N.º 51

SEPTIEMBRE-OCTUBRE 2007

12

  

  

 

   

  

  

  

  

  

TARZÁN*

  

En 1929, el dibujante Harold Foster recrea las novelas de

Edgar Rice Burroughs

dando vida en las viñetas a

Tarzán.

Historietas clásicas donde el globo da paso a las leyendas en unos impresionantes dibujos.

Por María José S. Bermejo

  

  

  

E

   
     

l hombre mono y sus increíbles aventuras comienzan en el año 1912, cuando Edgar Rice Burroughs (1875-1950) saca a la venta por entregas la primera narración con el título de Tarzan of the Apes (Tarzán de los Monos) en las páginas de la revista de aventuras All-Story Magazine. El argumento de este primer relato es muy bien recibido en una sociedad en plena crisis económica y en un ambiente prebélico: Un niño de familia noble inglesa es abandonado en medio de la jungla africana para ser criado por una tribu de monos y convertirse, con el paso del tiempo, en el “Señor de la Jungla”.

En poco tiempo, Tarzán (que significa “Piel Blanca”) se transforma en uno de los héroes más importantes de la literatura de aventuras. Bajo la fértil pluma de Burroughs, este exótico personaje será el protagonista de 24 novelas que han pasado a engrosar la lista de las mejores obras de ciencia ficción jamás escritas y que convirtieron a su creador en un fenómeno de masas.

Su éxito llegó inmediatamente a la gran pantalla en Tarzan of the Apes (1918), dirigida por Scott Sidney. El primer Tarzán infantil lo encarnó el joven actor Gordon Griffith, que, al paso del metraje y el crecimiento del personaje en adulto, se convertiría en el Rey de la Jungla, interpretado por Elmo Lincoln, conocido como el primer Tarzán. Un personaje caricaturesco, con peluca y cinta al pelo y algunos kilos de más, que contó con la aprobación de Burroughs.

   

     

La fama fue inmediata y comenzaron las secuelas con The Romance of Tarzan (1918, Wilfred Lucas), The Revenge of Tarzan (1920, Harry Revier)... hasta la llegada de los famosos seriales cinematográficos de la época en los que Tarzán tendría también los suyos, siendo los más populares The Son of Tarzan (1920), con P. Dempsey Tabler; Tarzan the Mighty (1928), con  Frank Merrill; Tarzan the Fearless (1933), con Buster Crabbe, y The News Adventures of Tarzan (1935), producido por el propio Burroughs e interpretado por Bruce Bennet, hoy recordado en la historia del cine por su intervención en la mítica película de John Houston El tesoro de Sierra Madre (1948).

Tarzán, de liana en liana, fue pasando de actor en actor hasta llegar al inolvidable Johnny Weissmüller, el campeón olímpico de natación, junto a la irrepetible Maureen O'Sullivan en el papel de Jane. El icono del cine de aventuras de la Metro Goldwyn Meyer en míticas películas como Tarzán y su compañera (Tarzan and his Mate (1934, Jack Conway), recordada por el olvido de la dura censura de la época que pasó por alto varios desnudos de O’Sullivan, que, en las siguientes secuelas, fue ‘obligada’ a vestir ‘más púdicamente’, La huida de Tarzán (Tarzan Escapes, 1936, Richard Thorpe), Tarzán y su hijo, El tesoro de Tarzán (Tarzan's Secret Treasure, 1941, Richard Thorpe) y la última, Tarzán en Nueva York (Tarzan's New York Adventure, 1942, Richard Thorpe), donde encontramos a la inolvidable Chita y Tarzán, alias Weissmüller, trepando por rascacielos al mejor estilo de King Kong.

     

Más tarde viene el declive y la recuperación en 1984 con el filme Greystoke: La leyenda de Tarzán, señor de los monos, dirigida por Hugh Hudson y protagonizada por Christopher Lambert, quien interpreta a un Tarzán que es descubierto por el capitán D’Arnot y llevado a Inglaterra, donde conoce a su familia y es educado de acuerdo a su rango.

Con unos buenos efectos especiales creados por Rick Baker para conseguir el mayor realismo posible de los primates, el mito de tarzán renace del olvido para protagonizar Tarzán,  la versión de dibujos animados de la fábrica Disney, realizada en 1999 por Kevin Lima y Chris Buck, en la que el equipo creativo de Disney explora los aspectos más emotivos de la aventura del personaje en su intento de encontrar su lugar entre estos dos mundos, la familia animal que lo crió y la familia humana en la que nació. Con la inolvidable banda sonora creada por Phil Collins, la animación nos sumerge en una deliciosa combinación de humor y acción.

   

     

En 2003, llegó la secuela con Tarzán y Jane, donde contemplamos la celebración de su primer año juntos en encuentros con viejos amigos y nuevos enemigos, unas hambrientas panteras, o cómo se deslizan sobre la lava de un volcán en erupción... Una película para toda la familia, con su moraleja incluida: aunque vengan de mundos diferentes, Tarzán y Jane descubren que, formando un equipo, no tienen rival.

