PINCELADA BOHEMIA

 

Invierno. Víspera de Saturnales. Mediático frío siberiano.

Las luces arden.

 

Desde aquí se divisa un mar petroleado.

 

Las sirenas cantan con sus voces naranjazules

y las raíces de los sauces han invadido la casa azul.

 

El timbre es una chicharra chirriante

                            con ruda ronquera.

 

Abre el camarero-jefe de la casa

que aguarda la tertulia de contrabando.

 

Se templa en su rostro la languidez

                 de una juventud canosa.

 

                   El poeta viste su vida burguesa

bajo la apariencia de un dandi de etiquetas.

 

Recita suave como el que tiene la clave

para abrir el polvorín de Pandora.

 

Miro a su pareja con disimulo interesado:

            mujer risa estirada treintaitantos.

 

Cae en su copa de rioja una pestaña.

 

              Entre poema y poema, aplausos,

yo aprovecho para toser intelectualmente,

apurar la cerveza y los cacahuetes rancios.

   

   

  

  

  

  

UN FILO DELGADO Y CUASI ASCENDENTE

 

Un filo delgado y cuasi ascendente de humo

               por mi labio superior pasa pesado.

 

               Lo aspiro.

 

Las chaquetas están dispuestas

              en los aterciopelados sillones,

una encima de otra, como si copularan

con la monotonía de un color nauseabundo

y una mezcla de olores ásperos y arenosos.

 

Aparece un relámpago de deseo

que se hace volcánico e inmenso.

 

Salimos rodando hacia arriba

con una abrupta matemática pitagórica.

 

                        En el camino:

el aire plomeado de la ciudad

que choca con la luz violácea de palmeras sedientas

un chiquillo rasguñado

que chupa su herida ferrosa que escuece

el hijo bastardo del barbero

que apunta a los solteros en una lista…

 

Y nosotros, con nuestra altivez de capones viejos,

                  vamos a colorear fuera de las líneas.

  

  

  

  

  

  

DE UNA MORALIDAD HIPÓCRITA

 

Llegamos en acelerados latidos timbalescos

con una esperanza incandescente,

la sangre se sostiene en fibras acrobáticas

y tocan un son pagano las órbitas descuadradas.

 

Ellas, con el miedo a lo extraño,

nosotros, a lo ya conocido

(y a los posibles conocidos).

 

La carne no se acostumbra al roce y el dinero escasea.

     Mañana será otro día.

 

Noticia en el periódico provincial:

                     «Tiempo de crisis».

«Unos cuerpos desnudos pudieron copular sin amor

ante el reflejo de un espejo.

Ellas, con impaciencia por acabar,

ellos, por rozar lo Eterno».

  

  

  

  

  

  

DE VUELTA

 

Mientras saboreo bajo una luna de justicia

las gotas de vino,

rojas en el aire y negras en bendita masa dentro de copas,

oigo cantos tan tristes,

           tan tristes como la gota

que se desliza fuera de la copa.

 

El dandi lloró lágrimas de resina,

que luego colocarían en las imágenes

                 de vírgenes impopulares.

 

El Hada verde se baña en una botella revestida

de pieles doradas,

                                               y sigo oyendo

¿me hablarán los ángeles que guardan cisnes?,

¿son las voces de unos labios divinos?

¿o mis ojos hacen plegarias a la Muerte?

 

Antes, los ojos de los soldados poetas

eran comidos por alondras pasajeras;

ahora, está todo tan calmado que soy capaz de llorar.

 

Todo se vuelve tradición y modernidad,

por eso sigue siendo demasiado fácil morir

como para despreciar la vida.

 

En estas noches sonrío al volver a escuchar

                                              mis pasos.

  

  

  

  

  

  

LA CURVA MÁS CORTA HACIA EL CIELO

 

«Je ne fréquente ni la Synagogue, ni l’Église, ni la Mosquée.

Une coupe de vin c’ est le chemin le plus court vers le ciel.»

 

ISMAËL KATI

 

               Cuando una borrachera es

un adorno gótico de mitos flamencos,

una antigua presa que estalla agua,

una huella que marca todas las direcciones,

una respuesta a la pregunta arriesgada,

un asfalto irregular de olvido,

un pensamiento medieval céltico de felicidad bárbara,

dos neones rabiosos que relumbran

                 a dos o más jóvenes que deshacen el amor

a mitad de la canción

de un grupo heavy metal folk.

