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ASÍ PIENSA EL POETA
Por Ángel Arquillos López |
La sombra blanca
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Me arrojé al abismo
de la utopía
y sentí, de pronto,
cuando bajaba,
un alivio extraño,
porque notaba
mi paloma blanca que
me seguía.
Con sus tiernas
patas me sostenía
y con gran destreza
me separaba
del abismo incierto
que imaginaba
y volví a mi sueño,
porque dormía.
Una sombra
blanca cruzó mi
estancia,
y retando al miedo
quise tocarla,
pues me arrebató su
dulce fragancia.
Intenté, sin
fe, poder alcanzarla
y cuando logré
ganarle distancia,
desapareció sin
poder besarla. |
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El primer desengaño
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Descubriste el
amor por la mañana,
sin pudor por la
tarde lo gozaste,
por la noche
dormiste y
despertaste,
cuando viste la luz
tras la ventana.
Advirtiendo el
tañer de una
campana,
sin pensarlo, cual
rayo te alejaste.
Afligido y lloroso
me dejaste
por aquella reacción
tan inhumana.
Sin embargo te
quiero todavía.
Si regresas, aquí
sigo esperando,
por la tarde, la
noche y por el día.
No te asombre
que aún siga
soñando,
pues te quiero,
quizá más que aquel
día,
y me duele pensar
que estés jugando. |
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Enfrentarse a la
vida
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Si es preciso me
enfrentaré a la
vida,
con valor,
arrojándome al
vacío,
aunque deba retar en
desafío
al guardián que
custodia la salida.
Yo no puedo aceptar
tu despedida,
agobiado por este
desvarío,
intentando soltarme
de este lío
que aprisiona a mi
alma estremecida.
No es mi meta querer
recuperarte,
sólo quiero que
sepas lo que siento,
porque nunca, mi
amor, quise dejarte.
Si me esperas, lo
juro, no te miento,
que si logro de
nuevo acariciarte,
dejaré la prisión de
mi tormento. |
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El pasado que vuelve
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Cuando el viento
rozó mi cuerpo
inerte,
presentí que eras tú
que regresabas
y lloré, cuando vi
que te alejabas,
cavilando por qué
pude perderte.
No intenté ni
siquiera retenerte
ni pisé por las
huellas que dejabas,
sí, grité, pues
contigo te llevabas
la mitad de mi ser
hasta la muerte.
Ya no es tiempo para
lamentaciones;
aunque el viento me
juegue estas faenas,
he perdido la fe por
rescatarte.
Reconozco que no
podré encontrarte
y procuro disimular
mis penas,
porque laten en mí
dos corazones. |
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Arrepentimiento
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Yo sé que ahora
estás arrepentido
y sufres recordando
tu pasado,
oculto en un espacio
limitado,
creyéndote culpable
de su olvido.
Intentas reparar lo
sucedido
lo mismo que un
asceta retirado,
pensando que tu acto
fue un pecado,
y vives ofuscado y
confundido.
La llama del amor
casi vencida
no pudo resistir el
desencuentro
habido entre los dos
aquella noche.
Se marchitó el amor
por tu reproche
y por la desazón que
llevas dentro,
que son el detonante
de su huida. |
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Tan sólo te amé yo
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Mañana lo sabrás,
siempre decías,
mas nunca tu secreto
revelabas,
porque al llegar el
alba nunca hablabas
y en el atardecer te
sonreías.
No sé por qué motivo
pretendías
obviar aquel
misterio que
ocultabas
queriendo hacerme
ver que te callabas
porque era sólo a mi
a quien querías.
Cuando se destapó tu
gran secreto,
de hinojos medité
por un instante
pensando en la
crueldad de tu
mentira.
Logré ponerme en pie
serio y discreto
y, por disimular tu
cruel desplante,
te di el postrer
adiós firme y sin
ira. |
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El puente de Triana
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Paseando por el
puente de Triana,
te vi llegar erguida
y primorosa
del brazo de un
galán, muy
orgullosa,
coqueta, presumida y
casquivana.
