mediados de la década de
los 80, el guionista
inglés Alan Moore ya se
había ganado un nombre
en la industria del
cómic gracias a trabajos
como V de Vendetta
o Miracleman. El
éxito que lograron estas
obras y algunas otras
más, como la etapa de
El Capitán Britania,
cuyo guion había
redactado para Marvel
UK, hizo que no tardase
mucho en saltar el gran
charco y aterrizase en
América para trabajar
con DC Comics. Tras
escribir en DC los
guiones para la mítica
etapa de El Hombre
del Pantano y
Superman: ¿qué le pasó
al Hombre del Mañana?,
Moore quiso hacer algo
completamente diferente,
una historia que no se
guiase por los típicos
cánones autoimpuestos
por la industria del
cómic de superhéroes.
Así las cosas, en 1986
se comenzó a publicar
una serie compuesta por
12 números que se
titulaba Watchmen
y que estaba llamada a
convertirse no solo en
la obra maestra de
Moore, sino en el cómic
que marcase el devenir
del Noveno Arte. En esta
historia, Moore se
adentraba en una senda
nunca explorada por los
anteriores guionistas de
cómics, pues si estos
pretendían siempre
presentar a sus
personajes como los más
fuertes, Moore tomaría
el camino contrario,
mostrándonos la cara
oculta de los
superhéroes: sus
miserias y debilidades.
Una hipótesis:
Superhéroes en la
sociedad actual
Para narrar tal
historia, Moore ubica a
un grupo de superhéroes
en el mundo real, con la
finalidad de mostrarnos
cómo sería el impacto
que supondría la
aparición de estos en
una sociedad como la
nuestra. ¿Cómo hubiese
afectado la presencia de
superhéroes en la Guerra
de Vietnam apoyando al
bando americano? ¿Cómo
hubiese sido la Guerra
Fría entre América y
Rusia si EE UU hubiera
contado con un
superhombre capaz de
detener los misiles
rusos en el aire con
solo usar el
pensamiento? ¿Cuál
hubiese sido la
repercusión de todo
esto, tanto a nivel
político como ideológico
o religioso, no solo en
EE UU sino también en el
mundo entero, en la
década de los 70 y 80?
Alan Moore responde a
todas estas cuestiones y
a algunas más realizando
un extenso y complejo
ensayo sobre la sociedad
del momento y los
superhéroes, en el que
desarrolla temas tan
cruciales como la
condición humana, las
teorías conspiratorias,
el determinismo, el
poder de la autoridad o
la fuerza del poder
social, planteándolos
desde múltiples puntos
filosóficos.
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En 1986
comienza a
publicarse
una serie de
12 números
que se
titulaba "Watchmen"
y que estaba
llamada a
convertirse
en la obra
maestra de
Alan Moore y
en uno de
los títulos
más notorios
del Noveno
Arte. |
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Watchman, en Charlton Comics
Desde un primer momento,
se desestimó la idea de
que esta historia fuese
protagonizada por los
personajes habituales de
DC en sus respectivas
series, pues, al ser
colecciones abiertas,
las consecuencias de los
hechos que hubiesen
acontecido en el arco
argumental de los
Watchmen se hubiesen
ido desvaneciendo con el
paso de las entregas,
los autores y los años.
Así, en un principio,
Alan Moore quiso que su
historia la
protagonizasen los
personaje de Charlton
Comics, una editorial
que acababa de ser
engullida por DC Comics.
Pero, al irse
incorporando los
personajes de Charlton
Comics al Universo DC,
Moore tuvo que buscar
otra opción para sus
protagonistas: al final,
se decidió por basar los
personajes de su
historia en los de
Charlton Comics. Así,
Doctor Manhattan se
basaba en el Capitán
Átomo, el
Comediante en
Pacemaker, el
Búho Nocturno en
Blue Beetle,
Ozymandias en
Thunderbolt,
Rorschach en
Question y
Espectro de Seda en
el Canario Negro
y Phantom Lady.
Watchmen, una historia genial,
una obra maestra
El cómic nos narra cómo,
tras haberse aprobado en
1977 la Ley Kenne, por
la cual se declaraba
ilegal todo tipo de
justicieros, el grupo de
superhéroes conocido
como Watchmen
(los Vigilantes,
en español) es disuelto
tomando cada uno de sus
miembros un camino
diferente. Así, el
Doctor Manhattan, junto
a su pareja, Espectro de
Seda, y el Comediante
deciden trabajar para el
gobierno; Búho Nocturno
retoma su pacífica vida
como amante de la
ornitología y Ozymandis
se convierte en uno de
los empresarios más
importante a nivel
global… Todos ellos
abandonan sus labores
como superhéroes, a
excepción del obstinado
Rorschach, que se siente
en la obligación moral
de continuar castigando
a los criminales y demás
mugre social, a pesar de
ser ya una práctica
totalmente ilegal, por
cuya actitud es
perseguido por la
policía.
Pero es justamente 8
años más tarde, en 1985,
momento en el que la
Guerra Fría se encuentra
próxima a su apogeo,
cuando realmente arranca
la historia, acudiendo
Rorschach a la escena
del crimen del asesinato
de Edward Blake, quien
resulta ser el antiguo
justiciero conocido como
el Comediante. Esto
lleva a Rorschach a
comenzar a investigar lo
que parece un plan para
acabar con todos los
enmascarados, entre los
cuales se incluyen sus
antiguos compañeros de
Watchmen. Este es
el pretexto que utiliza
Alan Moore para
sumergirnos en una
historia altamente
compleja y plagada de
historias secundarias
difíciles de resumir
aquí.
Cualquier adjetivo
resulta insuficiente
para calificar la obra
maestra del ya de por sí
brillante Alan Moore.
