AUNQUE PARECE SER que los estragos de la burbuja inmobiliaria han quedado circunscritos ya a un terrible momento del pasado, y los otros problemas derivados de la crisis perviven, aunque con menor virulencia, no solo en nuestro país sino en toda Europa, encontrar todavía piso es un objetivo que se podría convertir en una auténtica pesadilla para una pareja de estudiantes con la carrera recién terminada, por poner un ejemplo. Pero si para ellos es ya una tarea de por sí bastante complicada, mucho más complicado lo han de tener los superhéroes, esos personajes que buscan un lugar para vivir y mantener a salvo su identidad, en donde guardar sus gadgets, vehículos y demás artículos superheróicos. Si tú eres uno de ellos y ya tienes tu traje y tu equipo de superhéroe, el siguiente paso, para asemejarte a tus ídolos, será encontrar tu propia guarida en la que reponerte de tus heridas. Para ayudarte, la inmobiliaria superheróica Gibralfaro se encarga de recordarte las mejores edificaciones en las que han habitado los superhéroes, para que, si no las puedes comprar, al menos te sirvan para hacer un ejercicio de imaginación.
LA MANSIÓN WAYNE
La primera recomendación que encontramos es el hogar de los Wayne, una mansión ubicada a las afueras de la ficticia Gotham, en la villa Bristol. A pesar de que fue construida en 1855 por el magnate del ferrocarril Jerome K. van Derm, no sería habitada hasta el año siguiente, cuando cayó en manos de Solomon Zebediah Wayne, el tatarabuelo de Bruce, y Joshua, su hermano. Desde entonces, la mansión y sus impresionantes torreones han acogido a las sucesivas generaciones de la familia.
Pero, sin lugar a dudas, el que más provecho le ha sacado es su actual habitante, Bruce Wayne, quien no solo ha sabido aprovechar las vastas extensiones de la finca y demás lujos que posee la mansión, sino que también ha tenido el acierto de haber incorporado a sus zonas de habitabilidad gran parte de su subsuelo, ya que si nos acercamos al reloj de pared que heredó de su abuelo y marcamos con las agujas la hora de la muerte de sus padres (exactamente las 10:47 p.m.), este se hará a un lado y nos dejará paso a las cuevas sobre las que se asienta la mansión.
En estas cavidades, Bruce ha encontrado la base de operaciones perfecta dotándola de todo aquello que requiere su cruzada contra el mal. La llamada Batcueva ahonda en la tierra desde los 46 metros sobre el mar hasta los 25 metros bajo este. Todo este espacio de tierra y roca subterráneas ha permitido que, tras sus múltiples remodelaciones debidas a los desastres que la han asolado, Bruce divida la cueva en 7 niveles, todos perfectamente interconectados por un ascensor.
Ubicado sobre la gran roca que parece presidir el espacio del primer subnivel, un potente ordenador permite a Batman, entre otras muchas funciones, acceder a los archivos criminales y controlar toda Gotham gracias a una pantalla extensible de cristal. Bibliotecas, laboratorios, áreas de entrenamiento, almacenes. la Batcueva se encuentra preparada para todo y con todo, pero si hay algo que destaca, son las exposiciones que adornan el habitáculo con los innumerables trofeos que guarda Batman como resultado de sus enfrentamientos contra los villanos, los diferentes trajes que Batman ha ido acumulando durante su extensa carrera y los vehículos que usa para sus desplazamientos.
Y si esto no te convence de que estás ante la mejor opción porque la compañía de los murciélagos pardos norteamericanos que pululan por la gruta no te satisface, no te preocupes, pues hay otros habitantes más sociables en la mansión, como Alfred Pennyworth, el mayordomo de los Wayne desde hace varias generaciones. A pesar de su engañosa fachada de caballero inglés, este erudito exactor se ha convertido en el más fiel ayudante del Caballero Oscuro, ya que sus habilidades le permiten desde guardar la mansión durante las múltiples ausencias de Bruce, sanar sus heridas más difíciles o saciar su hambre tras una dura noche de patrulla. Mucho menos locuaz es el perenne habitante de la Batcueva, Harold, un genio electrónico desfigurado que vive y trabaja en la caverna ocupándose del mantenimiento de todo su sofisticado equipo.