 

          Ningún intento de ir a la guerra:

es la paz burguesa de un aliento ebrio, donde ella es hoy la diosa

                             y el dios… Dionisos.

  

  

  

  

  

  

CON CINCO DUROS

 

                          Lloraré al amanecer

como un bohemio a orillas de la Seine

o las jóvenes que se amaron

bajo el roble medieval de Aquitania

enredando sus cabellos rubios de cebada.

 

Los poetas, como los grillos,

cantan desde lo más oscuro

molestando al sosegado dormitante.

 

La noche avanza como un gato negro

que rasga tus ojos verdes de lechuza,

mas la figura de San Pancracio

me está señalando tu cadera

con su dedo miguelángico cuatrocentista.

 

Me ha dado vida para darte vida

          y ambos engendrar vidas.

 

¡Olamos los bordes de Venus y de Saturno!

 

La luna, tajada de melón temprano,

será madrina en la danza mortuoria

de nuestro sueño en esta noche de verano.

  

  

  

  

  

  

LA FÉE VERTE

 

                       Como siempre,

el sol creerá que hemos muerto

y anunciará la noche:

 

             esa antigua prisión

con barrotes de luz lunática,

pero somos hijos de esta noche,

de todo aquello que envidia el día.

 

                Cantamos y olvidamos

y creemos que no hay más belleza

que la que tenemos ahora,

que el mañana fue el invento

de quien se acordó de ayer.

 

Y si el agua te da esta vida impuesta,

el alcohol te inventa la que tú querías,

creándote el veneno de otro sueño.

 

La noche se hizo para dormir o para gozar.

 

                    Dame una copa

y hazme olvidar que te quiero.

   

  

 

 

Der Kuss (El beso) (Detalle) (1907-8)

Gustav Klimt (Baumgarten, Austria, 1862 - Alsergrund, Austria, 1918)​

Simbolismo

Óleo sobre tela. 180 x 180 cm

Österreichische Galerie Belvedere (Viena, Austria)

    

    

       

         

Rafael Herrera Ángel (Teba, Málaga, 1988). Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Málaga y Máster de Educación Secundaria. Profesor de Lengua y Literatura. Ha sido profesor adjunto en la Universidad de Salisbury (Maryland, EE UU), donde ha impartido clases de Literatura Española. Actualmente ejerce como profesor de Lengua y Literatura en la enseñanza secundaria pública de Andalucía.

Ha sido ponente y colaborador en las Jornadas de Literatura y Cine que se han organizado en la Universidad de Málaga. Ha colaborado en el I Simposio Internacional de Historiografía y Crítica Literaria: El legado de Juan Luis Alborg.

Ha publicado reseñas, artículos de crítica y creación literaria en revistas digitales como AnMal-Electrónica y Gibralfaro. Entre los premios literarios que ha obtenido se encuentran: primer premio en el I Premio de Poesía en el Concurso de Jóvenes Creativos del Guadalteba (2006); tercer premio en el XIII Certamen de Poesía “José M.ª Campos Giles” (Campillos, Málaga, 2012); primer Accésit del II Concurso Literario de Relatos y Poesía “Letras Cascabeleras”.

    

    

GIBRALFARO. Revista de Creación Literaria y Humanidades. Publicación Trimestral. eDICIÓN NO VENAL. Sección 2. Página 9. Año XVIII. II Época. Número 105. Octubre-Diciembre 2019. ISSN 1696-9294. Director: José Antonio Molero Benavides. Copyright © 2019 Rafael Herrera Ángel. © La imagen ha sido tomada de un banco de imágenes gratuitas localizado en Internet y se usa exclusivamente como ilustración del texto. Por consiguiente, los derechos de autor pertenecen a su(s) creador(es). Depósito Legal MA-265-2010. © 2002-2019 Departamento de Didáctica de las Lenguas, las Artes y el Deporte. Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Málaga & Ediciones Digitales Bezmiliana, Calle Castillón, 3, Ático G. 29.730.  Rincón de la Victoria (Málaga).

   

   

       

 

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