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NINFA MARÍA ESTELA GONZÁLEZ DE PETTERSON. Q. E. P. D.
In Memoriam
Por Ninfa Estela Duarte Torres |
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EL LLAMADO DEL SEÑOR...
Entonces... no pude contar
el cuento de mi vida,
porque se fue a destiempo
el Hada que cuidaba
a la niña que había en mí.
Ya el sol estaba naciendo
del otro lado de la persiana
de mi cuarto, cuando me llegaron
las palabras...
“aquellas palabras”.
Sentí tanto dolor... ¡tanto!,
me pareció que el suelo
desaparecía debajo de mis pies,
y se apagaron los reflectores.
Todo quedó a oscuras,
me cubrió un manto negro,
y un torrente de lágrimas
llenó el cuenco de mis sentires.
Desbordado cual caudaloso río,
iba repitiendo mi penar;
fue allí que nació mi dolor de ausencia,
de lejanía... de nunca más...
En ese instante, antes desconocido,
entendí que salías rauda de mi alma
rumbo al azul-celeste que invocabas
en tus oraciones cada día.
¡El llamado del Señor
fue más urgente! |
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PARA SIEMPRE...
Estaba amaneciendo,
un sol amarillo, viejo conocido,
crecía lenta, majestuosamente,
sobre las verdes montañas,
sobre las aguas encrespadas,
celeste-plata del inmenso mar...
Crecía...
Como crecen los girasoles,
mientras clareaba un día como otro,
como miles, pero tristemente gris...
Amaneció
un invierno de luto y adiós,
invierno de mirar vacío,
invierno de nieves tempranas,
invierno de mortaja.
Un color de tiempo sin ayeres
de ayeres mudos que caían
sobre mis hombros
como diciendo... “me voy”.
No... No fue un día como otros,
ni fue un día como miles,
fue “el día” que se iba
llevando su vida para siempre.
Estaba amaneciendo
un día diferente
que sería “eterno”
en mi corazón.
Estaba amaneciendo
y ella se iba para siempre. |
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CAMINO...
Noche de insomnio.
Se escondieron las estrellas prudentes,
lánguida oscuridad...
El sol desparrama perezoso
una tenue luz macilenta
sobre los tejados rojos de mi pueblo,
sobre las colinas y el valle quieto,
esparciendo su palidez amarilla
manchada de rocío...
Un lento amanecer cubre desganado
las rosas del jardín soñoliento
y su aroma despierta mis letras,
que, convertidas en blandos acentos,
van arañando mis sentires confusos.
El silencio se despereza sediento
con la brisa fresca del invierno
y, juntos, pasean entre las ramas
del tajy florecido, soltando una lluvia
de pétalos lila para alfombrar con ellos
el camino de una sutil añoranza.
Un camino largo y solitario,
camino que va callando tu ausencia,
camino sin tus pasos,
camino ausente de tu sonrisa,
¡solo camino! |
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MIS ANCHOS LLANTOS...
El destino tiene las puertas cerradas,
las errantes estrellas se retratan
en la aurora rojiza y callan.
El tiempo es el olvido de los recuerdos,
toma las escenas confusas,
los momentos que viven callados,
y, convertidos en brisa,
recorren las aguas de anchos mares,
hasta anclar en lejanas orillas,
dejando en sus pliegues
mil caricias mustias.
Conocí la aurora de tus pupilas
antes de volverse ciegas
a causa de los oscuros vientos
que el destino plantó en ellas.
Y en esas playas hoy mudas de azul
se interrumpieron los aleteos
de las gaviotas madrugadoras.
Las aguas ariscas contagiaron
los sones del trueno, y la lluvia,
llevando a mar abierto
las gotas de mis anchos llantos. |
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TUS OJOS...
Quedaron fundidas a mis pupilas
dos gemas brillantes como un cielo en pleno día
y una dulce sonrisa en el crepúsculo
que despiertan mis anhelos de tenerte cerca.
Un día se cerraron y penetraron en mi alma
donde hoy anidas callada.
Las huellas de esos tus ojos amados
tienen el encanto de una noche azulada
y la magia transparente del mar
que en sus olas reflejan las alas
de mil gaviotas bullangueras.
Tus ojos quedaron fundidos con los míos
y, desde las espumas que deja el mar
sobre mis pies desnudos,
una pregunta me llega:
¿qué nombre tendrá
el próximo aleteo del destino? |
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¡Tan lejos de mí se apagó la luz de tus ojos...!
¡Tan lejos de mí dejaste tu última sonrisa...!
¡Tan lejos de mí abriste tus alas
y emprendiste el vuelo eterno...!
Tan lejos de mí, que tus labios no tuvieron
tiempo de decirme:
“Te
quiero mucho, mami”.
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HASTA AYER...
