ALBARICOQUE
Hoy mismo nos regalas, como en un ‘porque sí’,
la canción de la risa y el deleite, y eso,
después de enloquecer a las abejas
y darle tu esperanza
a la larva del negro escarabajo
que no logró roerte el corazón.
Tu generosidad ¿de dónde brota?
¿Es que con los colores que el sol te ha prestado
y el jugo almibarado
que cae entre estallidos desde estas comisuras,
nos revelas algún secreto antiguo?
¿Es tu dulzor, acaso, recompensa
por la espera paciente,
por viajar al futuro soportando
fríos, levantes, plagas y afanes de los hombres?
¿Y ese hilo invisible que solo aparece
si la luz le incide con un ángulo exacto?
¿A qué te une? ¿Y dónde está su cabo?
Junto a Azahares, Sevilla, diecinueve de abril del Año del Señor
de dos mil veintidós. Laus Deo. |