaje con
varias connotaciones muy interesantes.
Por un lado, el hecho de querernos hacer
creer que la primera mujer fuese un
demonio nos hace ver cómo,
históricamente, se ha tratado siempre de
desprestigiar y subyugar a la mujer por
parte del hombre. De algún modo, el
mensaje que emana de lo estudiado es que
la mujer no puede ser igual que el
hombre porque se convertiría en demonio,
así que ha de crearse de una costilla
para justificar su inferioridad con
respecto al hombre. Por otro lado,
Lilith es todo un símbolo para muchas
feministas, que la consideran la primera
feminista de la historia y un símbolo de
libertad sexual sobre el hombre. De
hecho, en Estados Unidos se realiza una
gira musical denominada Lilith Fair
Tour, que agrupa a muchas de las
mejores cantantes del momento, sin que
esto tenga nada que ver con motivación
satánica alguna: se trata de un homenaje
a las mujeres en la música.
Por último, Lilith como mito vampírico y
fuente de leyendas que han favorecido
con sus historias la industria del cine
y la literatura, como se verá a
continuación. En efecto, el personaje de
Lilith en sus diferentes
manifestaciones, ya demoníacas, ya
angelicales, ha inspirado a múltiples
artistas. El poema Christabel, de
Samuel Taylor Coleridge, muestra mujeres
que seducen sexualmente y extraen la
sangre de sus víctimas; Carmilla
[34],
del escritor irlandés J. Sheridan
LeFanu; Horacio hablaba de una lamia en
su Ars Poetica; Whitley Strieber
nos presentó a una de ellas en su novela
El Ansia
[35] y John Keats le
dedicó un poema completo a este tema.
Francia batió récord de taquilla con una
superproducción cinematográfica El
quinto elemento, donde se habla de
Lilith como suma perfección; Drácula,
creado por el escritor Bram Stoker
[36],
quien utilizó para sus oscuros
propósitos toda la mitología popular que
circunda al príncipe Vlad Tepes
(1430-1476), héroe de Hungría en la
guerra contra los turcos y manifestación
masculina de Lilith; Ann Rice, en sus
obras sobre vampiros, habla de “la reina
de los condenados”
[37] como madre de
todos ellos, incluido el protagonista de
varias de sus obras, Lestat [38];
en la leyenda húngara encontramos a
Erzsébet Báthory, una condesa del siglo
XVI, que fue juzgada por haber torturado
y asesinado a más de seiscientas
cincuenta mujeres jóvenes. Según esta
leyenda, la “Condesa Sangrienta”
[39],
apelativo con el que se la conoce,
asesinó a aquellas mujeres para bañarse
en su sangre y así mantener eterna su
juventud. Por otra parte, Erzsébet es
considerada un símbolo del feminismo ya
que, en esos días, muchísimo antes de la
liberación femenina, la condesa húngara
mantuvo su propio apellido, mientras que
su marido el Conde Ferencz
Nadasdy
[40]cambió el suyo a Báthory.
“El quinto elemento”
El argumento se basa en la eterna lucha
entre el bien y el mal. A parte de los
cuatro elementos reconocidos en
Occidente: agua, fuego, aire y
tierra
[41] representados en piedras
talladas con simbología de las culturas
antiguas (se habla del primer idioma que
fue de carácter universal), se tiene
conocimiento de la existencia de un
quinto elemento complementario de los
anteriores e imprescindible para vencer
al mal. Este quinto elemento es Lilith.
El personaje aparece con el pelo rojo,
como cuentan las historias y leyendas, y
es tratada como suma perfección (solo
eran perfectos Adán y Eva antes de ser
expulsados del Edén al ser marcados por
el pecado original; por paralelismo,
Lilith también debe serlo ya que ella no
fue expulsada del paraíso, sino que lo
abandonó por propia voluntad). Es
inmortal, bella y tiene unos poderes
sobrehumanos. Existe una escena en la
película que deja patente su rol de
libertad sexual: abofetea al
protagonista masculino cuando la besa,
expresando su disgusto con la frase
“Nunca sin mi permiso”. Esto denota la
participación activa y por igual en las
relaciones íntimas con los hombres a las
que se hacía referencia anteriormente
(el no someterse a la voluntad masculina
es el aparente motivo por el que Lilith
abandona a Adán).