Watchmen es una
historia genial,
completa en todos sus
aspectos, densa y
profunda a la par que
dinámica, un relato que
logra atrapar al lector
desde la primera viñeta.
La trama principal
anteriormente citada es
utilizada por Moore para
ir poniendo en marcha
una gran multitud de
historias secundarias
que se encuentran
brillantemente
entrelazadas entre sí
cual si de un reloj
suizo se tratase. Estas
historias secundarias
son las que realmente
sustentan la trama de
Watchmen; es en
estas particulares en
las que reside
principalmente la fuerte
crítica social y el
ensayo sobre los
superhéroes, retratando
en ambas los aspectos
menos agradables y
reconocidos. Además, el
propio Alan Moore
declaró que «en muchos
sentidos, más que tratar
sobre un superhéroe
individual o un grupo,
este proyecto de libro
trata sobre su mundo,
cómo viven en él y las
consecuencias que esto
conlleva».
Y si hablamos de la
importancia y de la
forma en la que lleva
las diferentes
subtramas, es necesario
hablar de los personajes
que las protagonizan. A
pesar de encontrarse la
obra protagonizada por
múltiples justicieros,
Alan Moore es capaz de
dotar, mediante sus
diálogos y pensamientos,
a cada uno de una
profunda personalidad
plagada de matices. El
resultado es un genial
elenco de protagonistas
en el que cada uno
cuenta con su propia
inclinación ideológica,
política, religiosa,
moral… Al par de esto,
iremos conociendo sus
respectivos orígenes y
las relaciones que
mantienen entre ellos,
las cuales se encuentran
perfectamente definidas,
al igual que sus
personalidades. Todo
esto permite abordar los
sucesos y los diferentes
contextos que van
aconteciendo en la obra
desde distintos puntos
de vista.
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Alan Moore
(Northampton,
Reino Unido,
1953),
escritor y
guionista de
historietas,
labor esta
última en la
que ha
destacado
por sus
trabajos
“Watchmen” y
“V de
Vendetta”,
entre otros
títulos. Ha
sido
considerado
el «Mejor
Escritor de
Historietas
de la
Historia».
Su
pintoresco
pasado,
aunado a una
actitud
misantrópica
y la
intención
declarada de
convertirse
en mago del
caos, lo han
elevado a la
cumbre de la
fama hasta
el punto de
que se ha
vuelto un
icono.
Políticamente,
se declara
anarquista,
ideología
que refleja
en algunas
de sus
obras. |
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Moore y Gibbons, dos
maestros
Pero no solo en Moore
reside el éxito de
Watchmen, sino
también en su compañero
Dave Gibbons, quien se
encarga del apartado
gráfico del cómic. Del
mismo modo que en la
primera viñeta sabemos
que nos encontramos ante
un genial guion de
Moore, en la misma
primera viñeta ya nos
damos cuenta del acierto
con el que Gibbons va
plasmando la historia en
cada escena, en cada
página, pues, además de
realizar unos dibujos
altamente detallistas y
expresivos, la forma que
tiene de orquestar cada
escena, viñeta a viñeta,
da pie a que el lector
disfrute al máximo de su
trabajo. Sin lugar a
dudas, Gibbons se
convierte en el mejor
compañero posible para
Moore en esta obra.
Igualmente cabe destacar
la inteligente labor de
John Higgins coloreando
los dibujos de Gibbons,
ayudando a enaltecer la
labor de su compañero.
La edición de ECC
La edición de
Watchmen que la ECC
Ediciones pone ahora al
alcance de nuestras
manos contiene nada más
y nada menos que 416
páginas a un precio
bastante asequible. Esta
edición contiene los 12
números que componen la
obra publicada entre
1986 y 1987 y, además,
una gran cantidad de
material adicional, pues
al final de cada
capítulo nos encontramos
con autobiografías
ficticias de los
personajes u otros
artículos relacionados
con estos o con los
sucesos acaecidos
durante el capítulo.
En definitiva
A modo de conclusión,
cabe decir que, con
Watchmen, Alan Moore
da un giro de tuerca al
género de superhéroes
estableciendo cánones
que hasta hoy día se
mantienen vigentes. Pero
no solo tuvo influencia
en el género de los
superhéroes, sino en el
cómic en general, ya que
no son pocos los medios
que han tildado al cómic
como la mejor novela
gráfica de toda la
historia gracias a una
inteligente y profunda
trama plagada de
detalles, críticas y
matices que no dejará
indiferente a nadie. Una
obra maestra que debe
figurar en la estantería
la biblioteca personal
de aquel que se precie
amante de cómic.
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“Watchmen”
(título
original en
inglés y en
España; “Los
Vigilantes”,
en México, y
“Watchmen:
Los
Vigilantes”,
en el resto
de
Hispanoamérica)
es una
adaptación
cinematográfica
de ciencia
ficción y
ación de la
serie
homónima de
cómics,
coproducida
en 2009 por
Estados
Unidos-Reino
Unido-Canadá,
dirigida por
Zack Snyder,
con guion de
Alex Tse,
David Hayter,
música de
Tyler Bates,
fotografía
de Larry
Fong.
Está
protagoniza
por Jackie
Earle Haley,
Malin
Akerman,
Billy Crudup,
Matthew
Goode,
Jeffrey Dean
Morgan,
Patrick
Wilson,
Carla Gugino,
Matt Frewer,
Stephen
McHattie,
Laura
Mennell, Rob
LaBelle,
Gary
Houston,
James M.
Connor, Mary
Ann Burger,
John Shaw,
Robert
Wisden,
Jerry
Wasserman,
Don
Thompson,
Frank Novak,
Ron Fassler,
Stephanie
Belding, Nhi
Do, Walter
Addison, Eli
Snyder. |
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