«El flamenco es algo más que una música popular y un conjunto de tradiciones y costumbres: el valor musical y filosófico del flamenco está más allá de “lo folklórico”.»
II
«Permíteme, aficionado al flamenco, decir algo sobre el sintagma “poesía flamenca”, ya que necesita de algunas precisiones, las cuales he visto claramente en el ramillete de coplas que forman Raíz Flamenca. La poesía flamenca es (a la vez) “poesía popular y (poesía) tradicional.»
III
«Es “poesía popular” no solo porque la canta el pueblo sino también porque (…) “…hay otra poesía natural, breve, seca, que brota del alma como una chispa eléctrica, que hiere el sentimiento con una palabra y huye, y, desnuda de artificio, desembarazada dentro de una forma libre despierta, con una que las toca, las mil ideas que duermen en el océano sin fondo de la fantasía; la poesía popular es la síntesis de la poesía”.»
IV
«Y es “poesía tradicional” (porque es esa) “… otra clase de poesía más encarnada en la tradición, más arraigada en la memoria de todos, de recuerdo más extendido y más reiterado; el pueblo la ha recibido como suya, la toma como propia de su tesoro intelectual, y, al repetirla, no lo hace fielmente de un modo casi pasivo, sino que, sintiéndola suya, hallándola incorporada en su propia imaginación, la reproduce emotiva e imaginativamente y, por tanto, la rehace en más o en menos considerándose él como una parte del autor”.»
V
«Una de las notas más características y relevantes de Raíz Flamenca es que la autora ha sabido captar —lo vivió desde niña— la esencia metafísica del flamenco y “lo flamenco”.»
ALFREDO ARREBOLA, Villanueva Mesía, Granada, 2009.
HOMENAJE
A Juan Casillas
En los matices de tu voz había
trozos de tarde y pájaros en vuelo,
altas estrellas y un tupido velo
que el aire de tus manos sostenía.
Y el acorde final se detenía
en las sencillas flores del majuelo
hasta las blancas nubes de tu cielo
bajo la vulnerable celosía.
Pasó la muerte con la petenera
y tras de ella te fuiste embelesado
a dormir como el grano por la era.
Sin tu voz nos quedamos desvelados
y en la noche tus notas se perdieron
con el llanto de los desconsolados.
SOLEARES DE TRES VERSOS
Que tu querer siempre fue
solo musarañas mías,
un sueño que yo soñé.
*
El viento me dijo a mí
que tú nunca me quisiste
como yo te quise a ti.
*
¡Qué feliz tiene que ser
In que se mire en tus ojos
para hablarte del querer!
*
Desde que murió tu amor
cesó mi verde alegría
y comenzó mi dolor.
*
Anochecí junto al río
para decirle a la orilla
lo mucho que te he querío.
*
En el temblor de esa rama
canta un pajarillo triste
debajo de mi ventana
*
Pasa el viento y paso yo,
vamos juntos de la mano
buscando tu corazón.
*
Lloraba la madrugá
y de sus lágrimas puras
nacía la soleá.
*
Tu ausencia se me clavó
dentro de esa esquinita
donde vive el corazón.
*
Cuando llegue el mes de abril,
tráeme todas las rosas
que viven en tu jardín,
*
Con la luz del cigarro
recorrí aquel camino
sembraíto de guijarros.
*
Amanecí junto al río
bajo los álamos verdes
y muertecita de frío.
*
Llegaron las golondrinas
a sacarme de esta pena
todas las negras espinas.
*
Que te quiero regalar
una casita en el campo
de paredes encalás.
SEGUIRIYAS
Al bajar la escalera
le dije a la muerte
que aliviara el dolor de mi pecho
de tanto quererte.
*
Como pasa el viento
por este lugar,
así va pasando este sentimiento
que me hace llorar.
*
A quererte tanto
estaba yo hecha
que el día llegó en que no te quise,
y no me di cuenta.
*
Puse yo mi vida
en tus ojos negros.
pero llegó el viento de la mala suerte
y quedé sin ellos.
*
Por el negro puente
de la noche negra
en la soledad se muere la luna,
y nadie la vela.
PETENERAS
Por la ausencia de tu voz
la muerte me está llegando
y por esa misma ausencia
en la muerte estoy vagando.
*
Solo pretendo olvidarte
y en ello pongo mi empeño,
pero al mirarte a los ojos
olvido lo que pretendo.
*
Con la devoción de un rezo
entraste en mi corazón.
Hoy rezo para olvidarte
con la misma devoción.
*
Desde que viera tus ojos
la pena viene conmigo
de noche como de día
bajo este cielo plomizo.
*
Hoy maldigo aquella tarde
en la que te conocí.
Si no podía quererte,
para qué viniste a mí.
*
La soledad me acompaña.
Con soledad vivo yo.
Llevo soledad en el alma.
Soledad tiene mi voz.