Mientras Hollywood cuenta al resto de los humanos las aventuras de Tarzán, el papel impreso tuvo que esperar hasta el 7 de enero de 1929 para que el dibujante Harold Foster (Halifax, Nueva Escocia, Canadá, 16 de agosto de 1892 - Florida, 25 de julio de 1982) comenzara a dar vida a la primera novela del hombre mono, en formato daily-strip, en diferentes diarios norteamericanos hasta finalizar su publicación el 16 de marzo de 1929.

Foster incorpora a Tarzan of the Apes su sello personal de trazo ágil y de acción en unas historietas en las que el recurso del globo para incorporar las locuciones de los personajes no es utilizado, para dar paso a los captions o leyendas técnicas denominadas story-strip, en las que la imagen era el centro de atención del lector, técnica con la que Foster consigue crear viñetas repletas de acción en unos encuadres inimaginables hasta entonces en la historieta, donde la composición y el movimiento se convierten en el protagonista de la narrativa.

Los 60 episodios iniciales de Tarzan of the Apes realizados por Foster son recogidos por Burroughs en el cuadernillo The Illustrated Tarzan Book, el primer comic-book de héroes de acción. La reimpresión de las tiras publicadas en revistas o diarios en libritos que recogían sus viñetas generó la industria del comic-book.

     

Foster dejó la serie de Tarzán para iniciar El Príncipe Valiente, pasando las aventuras en la jungla a los lapiceros de Burne Hogarth, que aplicó todos sus conocimientos de la anatomía humana a los personajes de la serie dotando a sus páginas de una abigarrada composición pictórica. Desde entonces, las historietas de Tarzán, con el grafismo de Foster y Hogarth, son reimpresas con gran éxito por NBM Publishing, Inc.

Precisamente, desde septiembre del 2007, la editorial Planeta-DeAgostini comienza a publicar las tiras de prensa de Harold Foster en la colección Biblioteca Grandes del Cómic, edición de todo un clásico que presenta importantes errores desde su inicio: ya en su primer tomo, incluido el artículo introductorio de Bill Blackebeard, el texto está repleto de fallos de traducción, a lo que hay que añadir la ausencia de cuatro páginas dominicales publicadas en la versión de NBM (28/2, 6/3 y 22/5 y 29/5), sin olvidarnos del siempre controvertido problema del tamaño del álbum, un problema para el virtuosismo gráfico de la serie.

         

  

 

Con esta edición, Planeta-DeAgostini recupera al icono de la jungla, el hombre mono, una de las obras maestras de Foster, que en el primer volumen nos muestra cómo Tarzán se bate contra legionarios franceses que atacan sin concesiones a una de sus tribus amigas; capturado por el enemigo, Tarzán es rescatado por la bella Hulvia, suma sacerdotisa... En el segundo volumen, Tarzán, explorando la jungla junto a Von Harben, encuentra a parte de la antigua civilización egipcia viviendo en la misma; disfrazado de dios Toth, ayuda a una princesa egipcia a recuperar el trono y saca de más de un lío a Von Harben...

Unas aventuras, en definitiva, que recuperan igualmente a su autor Edgar Rice Burroughs, un escritor que no sólo recreó las aventuras del hombre mono en las sagas de Tarzán y Pellucidar, sino que también creo un paraíso de comercialización con los productos de este gran hombre de la jungla. Juguetes, artículos promocionales, tarjetas intercambiables, zapatos de tenis... Un mundo de comercio y medios de comunicación que abarca de la novela al cine y de la televisión a los cómics. Tarzán, de la selva a la cultura popular y de consumo. Un largo y exitoso viaje.

 

 

*Tomado del boletín digital FANDECOMIX, 99, 10-16 octubre 2007.

  

  

MARÍA JOSÉ S. BERMEJO. Escritora, pintora, periodista, dibujante y guionista de cómic, es profesora y coordinadora de actividades y eventos socioculturales (salones, jornadas, talleres, seminarios, exposiciones...) relacionados con el cómic, la literatura, el cine y el arte digital en diferentes comunidades españolas (Madrid, Extremadura, Castilla la Mancha, Barcelona...) y de intercambio educativo con organizaciones públicas y privadas de EE. UU. y la Comunidad Europea. Compagina estos trabajos con el estudio de la aplicación de la mitología, la historia antigua y la etnología en el cómic americano, europeo y manga. Ha escrito y publicado varios libros, cómics y CD´s con el grupo de música electrónica ambient “El pez invisible”, del que forma parte junto con Fernando F. Vegas, con el que igualmente comparte su labor de creadora, diseñadora, administradora y webmaster del e-zine FANDECOMIX y su blog.

  

  

  

GIBRALFARO. Revista de Creación Literaria y Humanidades. Año VI. Número 51. Septiembre-Octubre 2007. ISSN 1696-9294. Director: José Antonio Molero Benavides. Copyright © 2007 María José S. Bermejo. © 2002-2007 EdiJambia & Departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura. Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Málaga.

  

  

PORTADA

ARTÍCULOS PUBLICADOS