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na noche en el Callejón del Crimen. Una familia. Un atracador. Un huérfano. Nace un mito. El 27 de mayo del año 1939 saltaba a la venta la entrega número 27 de la mítica colección Detective Comics. En ella hacía su primera incursión un personaje que no tenía anillo mágico de poder, que no era un alienígena llegado desde otro planeta ya extinguido, que no podía correr a la velocidad de la luz, tampoco era el rey de un reino subacuático ni contaba con la protección de los Dioses… ¡Apenas tenía superfuerza! Pero, justo 75 años después de su creación a manos de Bob Kane y Bill Finger, ¿quién no reconocería al encapuchado oscuro de puntiagudas orejas?

Su amargo comienzo en la vida se vio marcado por el asesinato de sus padres, Thomas y Marha Wayne, a manos de Joe Chill, por unas joyas y unas monedas. El legado del joven Bruce no solo fue la imborrable escena, sino la inconmensurable fortuna familiar, la mansión Wayne y una profunda obsesión por evitar la repetición de su historia, erradicando de raíz el crimen de las calles de su adorada Gotham City.

Durante sus 75 años de tan prolífera trayectoria, todas las series mensuales del Caballero Oscuro (Detective Comics, Batman, Legends of The Dark Knight, Batman: The Shadow of the Bat…) han gozado de un destacado éxito gracias a autores de la talla de Chuck Dixon, Matt Wagner, Grant Morrison, Jim Starlin, Dennis O’Neil, Ed Brubaker, Scott Snyder… Todos ellos han ido fabulando historias y más historias sobre el personaje creado por Kane y Finger, contribuyendo a la creación del mito, a la forja de la imagen que hoy nos llega a través del cine y demás medios.

Pero, si bien es cierto que son innumerables las obras que podemos destacar meritoriamente del personaje, ¿cuáles han sido aquellas que más lo han marcado, las que han definido al personaje hasta el punto de hacer de él quien es hoy día? Así, con fin de que sirva como guía de lectura, homenajeamos los 75 años de carrera del personaje, repasando aquellas obras más simbólicas y significativas, con la entusiasta finalidad de explicarles a los neófitos y rememorarles a los expertos por qué ocupan estas historias tan distinguida posición.

Batman: Año Uno

Aunque, como queda dicho, sus inicios datan de finales de la década 30, no es hasta 1987 cuando el hilo de la historia misma se decide explorar a fondo las primeras andanzas de Batman. Así, Batman: Año Uno (Batman: Year One, #404 a 407, 1987-1988) nos narra cómo Bruce Wayne fue creando la imagen de Batman y forjando su reputación como cruzado en contra del crimen desde su primera incursión en las calles de Gotham.

En este relato, narrado en primera persona por Bruce, descubriremos la inspiración que le sirvió para crear al Hombre Murciélago, sus sentimientos y emociones y sus primeras heridas de guerra contra el crimen y la corrupción que asola su ciudad. Pero este no es el único que protagoniza esta obra maestra, pues Batman: Año Uno también recoge los inicios del por aquel entonces teniente James Gordon. Precisamente, el cómic arranca del mismo momento en que James Gordon llega a Gotham, ciudad a la que ha sido destinado y a la que deberá desplazarse junto a su mujer Bárbara. Así, mientras Bruce Wayne combate la corrupción y demás mugre social desde las calles mediante su recién creado alter-ego, James Gordon hará lo propio enfrentándose al corruptísimo Departamento de Policía de Gotham City, poniendo en riesgo no solo su carrera profesional, sino su vida y la de los suyos.

Esta obra maestra, en la que se recoge cómo  Batman y Gordon comenzaron a trabajar juntos y sus respectivos orígenes, cuenta con el guión de uno de los escritores claves de la historia del cómic: Frank Miller. El responsable de obras como 300, Ronin, Daredevil: Born Again o Sin City asienta las bases de las historias del Caballero Oscuro, recopilando toda su esencia en una obra perteneciente al oscuro género policíaco y dejando de lado las típicas aventuras de superhéroes. El apartado gráfico fue fruto del lápiz del también genial David Mazzucchelli, quien ya trabajó con el autor en Daredevil: Born Again y que repite en esta obra aportándole a sus guiones la sobriedad y la oscuridad que estos se merecen.

La historia que narra Batman: Año Uno marcó de forma tan profunda al personaje que hasta hoy día se sigue respetando los cánones marcados por Miller. Hasta tal punto es importante dicha historia en la carrera del Caballero Oscuro, que contó con una parte segunda (la cual no pudo ni aproximarse al material primario), con una adaptación animada, y que fue tomada como fuente de inspiración por Christopher Nolan para dirigir su Batman Begins.