El cielo bosteza su cansancio de días,
las gotas de rocío amanecidas
pintan arco iris sobre la luna,
todo es quietud en mi mundo.
El silbo del viento saluda al pasar,
un zorzal eriza su plumaje gris
y un salmo entrecortado —muy antiguo—
sale de su pico ámbar.
La calandria, que observa de lejos,
suelta unas corcheas sobre la rosa
y le sonríe desde una nube:
es el triunfo del amor sobre el dolor.
Se deslían en pétalos mis sentires,
llega una brisa que mece las flores
y un halo de azules abre sus alas
con los colores más vivos y bellos,
haciendo crecer la primavera
sobre mi callado invierno...
En la gota que adorna la rosa
—rocío mañanero—
se pinta un paisaje de amor maternal
en tonos sepia copiados del cielo.
La fresca llovizna de agosto cae perezosa
sobre el nido abandonado,
que suspira un momento mojado
por el recuerdo de un tiempo
que fue bueno hasta ayer. |
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ESTÁS EN MÍ...
¡Sucedió todo tan de repente...!
Fue apenas un suspiro en aquella madrugada,
y todo, todo este mundo que conozco
se transformó en un erial...
¡Tan lejos de mí se apagó la luz de tus ojos...!
¡Tan lejos de mí dejaste tu última sonrisa...!
¡Tan lejos de mí abriste tus alas
y emprendiste el vuelo eterno...!
Tan lejos de mí, que tus labios no tuvieron
tiempo de decirme:
“Te quiero mucho, mami”.
Sólo a tu corazón lo encontré
latiendo dentro del mío.
Lo arropo cada noche con amor
y comparto sus palpitares
en cada suspiro,
en cada sonrisa,
en cada lágrima...
Desde ese día, sé que
estás en mí... |
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El silencio se despereza sediento
con la brisa fresca del invierno
y, juntos, pasean entre las ramas
del tajy florecido, soltando una lluvia
de pétalos lila para alfombrar con ellos
el camino de una sutil añoranza.
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Ninfa Estela Duarte Torres
(Ca’acupe, Paraguay). Docente,
correctora, escritora y poeta,
vive en Asunción y es profesora
en varios centros y otros
organismos docentes. Ha
publicado varios libros
relacionados con la didáctica de
la lengua y la literatura, entre
ellos: Manual Práctico de
Ortografía (Nivel
Medio), Caminemos
(Lecturas para Nivel Primario),
San Lorenzo, su historia,
su gente (investigación
histórica), El Chaco, mi
Patria (Textos para la
Comprensión Lectora),
Mitos Guaraníes, cuentos
y leyendas (Asunción,
2006), Duetos y abrazados.
Diálogos románticos
(Córdoba, Argentina, 2005) y
Semblanza de un Luchador,
Ciriaco Duarte (San
Salvador, 2011). Además de sus
obras de creación, cabe citar
las Antologías compartidas:
Lenguaje de Pluma y Tinta
(Ed. Novelarte), Colores
en Tiempos Literarios
(Ed. Cenediciones),
Conjugando las Artes
(Ed. Novelarte), Navegando
Sueños (La Barca de
Fredy, San Salvador, 2010),
Horizontes Azules (La
Barca de Fredy, San Salvador,
2010), Un Poema para
Neruda (Navegando
Sueños, San Salvador, 2011) y
El Rostro Secreto de Eros
(Parnassus, Buenos Aires, 2011),
Latidos del corazón
(Astrid Pedraza de la Hoz,
Bogotá, 2011), Poemas
Oceánicos (La Barca de
Fredy, San Salvador, 2011)y
Mil poemas para Neruda
(Alfred Asís, Chile, 2011).
Su labor creativa ha sido
galardonada en los Concursos
Internacionales de Poesía
Cenediciones y Novelarte,
celebrados en Córdoba,
Argentina, en reiteradas
ocasiones.
Puede leerse su producción literaria en los blogs: «Ninfa
Duarte», «Mis
palabras Azules»
y «Ninfa,
Cuéntame un Cuento». |
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GIBRALFARO. Revista de Creación Literaria y Humanidades. Publicación Trimestral de Cultura. Sección 2. Página 7. Año XVII. II Época. Número 99. Enero-Marzo 2018.
ISSN 1696-9294. Director: José Antonio Molero Benavides. Copyright © 2018 Ninfa Estela Duarte Torres.
© Las imágenes que ilustran la selección poética, así como los derechos a que hubiere lugar, pertenecen a la autora. Depósito Legal MA-265-2010. © 2002-2018 Departamento de Didáctica de las Lenguas, las Artes y el Deporte, adscrito a la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Málaga & Ediciones Digitales Bezmiliana, Castillón, 3, Rincón de la Victoria (Málaga).
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