AMOR EN CADA OCASO

  

Día tras día mostrándose altivo

con su espléndida belleza,

pintando los verdes campos y tajyes

con su luz amarilla,

brindando alegría a los labriegos

y el jugueteo de los niños;

todo un día de arduo trabajo

para hacer que florezcan las rosas,

que broten las sementeras

y maduren las espigas.

  

Es corto el momento para el amor

y es largo el día para esperar;

                    desde su altura,

enviando miradas ardientes,

tibias caricias hacia su sitio amado.

  

Una agotadora jornada

para recorrer todo el cenit

entregando sus rayos bienhechores,

envolviendo con su halo

las semillas bajo tierra,

los nidos con polluelos,

                      y colores al arco iris…

todo un mundo de entrega generosa.

  

Nunca el cansancio frenó su labor

ni menguó el fruto por nacer;

nunca un guiño a la amada

dificultó su tarea cotidiana;

no conoce vacaciones

ni paradas por dolores,

ni descanso bajo la sombra;

día tras día mostrando su belleza

sonriéndole al río,

al pastizal sediento,

al árido desierto,

y cobijando en su corazón

un deseo ardiente de estar

junto a su amada tierra,

suya siempre, día tras día,

                       en el ocaso.

  

En ese ocaso ineludible,

el divino sol comienza el rito,

baja lentamente a besar su frente,

va poniéndose rojo

de rubores viejos,

y su cuerpo ardiente acaricia la tierra

                                     y la penetra…

es el coito inevitable,

va introduciéndose suavemente

en la amada que lo estaba esperando

con la sed de tenerlo

con el calor heredado,

y lentamente el sol la hace suya

con ternura infinita

con inmenso placer,

hasta que la tierra acepta

entregarse a sus rojas llamaradas.

  

Y queda luego satisfecha

con su latir sereno,

su atardecer deseado

pleno de frescura,

su tranquilo dormir,

exhaustos los dos

del arduo trabajo,

y satisfechos de amor,

esperando el mañana

para repetir el rito sagrado

del coito natural del universo…

                        El sol y la tierra

que, a espaldas de la luna,

se aman en cada ocaso.

  

  

*     *

  

  

ESCRÍBEME UN RETRATO

  

Escribe un retrato de mi yo

con pinceladas de azul intenso

que salga de tu corazón,

sin toques de vivos colores,

solo los necesarios:

     matices rebeldes,

     tonos ariscos,

     esfumados contornos…;

mi  alma tiene sus propios encantos

que, aunque transparentes,

              se vuelven suaves;

un día, oleajes y otro día, poesía;

                                       por eso,

sus aristas y sus tonos son cambiantes

como un paisaje en tornasol.

  

Quiero un retrato de mi yo,

real, severo, mutante,

          caprichosa,

                    malcriada,

                               insoportable,

de ese yo que nadie conoce como tú;

no hagas bosquejos en negro y blanco,

porque la blancura es para las debutantes

que visten tules y coronas

por el orgullo eterno de ser castas;

yo tengo años encima

y de castidades viejas ya pasó un siglo,

                aunque…

guardo madreselvas

como para engalanar mil balcones.

  

Hazme un retrato de palabras osadas

con excelsas metáforas

e imágenes de ninfas desnudas,

certero abecedario

para que vibren en mi piel

                  tus emociones,

en besos de dulzura eterna,

y en mi cuerpo de ondina

meciéndose suave

un antiguo arrebol

por deseos postergados

de sentirte en mi piel.

  

Píntame un poema en tu voz

con tu fiel decir,

de amante ardoroso

tórridas maneras

que pasean por tus poros

y le contagian calores

a mis sentires presentes…

  

Dibújame una poesía existencial

con rostro de diosa pagana,

maneras descaradas,

sangre de fuego,

volcán en erupción;

con sus latires apurados,

una sonrisa de entrega,

              y este corazón

palpitando en tu fuego…

Hazme un retrato que salga de tu corazón.

  

  

*     *

  

  

¿DÓNDE ESTOY YO EN REALIDAD?

  

Sumergida en profundas simas del sentimiento,

dueña del egregio poder del intelecto,

en medio de las dudas de impenetrables arcanos,

se revuelven las escenas inmutables del destino

que marcan los espacios indomados de mi vida...