Miraste sin mirarme,
un tanto ufana,
luciendo en tu
melena misteriosa
los pétalos caídos
de la rosa
que yo te regalé por
la mañana.
Espero no volver por
ese puente,
testigo de mi triste
desengaño,
y ser en adelante
más prudente.
Me fui de aquel
lugar como un
extraño,
oyendo murmurar a la
corriente,
que me hizo desde
entonces ser huraño.
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Cuando bese el horizonte
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Cuando bese
el horizonte,
se acabará
mi tormento;
¡me agobia tanto
la vida!
Tengo miedo,
y es que pienso
que se acerca
mi pasado.
La angustia,
la zozobra
y el cansancio
están conmigo.
Cuando quiero
dar un paso,
me detengo,
y si veo que |
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se acerca
la tormenta
de mis dudas
me envilezco,
me arrellano
en un asiento
imaginario,
y cuando
despierta
el sueño,
mis ojos
no ven la vida,
ven el mundo
que no quiero.
Cuando bese
el horizonte,
voy a ser
un hombre nuevo. |
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Mi tristeza
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Abrazado a mi
tristeza
me encontraba
esta mañana,
pero llegó la
alegría
y se iluminó mi
cara. |
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Dejé que pasara el
viento
abriéndole la
ventana,
y se marchó mi
tristeza,
triste,
sin decirme nada |
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ÁNGEL ARQUILLOS LÓPEZ
(Linares, Jaén).
Afincado en Málaga desde
1980, ha trabajado en el
Centro Informático del
Excmo. Ayuntamiento
durante 30 años. Aunque
no ha cursado estudios
universitarios, desde la
infancia se ha sentido
atraído por todos los
géneros literarios; sin
embargo, ha sido la
lírica el que más ha
satisfecho su
sensibilidad estética y
donde su capacidad
creativa se ha sentido
más a gusto.
Ha colaborando en varios
boletines de asociaciones
literarias y en diversos grupos
y foros digitales, en todo caso
de poesía, donde ha sido objeto
de merecidos elogios por su bien
hacer en la composición lírica.
Asimismo, ha participado en
varios concursos literarios y ha
publicado en varias revistas del
movimiento esperantista con
poemas traducidos y originales
compuestos en esperanto.
Recientemente, ha participado en
la redacción del poemario de
autoría grupal El libro de
los Talleres, Edición XVIII
(Editorial Dunken, Buenos
Aires, 2012), en el que se
incluye uno de sus trabajos.
Es autor de centenares de poemas
y sonetos, tanto en la lengua
internacional (esperanto) como
en castellano, y ha publicado
tres libros, uno en castellano
Al son de mis sonetos y
dos en Esperanto: Mediteraneaj
eroj y Mediteraneraj eroj II.
Pronto publicará el tercer
volumen de la serie y un segundo
poemario en castellano.
Es redactor del Boletín de la
Federación Española de Esperanto
y el boletín de la la Asociación
Andaluza Esperanto de la que
también es presidente.
Quienes estén interesados en
conocer la asociación pueden
visitar su blog, pulsando aquí:
Asociación Andaluza de
Esperanto. | | |
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GIBRALFARO. Revista de Creación Literaria y Humanidades. Publicación Trimestral de Cultura. Sección 2. Página 4. Año XIII. II Época. Número 84. Abril-Junio 2014. ISSN 1696-9294. Director: José Antonio Molero Benavides. Copyright © 2014 Ángel Arquillos López. © Las imágenes, extraídas a través del buscador Google de diferentes sitios o digitalizadas expresamente por el autor, se usan exclusivamente como ilustraciones, y los derechos pertenecen a su(s) creador(es). Depósito Legal MA-265-2010. © 2002-2014 Departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura. Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Málaga.
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