Lilith es enviada a la Humanidad para
salvarla, siendo necesario que
sacrifique su inmortalidad para esta
empresa. Sin embargo, su fuerza
sobrenatural y su inmortalidad no son
totales puesto que puede ser herida por
la mano del hombre. Sólo un personaje
místico que pasa desapercibido en el
transcurso de la película puede salvarla
en caso de que sea dañada.
Con
los argumentos precedentes, parece obvio
que, a pesar de no prestar una fidelidad
plena a la historia de Lilith, sí es
cierto que se han basado en varios
puntos vitales, tanto físicos como de
personalidad, del mito femenino para
llevar a cabo el hilo argumental de la
narración cinematográfica. Esta
superproducción francesa fue la más cara
de la historia del cine francés hasta
que Astérix irrumpe en las salas de
cine, en 1968, con su aventura
Astérix y Cleopatra, dejando de ser
un proyecto para marcar un hito en la
cinematografía europea.
Sin embargo, se puede observar cómo la
protagonista recibe un trato alejado del
machismo reinante durante siglos en
nuestra cultura. No es representada como
vampiro ni como ser demoníaco, sino más
bien como ángel redentor y fuente de
conocimiento que debe sacrificarse para
el bien de todos; en definitiva, como
ser supremo que no acaba siendo
destruido por su propia superioridad ni
muta en un ente maligno y depravado.
“Akasha: La reina de los condenados”
Esta producción americana está basada en
una de las novelas de Ann Rice,
escritora muy reconocida en su país,
dedicada por completo al estudio del
vampirismo en todas sus épocas y a la
psicología de sus personajes (nada
convencionales por una parte y con gran
fundamento bibliográfico por otro). Rice
acerca los protagonistas de sus novelas
a lo mundano. Son seres creados a partir
de una psicología humana, por lo que se
comportan en gran medida como tales.
Su última obra llevada al cine ha sido
titulada La reina de los condenados,
y narra la historia de un vampiro, ya
presentado en otras obras suyas
anteriormente, que desea, como cualquier
ser humano, alcanzar el éxito
ambicionando también ser el amo del
mundo. Ha tenido contacto con la madre
de todos los vampiros de forma casual e
indirecta y le ha hecho experimentar
sensaciones que jamás hubiera pensado
que existieran: ha probado su sangre.
Como madre del vampirismo en esta
película, aparece el nombre de
Akasha
[42] en vez del de Lilith
[43], y
aquélla es tratada como ente maligno y
terriblemente destructor, incluso con
los seres de su misma especie. Aquí, sí
se sigue el perfil demoníaco y malvado
al que es avocada la figura de Lilith en
los escritos y representaciones
pictóricas que se conservan. Ann Rice
quiere dar una vuelta de tuerca en la
mezcla de información sobre la figura de
Lilith en el vampirismo y toma el nombre
de un vampiro de origen japonés, Kasha,
que devoraba cadáveres en sus sepulcros.
De esta forma, logra dotar de mayor
credibilidad a su personaje.
Akasha
[44], sin embargo, difiere de la
estética que se le presupone a Lilith,
pero nos hace presumir que se debe a
requerimientos estéticos de moda en el
Hollywood actual ya que es una
característica típica de la industria
del cine americano: el detrimento de la
fidelidad a la historia en pro de la
estética y el potencial de distribución
y aceptación de cara al público que
consume el producto.