  

Vigía permanente de altas cimas e infinito azul,

siguiendo las estelas de extraños meteoros,

en perpetuo dialogar con el mágico poder

que vaga en busca de respuestas y adjetivos

se extasía mi alma con errabundos aforismos...

  

Surgen los enigmas que interpelan a mi yo

sobre el silencio remoto que acompaña mi sino,

y en fatídicas jornadas bañan de lluvia mis adentros,

sin deslindar memorias o recuerdos, amores o dolores,

¿qué verdades esconden los misterios

                                       que siempre me acompañan?

  

Nereida de lejanos mares y cercanos islotes rebeldes,

en permanentes lides sin triunfos merecidos,

vaga una sombra revejida de mi antigua alegría

con puñales hundidos en sus pechos huérfanos

y en eterna nostalgia de intrépidos amores...

  

¿Qué pregunta aún me resta para la próxima alborada?

De nuevo surge el silencio remoto que acompaña mi sino.

Grita su callada voz de simiente y siega, de semilla y dulzor,

contagiando al espacio de instantes colmados de un gozo diferente,

extraídos de la infinita verdad que oculta me vive,

alimentando rubores y arengando mis amores...

  

Este enigma severo e insistente de todos mis días

es mi yo constante y escondido que me impulsa a gritar

                                   ¿dónde estoy yo, en realidad...?

  

  

  

  

                                       
 

Título: «El beso»

Autor: Gustav Klimt

Realizado entre 1907 y 1908

Técnica: Óleo, plata y oro sobre lienzo

Medida: 1,80 x 1,80 m

Exposición: Österreichische Galerie Belvedere

País: Viena

 

    

    

     

Ninfa Estela Duarte Torres (Ca’acupe, Paraguay). Docente, correctora, escritora y poeta, vive en Asunción y es profesora en varios centros y otros organismos docentes. Ha publicado varios libros relacionados con la didáctica de la lengua y la literatura, entre ellos: Manual Práctico de Ortografía (Nivel Medio), Caminemos (Lecturas para Nivel Primario), San Lorenzo, su historia, su gente (investigación histórica), El Chaco, mi Patria (Textos para la Comprensión Lectora), Mitos Guaraníes, cuentos y leyendas (Asunción, 2006), Duetos y abrazados. Diálogos románticos (Córdoba, Argentina, 2005) y Semblanza de un Luchador, Ciriaco Duarte (San Salvador, 2011). Además de sus obras de creación, cabe citar las Antologías compartidas: Lenguaje de Pluma y Tinta (Ed. Novelarte), Colores en Tiempos Literarios (Ed. Cenediciones), Conjugando las Artes (Ed. Novelarte), Navegando Sueños (La Barca de Fredy, San Salvador, 2010), Horizontes Azules (La Barca de Fredy, San Salvador, 2010), Un Poema para Neruda (Navegando Sueños, San Salvador, 2011) y El Rostro Secreto de Eros (Parnassus, Buenos Aires, 2011), Latidos del corazón (Astrid Pedraza de la Hoz, Bogotá, 2011), Poemas Oceánicos (La Barca de Fredy, San Salvador, 2011)y Mil poemas para Neruda (Alfred Asís, Chile, 2011). Su labor creativa ha sido galardonada en los Concursos Internacionales de Poesía Cenediciones y Novelarte, celebrados en Córdoba, Argentina, en reiteradas ocasiones. Puede leerse su producción literaria en los blogs: «Ninfa Duarte», «Mis palabras Azules » y « Ninfa, Cuéntame un Cuento».

    

    

GIBRALFARO. Revista de Creación Literaria y Humanidades. Publicación Trimestral. Edición no venal. Sección 2. Página 8. Año XVII. II Época. Número 101 EXTRA. Julio-Septiembre 2018. ISSN 1696-9294. Actualizado: 8 Mayo 2024. Director: José Antonio Molero Benavides. Copyright © 2018 Ninfa Estela Duarte Torres. © La imagen se usa exclusivamente como ilustración del texto y ha sido tomada, a través de internet, de la web oficial de la Galería Austriaca Belvedere, de Viena. Diseño y maquetación: EdiBez. Depósito Legal MA-265-2010. © 2002-2018 Departamento de Didáctica de las Lenguas, las Artes y el Deporte. Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Málaga & Ediciones Digitales Bezmiliana. Calle Castillón, 3. 29.730. Rincón de la Victoria (Málaga).

   

   

       

  

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