Y si la lejana ubicación de la mansión Wayne supone un problema para ti, no te preocupes: estratégicamente espaciadas entre sí, Batman tiene ubicadas diferentes Batcuevas alrededor de todo el mundo, que él utiliza como cobijo cuando se ve obligado a salir a investigar fuera de Gotham. Por ejemplo, la Batcueva que existe en España se encuentra bajo el Museo Nacional de Arte de Cataluña.
EL EDIFICIO BAXTER
¿El rollo de cruzado solitario no va contigo? ¿No tienes suficiente pasta como para pagarte tu propia mansión? No te preocupes. Nuestra segunda opción te va a permitir alejarte de la obligada soledad que supone vivir en la solitaria y aislada Mansión Wayne y disfrutar de una residencia mucho más urbana y habitada: el edificio Baxter.
Esta vez, nada de ciudades ficticias. En el corazón mismo del cosmopolita Manhattan, cerca del edificio de las Naciones Unidas, en el cruce de la Calle 42 con Madison Avenue, se alza el imponente rascacielos que sirve como cuartel general a la primera familia Marvel, los Cuatro Fantásticos.
Construido en 1949 por encargo de la compañía papelera Baxter, el edificio fue pasando de propietario en propietario hasta acabar en manos de Reed Richards. Al proceder a la distribución de este espacio, el que ahora es su dueño destinó las plantas inferiores a oficinas de la corporación Fantastic Four Inc, reservándose para sí las cinco últimas, con la finalidad de convertirlas en el cuartel general que tenía planeado ocupar él junto a su amigo Ben Grimm y los hermanos Johnny y Susan ("Sue") Storm.
La primera de estas cinco plantas está destinada, principalmente, a la vida familiar del grupo, y cuenta con una zona de recepción de visitas, el comedor y los dormitorios de los diferentes miembros. La segunda tiene como finalidad el desarrollo de la vida diaria, para lo cual está dotada de una sala de recreo, otra de meditación, un gimnasio, una sala de monitores y otra de comunicaciones. La cosa ya cambia en la tercera planta, ya que es allí donde Reed pasa la mayor parte del tiempo trabajando en sus experimentos con los artilugios que equipan el laboratorio químico, el electrónico, el biológico y su almacén mecánico.
Si las dos primeras plantas tienen como destino la vida familiar del grupo y en la tercera se desarrolla la investigación, la cuarta está destinada a la toma de decisiones y a la planificación de las misiones, para lo cual ha sido dotada de una sala de conferencias, una sala de proyecciones, un cuarto de rastreo geográfico, una estación de radar y una sala que les permite el acceso a la Zona Negativa.
Finalmente, la quinta y última plantas contienen, además de un almacén y una sala de mantenimiento, un hangar con los diferentes vehículos que utilizan los Cuatro Fantásticos. Y en el caso eventual de que el helicóptero, el coche y la aeronave se considerasen lentos o fuese necesario realizar un viaje más largo de lo habitual, el edificio Baxter cuenta con un cilindro adosado a una de sus fachadas que contiene un cohete espacial. Además, para señalar el destino y el trazado de la ruta que han de seguirse, la azotea cuenta con un observatorio.
LA MANSIÓN DE LOS VENGADORES
A pesar de no contar con las vistas de las que disponen las plantas superiores del edificio Baxter, la mansión de los Vengadores es otra de las principales opciones que hay que tener en cuenta, ya que esta mansión suple las carencias que presentaba la residencia Wayne, al tener más habitantes con los que charlar a la hora del café y presentar todos sus lujos, distracciones y comodidades sin tener que pagar nada.
Cercano al edificio Baxter, de nuevo en Manhattan, junto a Central Park, en el número 890 de la Quinta Avenida, se encuentra ubicada la mansión que acoge a los Vengadores. Construida en 1932 por Howard Stark, pasó en herencia a su hijo Anthony Edward Stark, más conocido como Tony Stark. Cuando se fundaron los Vengadores en 1963, el heredero decidió donar su casa al supergrupo, del que él mismo formaba parte como Iron Man, para que les sirviera como cuartel general. Desde entonces, más de cuarenta Vengadores han ido ocupando y desocupando sus habitaciones de manera sucesiva.
