EL FESTIVAL DE la Luna Mora es hoy una iniciativa ya consolidada
por la exitosa experiencia de años anteriores que, desde los
inicios de su celebración, se propuso, como principal objetivo,
la rememoración de unos momentos de convivencia pacífica de
sociedades distintas en nuestras tierras de Al-Ándalus, donde
las tres culturas dominantes –la cristiana, la musulmana y la
sefardita– supieron relacionarse en concordia y respetarse
recíprocamente. En esta convicción, la malagueña villa de Guaro
se convierte, a lo largo del mes de septiembre y durante dos
fines de semana, en punto de encuentro de la música y la cultura
andalusí de los últimos siglos de la Edad Media. Durante esos
días, con la única iluminación de la luz de más de veinte mil
velas, distribuidas por el casco antiguo, la música
arábigo-andalusí-sefardita toma las calles y plazas de esta
villa, en las cuales se puede oír en directo la música que se
oía hace cinco siglos en este lugar. En un escenario de luces
como el descrito, el zoco medieval que se levanta en la plaza
principal de la villa deja ver unos convecinos solo distinguidos
por las diferentes vestimentas de sus culturas. Y así, mientras
unos aldeanos van y vienen o están entregados a sus tareas
cotidianas, otros venden sus productos artesanales u ofrecen su
mercancía, invitando a los visitantes a tomar repostería morisca
acompañada de té verde.
VILLA DE GUARO
Guaro se halla situada al Sur de la provincia de Málaga, entre
la Costa del Sol y la Sierra de las Nieves; tiene una superficie
de 22,5 km2 y, según el censo de 2008, su población
se encuentra en torno a los 2.230 habitantes, dedicados,
prácticamente, a trabajos relacionados con la agricultura. El
núcleo de población lo constituyen unas casas blancas y modernas
que discurren por calles pendientes y sinuosas, como intentado
alcanzar la altura de la sierra en cuya falda se extienden. En
su término municipal hay un parque natural reconocido por la
UNESCO como Reserva de la Biosfera.
HERENCIA CULTURAL
El Festival de la Luna Mora pretende ser una representación de
la herencia cultural de Al-Ándalus, nombre que recibió el
territorio de la Península Ibérica bajo el poder musulmán
durante la Edad Media, entre los años 711 y 1492. Para
conmemorar este evento, el pueblo se convierte en un gran zoco
medieval en el que todo se confabula para romper el espacio y el
tiempo, y trasladarnos a la música y la cultura de la época
andalusí.
Por ese motivo, el Festival de la Luna Mora puede concebirse
como una excelente rememoración actual de la pacífica
coexistencia que hubo en otro tiempo entre culturas diferentes
en nuestra tierra, particularmente en lo que se refiere a su
folclore. En este evento, los visitantes y los vecinos de Guaro
se unen para celebrar conjuntamente y en un entorno festivo, a
lo largo de unas semanas de septiembre, la convivencia pacífica
entre las tres culturas, la cristiana, la musulmana y la judía,
que se dio en esta villa durante la Edad Media.
EL ZOCO MORISCO
El aspecto más interesante que hace muy atractivo al Festival de
la Luna Mora es la iluminación que se apodera de toda la villa
en cuanto empieza a caer la noche. En un entorno dominado por
los zigzagueantes destellos de las más de veinte mil velas
distribuidas por el casco antiguo, la música
cristiano-arábigo-sefardita toma las calles y plazas de esta
villa, a lo largo de las cuales se puede volver a vivir el
ambiente que se vivía en esta tierra hace cinco siglos.
Junto a la iluminación, el zoco morisco de medianoche es el otro
gran protagonista de la conmemoración popular. En esta suerte de
marcado medieval se dan cita artesanos de toda España y, desde
primeras horas de la mañana hasta la madrugada, ofrecen a los
curiosos visitantes diferentes productos artesanales de todos
los rincones de Andalucía y de España, al tiempo que unas mozas,
ataviadas a la antigua usanza morisca, los invitan a degustar
una variada gama de dulces moriscos y una vaso de té verde. Para
reponer fuerzas, la Avenida de los Mesones centra una variada
oferta de la gastronomía mediterránea.
