III. Dos mundos

  

El arriate dando cobijo a jazmines volanderos.

En este lado, las flores y el agua,

y en el otro, los conejos.

El patio de la poesía y, puerta allá, el de la prosa.

Una mujer menuda —luto en el pecho, nieve en las sienes—

camina entre dos mundos.

De la risa y el trabajo teje sus días

mientras sus hombres

—omisión, misticismo—

faltan a sus promesas.

  

  

  

  

VII. Silencios

  

Hay un silencio ruidoso en la era este verano.

El silencio de la chicharra y el del trillo.

El silencio de la yunta, parsimoniosa,

conocedora de adónde va en su horizonte circular.

Un hombre joven acompaña el calor de la tarde con el agua del pozo.

Y una niña,

venida de donde los ruidos son silenciosos,

carga el corazón con trozos del estío.

  

  

   

   

XIII. Regreso

  

Siempre llueve en la estación de Francia.

Los agostos son octubre cuando llegamos

como quien vuelve de la guerra.

Un taxista, siempre gallego, nos da el parte:

                             Llueve desde la Virgen.

Los andenes han vuelto a llenarse de maletas con cuerdas.

Un pantalón corto y una piel morena me defienden del agua.

Desde la marquesina, como prueba final,

hay que atravesar la cascada que separa el verano del invierno.

Ya no lloro porque, cuando desde el sevillano se ve el mar,

se sabe la sentencia cumplida.

Aprieto la bolsa de los roscos

—hechos fuera de tiempo como premio de consolación—.

Se ven las palmeras del puerto. Y Colón.

Y, más allá, la herida de la ciudad vertida.

Fábricas, grises y tristezas, a través de la sucia ventanilla.

El piso se ha achicado cuando entro.

Las baldosas no huelen a nogalina

  

  

  

  

XVI. Los bancos del paseo

  

Los bancos del paseo siempre estaban calientes.

Era el sol de justicia y era, ya en el crepúsculo,

los que cuerpos que se hablaban.

Mocita soy y mocito busco.

Es lo aprendido.

A mirar sin mirar.

A arreglar la rebeca bajo la barbilla como una actriz italiana.

Soy como un leve pescadito que bucea entre la luz de ocaso.

  

  

  

  

XX. Cuando nos llegue el momento

 

Cuando nos llegue el momento,

como a Aureliano,

de estar ante el pelotón de fusilamiento,

recordaremos las tardes de estío,

el sabor de las granadas,

los charcos en los primeros días del otoño.

Como Aureliano,

encarando los cañones que se nos llevarán el alma,

recordaremos los olivos polvorientos,

el fragor de las chicharras,

el beso de unos labios.

Se nos llenará la memoria de lo vivido

y, extrañamente, de lo no vivido.

Sumergiremos la cabeza en un agua cristalina y fresca.

Oiremos, en un eco infinito,

el nombre que nos dieron

y el nombre que el tiempo nos quitó.

Cubriremos el dedo con un dedal pequeño

y, agujas en el aire,

bordaremos mañanas de aleteos

y noches de susurros.

Cuando digan disparen

tendremos la certeza

de haber sido grandes siendo chicos,

de haber hilado el mundo a nuestra semejanza.

  

  

  

  

XXIX. La pena es una chica

  

La pena es una china metida en el zapato.

Es una siesta encamarada por un castigo ¿injusto?

La pena es un destierro.

La pena es una cuesta abajo.

La pena es un recuerdo diluido.

La pena es no saber que vienen penas.

  

  

Esta selección de poemas ha sido tomada de su libro La memoria inclemente, Ediciones En Huida, Sevilla, 2018.

  

  

  

  

  

  

  

  

Ana María Ruano Benítez (Cuevas de San Marcos, Málaga) vive y trabaja en L’Hospitalet de Llobregat, Barcelona. Maestra durante muchos años, actualmente es psicopedagoga en el Institut Mercè Rodoreda, de su residencia habitual. Escribe por necesidad, porque siente que debe hacerlo, que es lo único que, en la sabia opinión de Rilke, debe justificar el persistir en la escritura.

En 2018 publicó La memoria inclemente, un libro de poemas y también una pequeña caja donde se atesora el recuerdo. Y el tiempo. Porque el recuerdo no es más que el reflejo del tiempo. Y la necesidad de hacerlo presente, de traerlo al día a día, como ejercicio de escape y como urgencia para abordar los días venideros.

Recientemente, en junio de 2019, ha publicado un libro de relatos cortos, Querida amiga (y otros cuentos), en CoolBooks, de Platero Editorial.

    

    

GIBRALFARO. Revista de Creación Literaria y Humanidades. Publicación Trimestral. Edición no venal. Sección 2. Página 9. Año XVIII. II Época. Número 104. Julio-Septiembre 2019. ISSN 1696-9294. Director: José Antonio Molero Benavides. Copyright © 2019 Ana María Ruano Benítez. © Las imágenes, extraídas a través del buscador Google de diferentes sitios relacionados con la estética músical, se usan exclusivamente como ilustraciones, y los derechos pertenecen a su(s) creador(es). Diseño y maquetación: EdiBez. Depósito Legal MA-265-2010. © 2002-2019 Departamento de Didáctica de las Lenguas, las Artes y el Deporte. Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Málaga & Ediciones Digitales Bezmiliana. Calle Castillón, 3. Ático G. 29.730. Rincón de la Victoria (Málaga).

    

    

   

 

Servicio de tr�fico web