Conclusión
Las contradicciones halladas en los
distintos escritos sagrados de la
religión judaico-cristiana hacen pensar
en la gran influencia negativa del
hombre sobre la mujer en esta época. Las
civilizaciones anteriores vivían bajo la
creencia de que la vida fue engendrada
por una mujer: eran culturas
matriarcales en las que encontramos
diosas Madre a las que adoraban
(representadas, la mayoría, con los
rasgos maternos muy desarrollados, como
por ejemplo el pecho, las caderas y el
vientre).
Parece ser que la mujer destacó
demasiado por encima del hombre, lo que
provocó o bien celos o bien miedo y la
consecuente reacción adversa. Se ha
pasado de culturas primitivas
matriarcales a un paulatino y
persistente degradación de la figura
femenina a favor de la masculina.
Lilith aparece en el Génesis, de eso no
cabe duda, pero la historia de esta
mujer ha sido manipulada hasta el punto
de que casi llega a desaparecer si no
hubiera sido por los fallos que
cometieron quienes intentaron sellar en
el olvido a este personaje.
Por todos estos motivos, la descripción
de la primera mujer aparece envuelta en un halo
etéreo de misterio que se desarrolla
entre la leyenda y el mito, germen
perfecto para los soñadores actuales del
séptimo arte y musa inigualable para los
escritores neorrománticos.
Toda la información que nos llega de
esta mujer es contradictoria y difusa.
Queda la duda razonable de su existencia
a los creyentes cristianos que conocen
la figura de Lilith y queda, como
conclusión, este pequeño trabajo de
investigación sobre ella.
__________
NOTAS
1 Eran poderes estelares conectados
directamente con la Gran Profundidad.
2 Representaban poderes lunares en
conexión con el aire del cielo nocturno.
3 También conocidos por Lamas.
4 A este grupo se asocia a Lilita;
también eran conocidos como Lilith.
5 Se simbolizaban estas puertas
metafísicas colocando estatuas de los
semidioses en las puertas de los
templos.
6 Una representación de un Lamatsu la
muestra con cabeza de leona, llevando
una serpiente en cada mano y montando en
el “Bote de los Dioses” que cruza el
Submundo.
7 Símbolos muy antiguos usados para
mostrar que alguien ha pasado a la
inmortalidad cruzando el Submundo para
alcanzar la sagrada sabiduría de el
Árbol del Conocimiento (posible
influencia para que la religión
judaico-cristiana la asocie con la
serpiente que ofreció la manzana a Eva
en aquel famoso árbol).
8 Cuando, según la Biblia, Adán y Eva
estuvieron separados durante ciento
treinta años, Eva tuvo relaciones
carnales con Samael, que adoptaba la
forma masculina de un dragón andrógino,
y Adán con Lilith, forma femenina del
mismo dragón. Según otros intérpretes
hebreos, Lilith había sido la primera
mujer de Adán, al que ella abandonó tras
haber disputado ambos quién tenía mayor
autoridad. Una versión diferente
sostiene que Lilith, como primera mujer
de Adán, fue seducida por Satanás y se
marchó con él. En una leyenda hebrea,
Lilith es esposa de Asmodeo y madre de
demonios, y, sobre todo, reina de los
súcubos. Es el archidiablo cabalístico
de la impureza.
9 Por este motivo, en la Antigüedad se
creía que la persona de pelo rojo podía
tener como antepasado a alguien
relacionado con Lilith, con la
consecuente posesión de un mayor poder
físico y psíquico.
10 En sumerio, Lilith significa
“viento”. Fue Don Neroman, anteriormente
llamado Don Necroman, un ingeniero
francés, quien, en el año 1930, comenzó
a utilizar el nombre de Lilith para la
Luna Negra.
11 Herodoto afirma que Homero y
Hesíodoto fueron quienes dieron nombre a
los dioses y asignaron a cada uno de
ellos su quehacer o cometido.
