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AHORA NECESITO
Ahora que la alondra ya no canta en mi ventana,
que la chicharra es grito de la noche acuchillada
por la hoz de luna,
necesito tu vieja música almacenada en libretas
ajadas por el tiempo
Ahora que el silencio es huésped de las paredes
y las sombras nocturnas son ángeles caídos del
cielo,
necesito el sonido de tu voz, grave, pausada,
susurrando un te quiero monocorde y repetitivo
Ahora que mis soledades ocupan el lado izquierdo de
mi cama
y el café de la mañana sabe más amargo que el
acíbar,
necesito esa vaga presencia tuya entre mis sábanas
Ahora que las catedrales de los recuerdos se
derrumban
frente a realidades crueles y sueños inacabados,
necesito tu mirada perdida en esa melancolía
nostalgiosa
que daba ese tono incierto semejante a tardes de
lluvia.
Ahora que en mis manos las caricias son como hojas
marchitas
y mis labios orillas de un río reseco;
necesito esa cadena de besos con sabor a nicotina
descolgándose
desde mi cuello a mi espalda, cayendo hasta mis
nalgas
apretadas a tu cuerpo rígido y sudoroso
Ahora que ya no suben tus manos por mis costados
como fértiles enredaderas hasta colgarse de los
balcones de mi pecho,
extraño esa loca manera de poseer cada parcela de mi
cuerpo
enredando azucenas en mis piernas y mordiendo
magnolias en mi vientre
Ahora que tu boca dejó de ser cántaro
para convertirse en cáliz seco y olvidado,
extraño la húmeda senda dibujada por tu lengua,
serpenteando
desde la rosa abierta de mi boca hasta la cruz del
sur de mi sexo
Ahora que ya no se realizan rituales entre las
columnas húmedas
que se levantan rígidas sosteniendo mi cuerpo,
necesito del ceremonial bendito convocado
en la cueva sagrada de mi centro
donde tu esperma era la ofrenda divina a la vida |