|
«Dormí y soñé que la vida era alegría.
Desperté y vi que la vida era servicio.
Serví y descubrí que en el servicio
se encuentra la alegría.
¡Qué forma tan breve y tan poética
de subrayar
la importancia del servicio!»
RABINDRANATH TAGORE
|
|
|
UNA VARITA MÁGICA
A mi padre
RECUERDO UN DÍA, siendo una niña aún, que vino un hombre a casa.
Era alto, enjuto y muy serio. Y hablaba con mi padre de algo a
lo que no presté atención.
Sin embargo, sí que me quedé observando cómo caminaba con una
varilla en forma de Y en las manos. Unos pasos hacia delante,
hacia la derecha o hacia la izquierda para volver luego al lugar
de inicio nuevamente.
Me pregunté a qué estaría jugando. Hasta que, transcurridos unos
minutos, intrigantes para mí, se quedó quieto, erguido sobre sus
largas piernas y le dijo a mi padre «Aquí está», y clavó una
vareta de olivo en esa parte del suelo.
Y yo, por más que miraba desde mi “observatorio”, no conseguí
descubrir qué era. Yo no veía nada. Pero sí, allí estaba. A
muchos metros de profundidad había agua.
Aquel hombre era un zahorí y había marcado el lugar exacto donde
había una corriente de agua subterránea, dónde se encontraba y,
aproximadamente, a cuántos metros. Yo pensé que, indudablemente,
aquella era una varita mágica de verdad.
Al día siguiente mi padre empezó a cavar muy temprano. Y lo hizo
durante muchos días, como tantos otros lo había hecho en el
pasado. Con herramientas muy básicas, con la fuerza de sus
brazos y con el tesón de quién necesita algo.
Y, ciertamente, allí estaba. ¡Y a los metros que la había
señalado el zahorí!
Y así, al igual que mi padre, nuestros antepasados construyeron
pozos, antes de que la mecanización eximiera al hombre del uso
de herramientas como el azadón o la barrena.
El recuerdo de aquel momento me vino a la memoria hace unos días
mientras me preguntaba quién habría construido este pozo, tapada
hoy su boca por la peligrosidad que entraña.
No es el único, hay muchos diseminados por nuestros campos.
Aquí, en Archidona y sus aledaños, en el campo o en el patio de
una casa.
Y tú, ¿has sacado agua alguna vez agua de un pozo con la polea o
carrucha, como le llamábamos, tirando de la cuerda?
Y asombrándote de las maravillas de la Naturaleza, pues en
invierno el agua salía templadita y en verano, muy fresca. |
|
A UN POZO
A mi padre
La varilla mágica
del templado zahorí,
en su sabia mano
siente el agua fluir.
De nuestra madre Tierra,
corre por sus entrañas,
un manantial que espera.
Pico, azada y barrena,
con el sol a la espalda,
rompiendo la dura piedra.
Sudor. Piel acorazada,
lucha en desigual fuerza;
la Naturaleza y el hombre,
el hombre y su naturaleza.
Como si sangrara la tierra,
brota el agua más pura
de la profundidad socavada
en redonda arquitectura.
Alicatada su pared pétrea,
de la simple estructura
a la mecánica polea.
Se eleva el cubo con premura,
amarrado a la cuerda
tiran las manos con desenvoltura.
Ávida boca sedienta,
una piel que pasa su factura
la cobra en agua fresca
y el musical chirrido de la garrucha.
Solvente es, siempre “Natura”.
De sus entrañas y corrientes,
donde haya sed,
construyamos un pozo
o bebamos de la fuente. |
|
EL TIEMPO
PUEDE ESTAR EQUIVOCADO
El tiempo puede estar equivocado,
el tiempo a veces pierde la memoria,
pero a olvidar también nos ha enseñado
para que escribamos nuestra historia.
Acaso esta no se llame victoria
si tengo el ánimo tan derrotado,
tampoco siento que hayan ganado
aquellos que tanto se vanaglorian.
Y si tengo que darme por vencido
lo diré con humildad y esperanza,
y no con la sangre del enemigo.
Le daré a este nervio, la templanza,
bravura y dignidad del abatido.
Y al sueño perdido, la añoranza |
|
|
|
|
Francisca Sánchez
Arjona
(Iznájar, Córdoba,
1967 - Archidona,
Málaga, 2019).
Poeta de corazón
desde jovencita, es
autora de una buena
cantidad de poemas,
en su mayor parte
inéditos, solo
conocidos en
Facebook, donde,
desde hace unos
meses, los ha ido
dando a conocer a
todos los amigos de
la poesía.
La fuerza expresiva
y la intuición
poética que
caracterizan a esta
poeta novel ha sido
reconocida en
diversos eventos
culturales. Así, en
2011 se alzó con el
premio que se otorga
en el Certamen
Poético de
Archidona, con el
poema «Donde
Nacieron mis
Primeros
Recuerdos»". En
2012, su poema
«Vieja Casa de
Alquiler» le merece
el segundo premio en
ese mismo certamen,
cuyo jurado volverá
a distinguirla con
el primer premio del
certamen, los años
2014 y 2015, con los
poemas «Parecía
Resistirse
Septiembre» y
«Despierta la
Esperanza»,
respectivamente.
En 2016, obtiene el
premio, en su
categoría único, del
Certamen de Relatos
de Iznájar en su
apartado de Temática
Local, con el relato
«Al dar la Barca».
Otro relato suyo
titulado «Regreso a
los Orígenes»,
dedicado al mundo
del perro, que fue
galardonado con un
primer premio en
2012.
|
|
| |
|
|
GIBRALFARO. Revista de Creación Literaria y Humanidades. Publicación Trimestral.
Edición no venal. Sección 2. Página
8. Año XIX. II Época. Número 106
EXTRA. Enero-Junio 2020. ISSN 1696-9294. Director: José Antonio Molero Benavides. Copyright © 2020
Francisca Sánchez Arjona.
© La imagen que sirve de ilustración
al texto ha sido aportada por la autora,
a quien corresponden los derechos de propiedad intelectual a que hubiere lugar.
Diseño y maquetación: EdiBez. Depósito Legal MA-265-2010. © 2002-2020 Departamento de Didáctica de las Lenguas, las Artes y el Deporte. Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Málaga & Ediciones Digitales Bezmiliana.
Calle Castillón, 3, Ático G. 29.730. Rincón de la Victoria (Málaga).
| |
|
| | | | | |