CUANDO MUERE EL AMOR
Efímero amor, y larga vida
para seguir amando,
para caminar entre las dudas,
quitando espinas a la flor,
echando pétalos al viento,
provocando tormentas de color.
Hoy miro atrás,
por si acaso se arrepiente.
Mi amor incierto
se oculta entre la maleza
y se divisa su sombra
diluida entre el follaje.
Pero no llega.
Ya no quedan flores en el campo,
he roto la primavera,
y no quiere regresar
para corregir el daño.
Han muerto mis ilusiones,
efímero desengaño prolongado
que me empuja por valles insospechados,
por el abismo sin fondo,
por el túnel sin salida,
por la nada.
El amor, cuando está muerto,
debe enterrarse
mezclado con desechos,
y tapado con toneladas de miedo,
simulando un gran desierto
donde no puedan la vida
ni los cardos repoblarlo.
UNA TORMENTA DE AMOR
Una tormenta de amor
se ha fundido en un abrazo,
no éramos ni tú ni yo,
ni el viento descontrolado,
ni el eclipse de la Luna con el Sol.
Fue un abrazo imaginario
que pasó por mi mente,
cuando esbozaba tu cara
en un retrato
y perfilaba tus labios.
Un silencio atronador
me despertó de mi sueño,
y salí de mi rincón
titubeando.
Me quemó la luz del sol
cuando se abrió la ventana,
pero cuando oí tu voz,
me apresuré hasta la puerta,
comprobando que el abrazo
fue real.
Terminado tu retrato,
lo miraste con cariño,
con el carmín de tu boca,
lo besaste,
y yo salté como un niño emocionado,
poniendo añil en tus ojos,
y rubor en tus mejillas.
Después no sé qué pasó...
QUÉ RARO
Qué raro que siga intacto tu nombre.
No se ha borrado.
Ayer subió la marea,
hoy la arena, ya reseca por el sol,
lo ha respetado.
La gente pasa despacio,
y procura rodearlo.
Qué raro.
Tu nombre vino a mi cita,
pero tú te has olvidado.
LA BARRERA DE LA VIDA
Rompiendo la barrera de la vida,
los límites del tiempo he traspasado,
la cima de mi monte he culminado,
buscando con ardor la fe perdida.
Diviso desde aquí la luz prendida,
en tu balcón de flores adornado,
desde que me marché sigue alumbrado,
pero en tu corazón brilla la herida.
Yo te ofrecí un amor, puro y sincero,
pero llegó la sombra de la duda,
rompiendo poco a poco la pasión.
La nube negra hirió tu corazón,
resuelta, sin piedad y semidesnuda,
soltó sobre nosotros su aguacero.
SE FUE LA SOLEDAD
Se fue la soledad por la mañana,
pero me siento solo todavía,
sin ver la claridad del nuevo día,
que no quiere pasar por mi ventana.
Se escucha el repicar de una campana,
y un pájaro entonar mi melodía,
empiezo a contagiarme de alegría,
aunque mi soledad sigue cercana.
Se fue la soledad, volvió la vida,
vinieron los recuerdos a mi mente,
y vuelven a nacer mis ilusiones.
El goce de vivir viejas pasiones,
que llega hasta mi vida de repente,
dejando esta apatía distendida.
CON ALAS DE ALBATROS
Con alas de un albatros voy volando,
rompiendo la barrera del sonido,
aunque esto te parezca un sinsentido,
al nido del amor ya estoy llegando.
Yo sé que tú me sigues esperando,
y veo desde lejos sorprendido
que esperas mi llegada en ese nido,
que con el corazón fuiste forjando.
Qué bella puede ser esta quimera:
pensar que somos aves, y en el vuelo,
jugamos a querernos sin engaños.
Qué hermosa es la escalera sin peldaños
que tiene su final cerca del cielo,
donde te conocí por vez primera.
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