A LO LARGO de sus setenta y ocho
de años de historia [1], la
figura de Superman ha
permanecido en el subconsciente
de varias generaciones de
entusiastas lectores de la
ciencia ficción, gracias a sus
tebeos, series de televisión,
películas, seriales radiofónicos
o dibujos animados. Un
personaje, el de Superman,
convertido en todo un icono
mundial por obra y arte de todos
aquellos que le han ido dando
vida en todos esos años. Jerry
Siegel y Joe Shuster, sus
padres, los auténticos artífices
de su creación, tuvieron por
seguro que su personaje sería el
comienzo de un nuevo género. El
tiempo les ha dado la razón.
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Portada del ensayo
"Superman: La
creación de un superhéroe"
(Timun Mas,
Barcelona, 2013). |
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…Y SUPERMAN OTRA VEZ
En 2013, coincidiendo con el
estreno del nuevo film de
Superman [2] y la celebración
del 75 aniversario de la
aparición del personaje, la
editorial Timun Mas publica un
excelente libro, Superman: La
creación de un superhéroe,
escrito por David Hernando [3],
quien, en un prólogo preliminar,
nos detalla, entre otras cosas,
cómo Siegel y Shuster [4], ambos
hijos de inmigrantes, se
conocieron, vieron que
compartían inquietudes y lo
dieron todo para crear a
Superman, y, a lo largo de cinco
densos capítulos, coincidiendo
cada uno con una época distinta
del personaje, nos introduce en
Superman, informándonos acerca
de su origen en su etapa de
Educational Comics (EC), su
universo propio dentro de
Detective Comics (DC), las obras
derivadas (series, películas...)
y todas las circunstancias tanto
artísticas como editoriales y
corporativas que han ido
definiendo al superhéroe desde
sus orígenes hasta ahora.
David Hernando, en la actualidad
director editorial del
departamento de cómics de
Planeta, es un autor que ya ha
tocado el universo de los
superhéroes de DC, concretamente
en uno de sus trabajos más
reconocidos por la crítica
especializada, Batman: El
resto es silencio, publicado
por Dolmen. Han tenido que pasar
casi diez años de esa entrega
sobre Batman para
poder leer este libro sobre
Superman, con unas historias que
Hernando pretendía contarnos
hacía ya tiempo, y doy fe de
que, con esta obra, lo ha
conseguido.
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David Hernando,
autor de
"Superman: La
creación de un superhéroe". |
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SIEGEL Y SHUSTER, LA OTRA
HISTORIA
Superman: La creación de un
superhéroe
comienza narrando los orígenes
humildes de los creadores, cómo
sufrieron la Gran Depresión
americana del 1929 y cómo su
sueño por crear un superhéroe
les llevaría a recorrer, ya
desde 1933, varias editoriales,
hasta que, en 1938, acuerdan
con la National Allied
Periodical
Publications, Inc.,
la empresa editora propiedad de
Max C. Gaines, la cesión de la
propiedad intelectual de Superman
durante un periodo de diez años
a cambio de 10 dólares por
página dibujada, además de una
cantidad adicional de 130
dólares.
La aparición del número 1 de
Action Comics, en junio de
1938, sería el pistoletazo de
salida de un nuevo cómic a una
carrera llena de éxitos; tal fue
la acogida que tuvo que Siegel y
Shuster tuvieron que organizar
un estudio con dibujantes
auxiliares para dar salida a
tanto trabajo; contribuyeron
también a ello los problemas de
visión que estaban afectando,
cada vez más, al dibujante, Joe
Shuster.
El negocio le salió redondo a la
National Allie Periodical Publications
(pronto pasaría a llamarse EC
Comics), que obtuvo pingües
beneficios con todo lo
relacionado con Superman; en
tanto Siegel y Shuster apenas
recibieron una media de
quinientos dólares por cómic
publicado.
Siguiendo la estela de éxitos
cosechados por Action Comics,
en 1939 se publicó el primer
número de la revista Superman,
también a cargo de Siegel y
Shuster. La expansión del
personaje no terminó en el mundo
del cómic. Paulatinamente, sus
aventuras fueron adaptándose a
otros medios como radio y cine,
mientras los periódicos
comenzaban a distribuir tiras de
cómic diarias protagonizadas por
el hombre de acero, también
realizadas por Siegel y Shuster.