Batman: La Broma Asesina

Pero el éxito del que goza Batman no solo radica exclusivamente en el personaje, sino también en la amplia galería de personajes secundarios que coinciden con él en la narración, como el mayordomo Alfred, su ayudante Robin, el comisario Gordon... Y si sus aliados han sido de gran ayuda, no han contado con menos importancia su amplísima galería de villanos, porque, ¿qué sería del héroe sin el villano?, ¿del ying sin el yang? Y, por suerte o por desgracia, Batman cuenta con —si no el mejor, uno de los mejores (o de los peores, depende de cómo se mire)— villanos de toda la historia del crimen. Escondido tras una inmensa sonrisa y ataviado de payaso, el Príncipe del Crimen, el Joker, ha sido el único capaz de arrastrar a Batman hasta sus límites, acercándolo cada vez más al borde de la locura en el que se encuentra el Joker.

Desde su primer encuentro en Batman #1, aparecido en 1940, la historia de amor-odio que han ido acunando Batman y el Joker ha ido creciendo hasta alcanzar su culmen en otra de las obras maestras no solo de Batman, sino del cómic, hablamos de Batman: La Broma Asesina (Batman: The Killing Joke, 1988). Este cómic cuenta con el guión de uno de los mejores guionistas de cómics que ha habido (si no el mejor), Alan Moore, responsable de obras esenciales como Watchmen, V de Vendetta, From Hell o La Liga de los Hombres Extraordinarios. El escocés se encarga de profundizar en este cómic, tan breve como genial, la relación que mantienen ambos personajes, prestando especial atención a la imagen del Joker. Así, este nos muestra lo que se podría denominar “sus orígenes”. De esta forma, mientras conocemos cómo llegó el Joker a ser quien es, vemos cómo el archienemigo de Batman lleva a cabo uno de sus más malvados planes con los que pretende demostrar que todo es corruptible. Finalmente, esto marcará de forma irremediable la vida de uno de los personajes de las historias de Batman.

Por otro lado, ya en el apartado gráfico, nos encontramos al brillante Brian Bolland, que consigue recrear perfectamente la historia mediante unas viñetas dibujadas con un trazo milimétrico e impoluto. Igualmente, cabe destacar que, a pesar de que en su día fue publicado en blanco y negro, la edición que encontramos actualmente en nuestro país se encuentra completamente coloreada por el mismísimo Brian Bolland e incluye además una historia más que interesante con guión y dibujos de Bolland, titulada Un tipo inocente.

Batman: El Largo Halloween

El Largo Halloween (The Long Halloween, miniserie de 13 números, 1996-1997) es otra de las obras cumbres del cómic del Murciélago. Esta vez, Batman no se enfrentará a un nuevo plan del Joker o a una nueva organización del crimen… En esta ocasión, no sabe a quién se enfrenta, y como no lo averigüe pronto, su ciudad se verá sumergida en el caos. La obra se encuentra escrita por Jeph Loeb y dibujada por Tim Sale, un tándem que más tarde se encargaría de plantear una parte segunda de igual éxito, Batman: Victoria Oscura (Dark Victory, miniserie de 13 números, 1999-2000) y un spin-off de dicha saga protagonizado por Catwoman, Catwoman: Si vas a Roma.

El argumento de esta historia relata que, mientras los principales señores de la mafia de Gotham se encuentran inmersos en una cruenta batalla por ver quién controla los bajos fondos de la ciudad, alguien comienza a matar a miembros de dichas organizaciones, una vez al mes, los días festivos, siendo esto su personal firma. Así, ante tal desolador panorama, Batman deberá aunar fuerzas con James Gordon y con Harvey Dent, el fiscal del distrito que acabaría convirtiéndose en el bipolar Dos Caras, para eliminar la corrupción que infecta a Gotham en todos sus niveles y poder dar con el asesino llamado “Festivo”. Además, el cómic satisfará a aquellos lectores que disfrutan viendo a multitud de personajes en un mismo cómic, ya que los principales personajes de la galería de villanos irán desfilando por las páginas de este cómic.

Batman: El largo Halloween llegó a ganar varios premios Eisner gracias al trabajo de Jeph Loeb, quien encuentra en este cómic su mejor obra, pues la inmensa mayoría de trabajos del autor han sido duramente criticados. A pesar de esto, Loeb crea un relato de investigación con el que logra mantener al lector en vilo en cada página, plasmando en ellas la esencia detectivesca que tanto caracteriza al Caballero Oscuro. Además, esta obra sirvió como inspiración para El Caballero Oscuro, de Christopher Nolan, quien, junto al guionista de la película, David S. Goyer, se encarga de redactar la introducción de la obra.