El zoco resulta un escenario sumamente atractivo: es allí donde
todos los gremios se concentran y el lugar ideal para poder
encontrar productos tan dispares como cuencos de madera pulida,
juguetes tradicionales y cerámica, todo ello trabajado
artesanalmente; aceites olorosos y jabones aromáticos elaborados
según antiguas fórmulas caseras; diversos productos de
alimentación, como los quesos caseros de cabra y de oveja,
embutidos, tocinos, jamones curados y patés; los exponentes más
variados de la repostería típica de nuestras tierras andaluzas
–magdalenas, pestiños, mostachones, empanadillas, borrachuelos,
arropías, tortas de aceite, alfajores, caramelo caliente y
almendras garrapiñadas, entre otros–; mieles de flores, de
eucalipto, de romero, de tomillo, de espliego; las hierbas más
diversas para infusiones y un largo etcétera de los productos
más variados. En esta gran parada gastronómica, todos los
puestos y sus vendedores están caracterizados conforme a una
cultura, creando así una atmósfera mágica que transporta a otros
tiempos.
TALLERES
Otro de los aspectos que caracterizan a esta rememoración son
las Jaimas de los Talleres, en cuyo interior los asistentes
pueden iniciarse en el aprendizaje de actividades lúdicas como,
por ejemplo, bailar danza oriental, tatuarse con henna, tocar
los timbales y el darbuka, o, si lo prefieren, viajar a otras
tierras y a otras épocas imaginariamente con documentales. Los
pequeños también tienen un área dedicada a ellos, con
actividades infantiles como “Gastronomía para peques” o “Érase
una vez Al-Ándalus”.
Los talleres son de diferentes tipos según la edad de los
asistentes; así, encontramos talleres infantiles, como el que
está dedicado a manipular la plastilina, a conocer el flamenco o
a elaborar piezas de cerámica; talleres para aprender a jugar al
‘jamsa’ o amuleto judío (originario de los judíos sefarditas);
talleres de baile para el conocimiento de los aspectos que
caracterizan a otras culturas…; y, también, talleres para
adultos, como los orientados al conocimiento de la percusión, el
legado musical y las tradiciones de los otros pueblos que
habitaron nuestro entorno; talleres de danza oriental, para
aprender a bailar el ‘qamar’; talleres para conocer el uso de la
cerámica como forma de expresión; talleres de dibujo con velas,
de caligrafía árabe, etcétera.
PLAZA DE LOS CUENTOS
Está también la Plaza de los Cuentos, todo un homenaje a todas
las plazas del mundo, en todos los tiempos y de las más diversas
culturas, en las que hombres y mujeres anónimos han transmitido
(y transmiten) con sus narraciones la memoria de los pueblos, al
tiempo que se fomenta el valor que subyace al acto de escuchar.
En este lugar se hacen trucos de magia acompañados de efectos
visuales que completan la actuación; se cuentan narraciones
fantásticas y cuentos populares, eróticos…
CONCIERTOS
En esas noches mágicas del Festival de la Luna Mora podremos
igualmente disfrutar de un viaje musical por Europa, el
Mediterráneo y África. Conciertos de música arábigo-andalusí,
sefardita, flamenco, música y danza contemporánea andaluza,
música mediterránea y europea serán característicos de esas
noches de septiembre. Algunos ejemplos de actuaciones recientes
son la de Teresa Salgueiro & Lusitania Ensemble, Eva Yerbabuena,
Orquesta Sinfónica de Málaga & Clara Montes, El Cabrero & Awtar
al-Ándalus y Rocío Bazán, Carmen Linares & Ara Malikian y José
Luis Monton, Al Tarab Ensemble y el Trío Sefarad, entre otros.
OTRAS ACTIVIDADES
Conviene citar también las actividades paralelas que se van
desarrollando en diversos puntos de la villa desde primeras
horas de la tarde. Este es el caso de los acróbatas, narradores
y pasacalles medievales que se apoderan de las calles de Guaro
al compás de la percusión hasta llevarnos con las actuaciones
más dispares hasta la Plaza de los Cuentos.
A MODO DE CONCLUSIÓN
En esta breve redacción he pretendido destacar los aspectos más
relevantes y característicos de la Luna Mora de Guaro. Si aún no
la conoces, te aconsejo fervientemente que la visites el próximo
septiembre de este mismo año, porque es una experiencia que te
embriagará y te sorprenderá gratamente. |