No obstante, a pesar de su céntrica ubicación, no cualquiera puede acceder a la mansión, pues, además de los múltiples y sofisticados sistemas de seguridad que se han ido instalando con el paso de los años para impedir el paso a toda persona ajena al grupo, la mansión se encuentra rodeada por un muro de 3 metros de alto reforzado con acero en su interior.
Si logras pasar el muro cruzando la gran cancela coronada con la «A», verás que la mansión se divide en tres plantas y está rodeada por unos exóticos jardines y patios, lugar de recreo perfecto para eliminar el estrés que puedan ocasionar las amenazas mundiales. La primera de las plantas es la de más fácil acceso, pues suele utilizarse para recibir visitas civiles o a la prensa. Además, en este nivel también suele trabajar el servicio, ya que en él se encuentra la lavandería, la cocina, la biblioteca y otras dependencias con fines varios. Con respecto a las dos plantas superiores, la segunda de ellas se estructura en ocho habitaciones que sirven para dar albergue a los Vengadores que en ese momento se hallen en la mansión, y la tercera constituye una suerte de hangar que se utiliza como zona de despegue y aterrizaje de los Quinjets, los vehículos que usan los Vengadores como medio de desplazamiento, además de servir como zona de estacionamiento de los mismos.
Al igual que ocurre en la mansión Wayne, no todo se encuentra en la superficie; la mansión de los Vengadores también cuenta con subniveles. En el primero de ellos encontramos un completo gimnasio, una sala de quirófanos y una sala en la que se podrán entrenar enfrentándose a diferentes recreaciones de escenas peligrosas. Si seguimos descendiendo, llegaremos a un segundo subnivel que cuenta con una zona de criogenización, un generador de energía que abastece a toda la residencia y una sala de ordenadores conectados con el Pentágono, la S.H.I.E.L.D. y el edificio Baxter. El último subnivel contiene, además de una galería de tiro, una cámara de arsenal y una sala de alta seguridad en la que los Vengadores se reúnen para tomar las decisiones más importantes.
Y como parece ser que los ayudantes ingleses están de moda entre los superhéroes, el amplio personal dedicado al servicio está liderado por el exmilitar inglés Edware Jarvis, quien comenzó trabajando cómo mayordomo de Howard y Maria Stark y sigue hoy día colaborando en todo lo que puede con los Vengadores para hacer su estancia en la mansión lo más cómoda posible. Y del mantenimiento económico tampoco deberás preocuparte, pues, como comentamos anteriormente, la fundación María Stark, la rama benéfica de Industrias Stark, financia todos los gastos que se originan en la mansión.
Si esta mansión es una de las que más te atrae, puedes recorrer el edificio en el que se inspiró Stan Lee a la hora de diseñarla y que ocupa su lugar en Manhattan, pinchando en el siguiente enlace: ENLACE
LA FORTALEZA DE LA SOLEDAD
Alejándonos de los poblados barrios neoyorquinos, nuestra siguiente parada está, ni más ni menos, que... ¡en el Ártico! ¿Quién sería capaz de ir y regresar de allí constantemente sin pillar un buen catarro por un cambio tan brusco y extremo de temperatura? Está claro: hablamos de Superman y su Fortaleza de la Soledad.
Formada por unos inmensos cristales blancos, la guarida del Hombre del Mañana no es de fácil acceso, pues, además de su complicada ubicación, la entrada se abre con una llave que únicamente puede levantar el poder de Superman. Una vez dentro, la estancia se divide en tres espaciosas plantas, las cuales carecen de comunicación mediante escaleras o ascensores, ya que el edificio se encuentra pensado para alguien dotado de la capacidad de volar.
A lo largo de los años, Superman ha ido decorando su guarida secreta con multitud de armas y artefactos que ha ido incautando a sus enemigos, pero si hay algo que destaca en especial, es la inmensa estatua de JorEl y Lara, los padres biológicos de KalEl, sosteniendo el globo del planeta Krypton. Pero estas no son las únicas personalidades que tienen réplica en esta guarida; la Fortaleza de la Soledad cuenta con un museo de cera en el que hay figuras tanto de sus amigos como de sus enemigos.