Un filón que EC supo aprovechar
explotando al máximo el
personaje. Al cumplirse los diez
años del contrato inicial, sobre
la base de la ingente cantidad
de dinero que estaba generando
el personaje y la aparición de
Superboy, los autores deciden
demandar, en 1947, a la
editorial por una cifra
compensatoria de 5 millones de
dólares. Un año más tarde, en
1948, Siegel y Shuster pierden
el juicio sobre Superman, si
bien consiguen una compensación
de 100 000 dólares en concepto
del uso no negociado de la
creación de Superboy. Después de
esto, ambos autores son
despedidos.
Desde ese momento, Siegel y
Shuster inician una caída en
picado y la falta de trabajo
será una constante en sus vidas.
Mientras Siegel se ve obligado a
aceptar el reto de nuevos
personajes y encargos, que no
logran el éxito deseado, Shuster
se va a vivir con su hermano, en
la más absoluta indigencia.
Pasan los años, y la nueva
esposa de Siegel, Joanne Carter,
llama a Jacob S. Liebowitz,
copropietario de DC Comics, y
consigue que, en 1959, vuelva a
escribir para esta editorial. A
partir de ahora escribiría bajo
un seudónimo y sería objeto de
una humillación constante de
parte de Mortimer Weisingir,
editor de DC, que no siente
aprecio alguno por Siegel como
persona ni como guionista; de él
tan solo le interesa el
personaje, Superman. No conforme
con aquella situación, Siegel,
al cumplirse la renovación de
los derechos por el personaje en
1966, apela contra la sentencia
en su contra, que, en 1968,
vuelve a perder a favor de la
editorial. Lo ha perdido todo,
pero prefiere intentarlo una vez
más a quedarse cruzado de
brazos.
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Joe Shuster y Jerry
Siegel, los
creadores de
Superman. |
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No sería hasta 1974, cuando
Alexander Salkind, junto a su
hijo Ilya, manifiesta su
intención de rodar un film de
primera magnitud sobre Superman.
Pero en septiembre 1975, Jerry
Siegel se decide a sacar al aire
todas las penurias que le han
hecho pasar y soportar en DC.
Está dispuesto a contar a la
prensa todo lo que le ha
sucedido, noticia que atemoriza
a la Warner Bros., que teme que
su producción pueda verse
salpicada de una mala publicidad
y arruinar el estreno de
Superman.
Por estas fechas, nuevos aires
han empezado a correr para la
obra creativa y los creadores.
Y, gracias al apoyo que reciben
del dibujante y escritor Dennis
O'Neil y, sobre todo, de Jerry
Robinson y Neal Adams,
dibujantes y escritores también,
Siegel y Shuster, tras una dura
negociación, verían reconocida
su autoría, recibirían 20 000
dólares anuales de pensión para
cada uno, un seguro médico y la
aparición de sus nombres en los
cómics y en la película. El 23
diciembre de 1975, firman el
acuerdo con gran satisfacción;
la obra de su vida por fin
quedaría reconocida ante
millones de personas.
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Joe Shuster, Neal Adams,
Jerry Siegel y Jerry Robinson
celebrando el acuerdo con DC |
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LOS “OTROS” SUPERMAN
El libro incide en constantes
actualizaciones de Superman en
los cómics: la etapa de Dennis
O'Neil y Neal Adams, la de John
Byrne, Dan Jurgens, la de Kurt
Busiek y Carlos Pacheco; o la de
Grant Morrison y Frank Quitely.
Y, también, en los diferentes
editores que ha tenido el
personaje, la diversificación de
títulos o “The New 52” [5], sin
olvidar la impecable
interpretación de Christopher
Reeve, la serie de televisión de
Lois y Clark, o la encarnación
de Superman de Brandon Routh,
del año 2006.
EN CONCLUSIÓN
David Hernando, en este
excelente trabajo, nos relata de
forma soberbia la historia de
Superman y de sus creadores,
apoyado todo ello en una
documentación impresionante,
lleno de lecturas de cientos de
cómics y, en fin, aportando un
sinnúmero de datos de relevancia
que la mayoría de lectores
desconocíamos hasta la fecha.
Completa el libro un prólogo de
Alejandro Martínez Viturtia y un
encarte final de fotos y
cubiertas de estos setenta y
cinco años de historia del
primer superhéroe.
A modo de conclusión, y a título
personal, solo puedo decir que
Superman: La creación de un
superhéroe es un trabajo de
altura, de investigación y muy
ameno, con cuya lectura he
pasado un tiempo fenomenal.
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Portada del N.º 1 de
"Action Comics", en
el que aparece la
primera aventura de
Superman (1938). |
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