12 Como podemos observar, en todas las
culturas se asocia esta figura mítica
con la sangre, por lo que no es de
extrañar la aparición posterior de la
leyenda de los vampiros y la íntima
relación que guardan unos y otros
personajes.
13 El plural en latín es ‘strigae’, que
luego evolucionó en ‘strega’, que
significa ‘bruja’ en italiano.
14 Metzudat Tzion a Ieshaiá (Isaías 13,
21).
15 Bereshit (Génesis 1, 27; 5, 2].
16 Midrash Tehilim 139, 5.
17 Es una Guemarás donde se muestra el
registro de las discusiones e
interpretaciones relativas a las leyes y
enseñanzas de la Mishná, de los eruditos
durante el exilio en Babilonia.
18 Escrito entre el año 600 y el 1100.
19 Nombre secreto de Dios,
impronunciable, que incluso Moisés
desconocía.
20 Senoy, Sansenoy y Semangolef.
21 Isaías 34, 14.
22 4Q510 frag. 11.4-6a; frag. 10.1f.
23 Génesis 1, 27-28.
24 Génesis 2, 18.
25 Génesis 4, 16-17.
26 Los Textos Gnósticos encontrados en
1946 en el antiguo cenobio de Jenobosquion, actual Nag Hammadi en
Egipto, datados desde el siglo IV adne
(entre los que se incluye el Evangelio
de María) y publicados en 1979. Estos
Textos Gnósticos son coetáneos de
algunos libros del Antiguo Testamento y
por tanto escritos desde el siglo IV
adne. En ellos se muestra la alta
consideración femenina. Y los rollos de
pergaminos encontrados en 1947 en las
cuevas de Uadi de Qumran cercanas al mar
Muerto, escritas por los judíos esenios,
entre fines del siglo III adne y el año
68 adne, cuando los romanos vencieron a
esta secta.
27 Epístola a los romanos 16, 1 y en Hec. 9, 36.
28 El nombre de Tecla de Iconio aparece
en el título del Acta Pauli et Teclae
de la Biblia apócrifa.
29 Lucas 2, 36.
30 Apocalipsis 2, 20.
31 Lucas 8, 2.
32 Juan 20, 11.
33 Lucas 24, 1, 10.
34 Fuente de inspiración para la
Trilogía Karnstein, que incluye
Vampire Lovers, Lust for a Vampire
y Twins of Evil.
35 Llevada al cine por Tony Scout.
36 Y llevada al cine por el genial
director Francis Ford Coppola, tío del
famoso actor Nicolas Cage.
37 Da título a una película, supuesta
continuación de Entrevista con el
vampiro. En este largometraje, la
madre de todos los vampiros recibe el
nombre de Akasha, ‘Fuente del
Conocimiento’, como también se la
presupone a Lilith.
38 Entrevista con el vampiro,
llevada al cine con actores de la talla
de Tom Cruise, Brad Pitt o Antonio
Banderas.
39 Los personajes de las películas
Countess Dracula, Daughters of
Darkness y The Night of the
Walpurgis se inspiran directamente
en la vida de la condesa Erzsébet
Báthory.
40 El Conde prefirió el campo de batalla
a la vida doméstica, por lo cual se ganó
una reputación como “El Héroe Negro” de
Hungría.
41 En la cultura Oriental añaden un
quinto elemento, que es la madera (en
asociación con las personalidades,
compañeros de viaje y horóscopos).
42 Akasha, la luz astral, definida como
un fluido etéreo existente más allá del
alcance de los sentidos humanos.
43 Akasha y Lilith tienen en común la
capacidad de trasmitir el Conocimiento
pleno. Akasha es el nombre que se le da
al registro o memoria del Cosmos,
entendido éste como Conocimiento pleno y
es el nombre sánscrito para el Éter.
44 En la tradición morisca, el quinto
elemento recibe el nombre de Akasha, de
ahí la conexión entre ambas películas.
45 Asociado con el Pelesit.
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