La Fortaleza de la Soledad también contiene un zoológico con animales de todo el universo en peligro de extinción, un gimnasio adecuado a los poderes de Superman, un proyector de la Zona Fantasma y un superordenador que ocupa una habitación entera. Además, Superman guarda en la Fortaleza de la Soledad un diario en el que van dejando anotados todos los detalles de sus aventuras.
En este punto, cabe decir que, a pesar de lo que denota el nombre mismo de la guarida, y obviando la presencia de los superrobots encargados de su funcionamiento y sostén, Superman no es el único que ha habitado en ella. También hay varias habitaciones para cuando, llegada la ocasión, se haga necesario prestar alojamiento a los pocos que conocen de su existencia, como es el caso de Lois Lane, Batman o Jimmy Olsen.
MANSIÓN X
Siempre te han molado las mansiones, pero, claro, vivir como el ermitaño Wayne no es precisamente tu opción preferida, ¿verdad?, y, por otra parte, tus poderes necesitan mejorar para ganarte un hueco entre los Vengadores. Pues entonces, la Escuela de Xavier para Jóvenes Mutantes es tu opción ideal, pues si de cara a los civiles la Mansión X o Instituto Xavier para Jóvenes Talentos no es más que una escuela para jóvenes superdotados, dentro de ella jóvenes mutantes estudian y entrenan sus poderes para hacer realidad el sueño de su mentor, el científico telépata y líder mutante Charles Francis Xavier (el Profesor X): la utopía en la que el Homo Sapiens y el Homo Superior vivan en paz y armonía.
Ubicada en el 1407 Graymalkin Lane, en Salem Center, una comunidad de North Salem, pequeña localidad del condado de Westcherter, a unos 93 km al noroeste de la ciudad de Nueva York. La mansión comenzó a construirse por los Xavier en 1792, siguiendo los planes diseñados por el arquitecto James Hoban, que también se encargó de diseñar la Casa Blanca. Desde su inauguración, sus amplias estancias decoradas de marfil, mármol y roble encandilaron a todos los que asistían a las múltiples fiestas sociales que se celebraban en ella. Tanto es así que incluso el segundo presidente de los EE UU, John Adams, llegó a considerar la posibilidad de utilizar la mansión como una segunda residencia.
Contrastando con el uso festivo que le daban sus antecesores, su actual propietario, el Profesor X, se ha preocupado por dotar de una gran intimidad a la mansión bajo la fachada de escuela privada, cambiando los salones de baile por las aulas. Así, los ojos extraños que logren superar sus muros solo verán unos bastos jardines, una piscina, una pista de baloncesto, una cafetería... Además, el primer piso está dedicado a la vida escolar, para lo cual hay un comedor, aulas, cocinas, bibliotecas. En este primer nivel también se halla el estudio de Xavier, lugar desde el que se accede a Cerebro, la máquina que utiliza el Profesor X para localizar a otros mutantes.
La segunda planta de esta estructura se encuentra principalmente dedicada a las habitaciones, la tercera está destinada a dormitorios, un teatro y los despachos de algunos miembros de la Patrulla X, como Cíclope, Jean u Ororo. Por último, en la azotea se hallan localizados la habitación de Ororo y un salón de juegos con mesas de billar, videoconsolas, pantallas para visionado de películas...
Como toda buena mansión superheróica, la Escuela de Xavier también cuenta con varios subniveles. El primer subnivel lo ocupan una estancia de atención médica y diversos laboratorios, mientras que en el segundo y último subnivel nos encontramos con toda la tecnología proveniente de la raza Shi'ar y la Sala de Peligro, la cual es capaz de recrear cualquier situación para que los miembros de la Patrulla X entrenen sus poderes. Por último, bajo el subsuelo de la Mansión X también hay un hangar, que alberga el jet de la Patrulla X, el Pájaro Negro.
A pesar de que aquí solo te presentamos cuatro residencias, ten presente que las guaridas de los superhéroes son múltiples y cada cual más insólita, así que, si después de leer este artículo, aún no te has decidido por alguna, siempre podrás vivir en un humilde apartamento de estudiante, como Peter Parker, o, directamente, en casa de tus padres, con tu familia, como Kick-Ass.
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