Batman: Una Muerte en Familia

Si bien esta aventura no encuentra su lugar entre aquellas que más definieron al Caballero Oscuro por la brillante narrativa que posee o por mostrar un argumento altamente atrapante o excesivamente inteligente, este arco argumental siempre figura entre las obras de lectura obligatoria del Guardián de Gotham porque ayuda a comprender al personaje y su amargo carácter.

Tras abandonar Dick Grayson su papel como Robin para comenzar su camino en solitario como Nightwing, Batman decide aceptar que el joven Jason Todd sea el nuevo Robin. Aunque Bruce esperaba que su nuevo ayudante siguiese el camino que había seguido su disciplinado antecesor, la realidad es que Jason no había aceptado aún la muerte de sus padres, por lo que las múltiples disputas con Batman se suceden una tras otra y sus operaciones contra los criminales tienen mucho de actuaciones suicidas… Todo esto no solo acrecienta las dudas de Batman sobre si había hecho lo correcto, sino que, además, el personaje de Todd nunca llegará a agradar a los lectores.

Así, Detective Comics decidió darle una solución al problema publicando, en diciembre del 1988, la primera entrega de Una Muerte en Familia (A Death on the Family, en Batman #426 a 429, 1988-1989). En esta aventura, que pertenece a una de las mejores etapas del personaje, Batman decide relevar de sus funciones a Jason Todd, quien huye enojado con Bruce, sin dirigirle la palabra. Tras un paseo por su antigua barrio, Todd descubre una pista que le indica que su madre podría seguir viva, y decide seguirle el rastro hasta Oriente Medio, lugar hasta el que también se desplaza Batman en búsqueda del Joker. Una vez todos ubicados en el Líbano, los caminos de Bruce y de Jason vuelven a cruzarse, ya que descubren que la madre de Todd y el Joker han estado trabajando juntos… Toda esta historia acaba con un fatídico desenlace cuyo final se deja en manos de los lectores, ya que Detective Comics permitió a los mismos que, mediante votos telefónicos, decidiesen si Jason debía vivir o morir. Lógicamente, Todd nunca llegó a salir del Líbano: resulta muerto a manos del Joker.

Esta genial aventura, con guión de Jim Starlin y dibujos de Jim Aparo, supuso un nuevo episodio fatídico en su ya trágica historia… A pesar de esto, al poco tiempo volvería a reclutar a un nuevo Robin, esta vez de forma más acertada, pues Tim Drake supo desarrollar su rol como ayudante de manera más que eficiente.

Batman: El Regreso del Caballero Oscuro

Y para retratar el ocaso del Caballero Oscuro, ¿quién mejor que Frank Miller, que también narró sus inicios en Batman: Año Uno? En efecto, Batman: El Regreso del Caballero Oscuro (Batman: The Dark Knight Return, miniserie de 4 números, 1986) fue realmente la obra con la que Miller saltó al estrellato, lo que dio pie a una competición con el otro gran escritor del momento, Alan Moore, para ver quién obsequiaba a los lectores con las mejores joyas; como consecuencia, Miller nos ha legado obras como la que nos ocupa, además de 300 o Sin City, y Alan Moore, la mencionada Batman: La Broma Asesina, Watchmen o From Hell.

Pero regresemos a Batman: El Regreso del Caballero Oscuro. Esta obra, que para muchos es la mejor historia escrita hasta el momento de Batman, la obra definitiva del Caballero Oscuro, nos sitúa en un futuro utópico en el que hace 10 años que el sexagenario Bruce Wayne no viste el manto. En este futuro, a pesar de que los principales villanos se encuentran entre rejas, Gotham continúa siendo asolada por el crimen, acercándola cada vez más a la ruina y la anarquía. Además, Gordon está a punto de retirarse del cargo, y el que antaño fuera símbolo de todo lo bueno de la humanidad, Superman, ahora no es más que un títere en manos del malogrado gobierno. Ante este lamentable panorama, Bruce se verá obligado a retomar por última vez el manto del Murciélago para, junto a un nuevo Robin, hacer resurgir su ciudad arrebatándola de las manos de aquellos que la están destruyendo.

Como comentábamos anteriormente, Frank Miller marca el devenir del personaje dotando a Batman de una compleja y oscura personalidad que hasta ahora no había quedado de forma tan patente. Además, él mismo se encarga de ilustrar la historia otorgándole sus siempre cruentos dibujos.

A esta lista de cinco cómics podría seguirle otra con las interminables genialidades protagonizadas por el Hombre Murciélago (La Caída del Murciélago, Tierra de Nadie, Batman: Victoria Oscura…), pero estas cinco son las que más han destacado e influido en la historia del personaje. Cinco historias que recopilan la esencia del personaje y con las que conocemos el comienzo del mito, sus personajes, sus aventuras y su final. Cinco obras que no se limitaron a decidir el rumbo del personaje, sino de los cómics en general.