*
Cómo duele tu recuerdo.
Cómo me hiere tu voz.
Cómo lloro por tu ausencia.
Cómo me mata tu amor.
*
Dime, viento, si en mi piensa
cuando en él estoy pensando,
pero no le digas nunca
que por él estoy llorando.
*
Pasaba la madrugá
y yo estaba en el balcón
hablando con el silencio
de tu olvido y mi perdón.
*
Todo lo que me dijiste
el viento se lo llevó,
por eso aguardo en el viento
la música de tu voz.
*
Por mi casa pasa el rio,
río que mueve una rueda.
Rueda que besa al molino
del que soy la molinera.
*
Cuando subo basta tu calle
siempre miro a tu ventana,
por si estuvieras en ella
y tus ojos me miraran.
SERRANAS
Por el monte la luna
sale cantando
y el lucero del alba
la está esperando.
*
Debajo de la encina
mayo florece
y canta mi serrano
si le apetece.
*
Dice, niña, la aurora
que tienes frío,
en mi pecho te traigo
fuego encendío.
*
Como lluvia de abril
en la ventana,
llueven tibios los besos
de mi serrana.
*
El lentisco del monte
tiene semilla
como gracia en la cara
mi Mariquilla.
*
En la flor del romero
liba la abeja,
mientras pasa el cabrero
con las ovejas.
*
Abriladas te dan
de vez en cuando,
y como el mes de abril
sales llorando.
*
Cuando pasa la garza
cerca del ciclo,
siempre le digo adiós
con mi pañuelo.
*
Quita, niña, los hierros
de tu ventana,
y te canto sin ellos
una serrana.
NOTA del EDITOR
Esta selección poética se corresponde íntegramente con afirmaciones contenidas en el texto prologal firmado por Alfredo Arrebola y I. Evocación, parte primera en que aparece dividido el poemario Raíz Flamenca, publicado por Editorial Juan de Mairena y De Libros Editorial, Málaga, Octubre 2009.
Encarna Lara (Cuevas de San Marcos, Málaga) es diplomada en la especialidad de Ciencias Humanas por la Escuela Universitaria de Formación del Profesorado de E. G. B. de la Universidad de Málaga, académica correspondiente de la Real Academia de Nobles Artes de Antequera, miembro de la Sociedad de Escritores Españoles (ACE) y se halla incluida en la Antología de Poetas Andaluces. Siglo XXI, que edita el poeta y pintor cordobés Fernando Sabido Sánchez.
Sus primeros escritos aparecen en textos colectivos; así, el que va a ser su primer poema verá la luz en un número de los Cuadernos de la Academia Iberoamericana de Poesía, publicado en 1994, en homenaje a León Felipe, con textos de otros autores. El segundo de sus poemas publicado está dedicado al poeta cubano José Martí y el tercero, a la poeta argentina Alfonsina Storni.
En 1996 cuando publica su primer libro propio, Perfil de silencio, acogido muy positivamente por la crítica. Ese mismo año, la revista Ánfora Nova publica su poema “La mañana”, dedicado al poeta amigo Mariano Roldán. En 1997, participa en el libro Poesía y democracia, y en la revista Extramuros, que edita la Universidad de Granada, aparece el poema “Invocación”. Por estos años, colabora asimismo en la revista Calas, Arena y cal, La Fuente, Aguamarina, Tres orillas y Turia, entre otras. En 1998 participa en Ora marítima, obra colectiva de creación poética. Su segundo libro, Caudal de Voces, aparece publicado un año más tarde, en 1999, en la cuidada colección “Puente de la Aurora”. Por esta época, invitada por la poeta madrileña Paloma Fernández Gomá, colabora en el libro Arribar a la Bahía, encuentro de poetas en el 2000, publicado ese mismo año en Algeciras por la Delegación Provincial de Cultura.
Ya en 2001, aparece su tercer poemario, titulado Páramos prohibidos, en la colección “Agua de Mar”, que edita el CEDMA. En 2008 publica su cuarto libro de poemas, Desde la orilla, coeditado por el Ayuntamiento de Cuevas de San Marcos (Málaga) y el CEDMA. Este mismo año se alza con el Primer Premio de Poesía del certamen “Encuentros por la Paz”, de San Pedro de Buceite (Cádiz). El poemario Raíz flamenca aparece en 2009, prologado por el profesor y cantaor Alfredo Arrebola y publicado por Juan de Mairena Editores. Esta incursión en la poesía popular la anima a colaborar en la revista malagueña Calle del Agua.
En 2018 aparece publicada la que nos presenta como su última obra y que nos ha servido de fuente para esta selección, El Desván de Josefina, un poemario bellamente ilustrado por Beatriz Campillos y acertadamente prologado por Ana María Romero Yebra. La edición ha corrido a cargo de CEDMA y se ha erigido como una primera incursión de la autora en la poesía infantil.