ras la publicación de Sleeper, Criminal e Incognito, el tándem Ed Brubaker y Sean Philips ha vuelto a reunirse en una nueva entrega, fuera del cómic de superhéroes. Se trata de Fatale, una misteriosa historia con tintes de ocultismo, sectas y asesinatos, mezclado todo ello en un ambiente de serie negra, en el que una mujer de armas tomar, Josephine, juega su papel de “femme fatal” para doblegar la voluntad de los hombres.
Fatale comienza en una noche fría de lluvia, en plena celebración del funeral de Dominic Raines, el padrino de Nicholas Lash. Un lugar con el que se encontrará con Jo, la cual le comenta que el símbolo que hay en la lápida es la misma que hay en la de su abuela. Nicholas se sorprende de la revelación de la mujer. Ambos estuvieron muy enamorados. Una vez acabada la ceremonia, Nicholas acude a la casa de Dominic, donde descubre un manuscrito inédito, una novela que guardaba secretamente. La parte perdedora de la eternidad», tenía por título y en ella figuraba la fecha de junio de 1957. En ese justo momento, alguien se presenta en el lugar, con no muy buenas intenciones. Jo aparece repentinamente y le ayuda a escapar en su coche. Tras la huida, una avioneta se estrella contra ellos, sufriendo un grave accidente. Nicholas aparecerá más tarde en un hospital herido y sin una pierna.
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Portada «Fatale»: Tomo I: "La muerte me persigue". |
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A partir de lo sucedido, la narración nos transporta al San Francisco de 1956, donde el reportero Hank Raines (el joven Dominic), se encuentra con Josephine en un bar para hablar sobre la investigación de una corrupción policial, en referencia al marido de esta, el detective Walt Booker. Ella quiere cortar con su marido, y Hank se compromete a ayudarla en lo que le sea posible, quedando prendado de ella. Desde ese momento se sucederán unas extrañas muertes que Walker debe investigar. Sus pesquisas le conducen hasta un garito de opio en Chinatown. La corrupción policial estalla en la prensa, con alguna que otra discusión entre Hank y Johnny, el fotógrafo del San Francisco Herald. Entre tanto, el Sr. Bishop, un ser sobrenatural, aplicará su sed de sangre con víctimas inocentes.
El argumento que propone en esta ocasión el guionista norteamericano Brubaker (Bethesda, Maryland, 1966) parte de una buena premisa, un guión que entrelaza varios argumentos, dejándonos con la duda de qué pasará realmente con Nicholas y Josephine en el próximo arco argumental. En cuanto a la labor del dibujante británico Sean Philips (1965), cabe decir que mantiene el nivel al que nos tiene acostumbrado, con un estilo sobrio, de contrastes de claro oscuro, que nos transporta el género negro que tanto gusta al guionista.
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Ed Brubaker y Sean Philips, los creadores de «Fatale» |
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Sobre la edición de Panini, justo es poner de manifiesto la cuidada presentación que este tipo de productos hace gala siempre la editorial italiana.
Sin ser lo mejor de Brubaker y Philips, Fatale es una novela gráfica cuyo argumento está cargado de intriga e interés, aunque espero mucho más en las siguientes historias de este equipo creativo. |