N.º 71

MARZO-ABRIL 2011

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CIRIACO DUARTE

Luchador por el Sindicalismo Libre en Paraguay

Encarnación, 1908 - Asunción, 1996

   

   

Por Ninfa Estela Duarte

   

   

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ipógrafo de profesión y firmemente convencido de la necesidad de una defensa activa y comprometida de los trabajadores frente a la explotación, Ciriaco Duarte se inicia en el movimiento anarcosindicalista de Paraguay a fines de la década de los años veinte del siglo pasado, afiliándose al Centro Obrero de Asunción de su ciudad natal. Este activista sindical destaca también como intelectual en el periodismo y fue autor de varios libros.

Primeros pasos en el movimiento anarcosindicalista

Ciriaco Duarte nace en Encarnación, Paraguay, pequeña ciudad capital del departamento de Itapúa, el 8 de agosto de 1908. Atraído desde muy joven por la precaria situación de los trabajadores, se afilia al Centro Obrero de Asunción (COA) de su ciudad natal, fundado por el líder sindicalista Cantalicio Aracuyú, como sección territorial del Centro Obrero Regional del Paraguay (CORP), movimiento de clara inspiración anarcosindicalista.

En los locales de este movimiento sindicalista, Ciriaco dicta conferencias y pronuncia discursos de marcado obrerista. Como también ocurría con otros líderes anarquistas de la época, compaginaba su trabajo y tareas sindicales con diversas iniciativas de teatro popular.

Reside durante un tiempo en Posadas, de donde se traslada a Asunción para colaborar con La Palabra, portavoz del movimiento Nuevo Ideario Nacional (NIN), que fue editado desde octubre de 1930 a enero de 1931.

La huelga del 31 y la ‘Toma de Encarnación’

     
     

  

El dominio del río abriría la puerta al océano Atlántico al país que dispusiese de él, una ventaja crucial para los únicos dos países no costeros de Suramérica y una cuestión nacional para Bolivia, que había perdido el acceso al océano Pacífico en la llamada Guerra del Pacífico contra Chile (1879-1883).

   

A comienzos de 1931 comienza la larga huelga que organizaron los albañiles en Asunción. Este movimiento activo se origina bajo el liderazgo del histórico sindicalista Cantalicio Aracuyú, junto a otros destacados intelectuales de la época, como Obdulio Barthe y Óscar Creydt, y, como hecho relevante durante su transcurso, figura lo que ha pasado a los anales de la historia como la ‘Toma de Encarnación’.

La revolución estaba proyectada para que estallase en todo el país, pero problemas de comunicación entre los diversos líderes sindicales de los diferentes departamentos, solo se concretó en la capital de Itapúa, de modo que lo que se preveía para un largo tiempo, duró escasamente 16 horas. Al ver la falta de apoyo en el resto del país, los revolucionarios abandonaron la ciudad.

A lo largo de este proceso revolucionario, Duarte era miembro del Comité de Huelga y del Consejo Mixto de Delegados, lo que, unido a su participación en la ‘Toma de Encarnación’, es recluido en la prisión de Isla Margarita, en el Alto Paraguay, en febrero de ese mismo año.

Esta reincidencia le reporta como consecuencia ser confinado de nuevo en prisión. Y en un lugar tan inhóspito como una cárcel, los deportados crearon la primera Escuela de Isla Margarita… ¡los reclusos estaban haciendo Patria…!

Este mismo año, y para evitar más insurrecciones obreras, el presidente de la República, José P. Guggiari, de tendencia liberal, ordena mediante el decreto 39.436 la ilegalización de las organizaciones sindicales en territorio paraguayo.

Retorno a Asunción y nuevo confinamiento

Puesto en libertad, Duarte retorna de forma clandestina a Asunción y continúa, aun más intensamente si cabe, con sus compromisos sindicales, empeñado en despertar la conciencia de los trabajadores contra de la explotación del obrero y en el logro de una vida digna, a la que, como personas, tienen derecho. Así, asume la función de secretario del Consejo Obrero de Reorganización Sindical.

En la represión que sucedió al movimiento estudiantil del 23 de octubre de 1931 frente al Congreso Nacional, Duarte resulta herido por fuerzas policiales. Conducido a un hospital para que se le practicasen los primeros auxilios, logra burlar la vigilancia policial y, con la ayuda de su esposa Guillermina Torres, escapa del recinto hospitalario.

Por esas fechas, se traslada con su familia a la ciudad de Caacupé, donde fue nuevamente detenido y confinado a Clorinda.

La Guerra de El Chaco

Ciriaco Duarte participó en la ‘Guerra de El Chaco’, si bien no estuvo en el frente, pues había sido destinado a la prestación de trabajos varios en retaguardia.

     

     

Este conflicto bélico entre Bolivia y Paraguay (de los poquísimos se han dado entre países en Suramérica) tuvo su origen en la indefinición de los límites territoriales, desde tiempos de la descolonización, de un extenso territorio, inhóspito y casi deshabitado por aquella época, situado ente Argentina, Bolivia y Paraguay, llamado El Chaco y la necesidad de Bolivia de una salida natural al océano Atlántico.

 

   

Este conflicto bélico (de los poquísimos que se han dado entre países en Suramérica) tuvo su origen en la indefinición de los límites territoriales, casi existente a lo largo de todo el s. XIX y primer tercio del XX, entre las nuevas naciones que surgieron con el proceso de descolonización de América. Esta deficiente concreción limítrofe trajo como consecuencia la disputa entre Bolivia y Paraguay por un extenso territorio, inhóspito y casi deshabitado por aquella época, regado por el río Paraguay, llamado El Chaco, geo-gráficamente situado entre Argentina, Bolivia y Paraguay.

El dominio del río no solo aseguraba las puertas al océano Atlántico al país que dispusiese de él, sino que suponía también una ventaja crucial de uno sobre otro entre los dos únicos países no costeros de Suramérica y una cuestión nacional para Bolivia, que, con anterioridad, había perdido el acceso al océano Pacífico en la Guerra del Pacífico contra Chile (1879-1883).

El enfrentamiento se inicia en 1932, cuando Bolivia penetra con soldados en El Chaco Boreal y concluye en 1935, con un reparto del territorio en desigualdad de proporciones, dándose la paradoja de que Bolivia, vencedora de la contienda, tan solo percibe una zona a orillas del río Paraguay, en tanto que Paraguay, la derrotada, se queda con las tres cuartas partes del terreno en litigio.

Entre el sindicalismo y la letras

A su retorno de la guerra, Duarte retoma su oficio de tipógrafo y trabaja en las imprentas de diversos diarios, como La Opinión, Colorado, Patria, La tarde, La Tribuna y El Liberal, entre otros, al par que continúa su actividad sindical. Así, durante décadas es miembro de la Federación Gráfica, en cuyo seno se ocupa de la Secretaría de Cultura.

A consecuencia del enfrentamiento bélico con Bolivia, la actividad sindical en el Paraguay había desaparecido prácticamente. A la vista de tan lamentable situación, Duarte entra en contacto con otros líderes sindicalistas de su misma ideología e intenta una reorganización del movimiento sindicalista de inspiración anarquista. Como fruto de sus esfuerzos, surge el Consejo Regional de Coordinación Obrera (CROCO), de marcado cariz anarcosindicalista.

Con respecto a su actividad en el ámbito de la prensa, cabe decir que, en 1940, comienza a dirigir El Obrero Gráfico, clausurado y reabierto por orden gubernamental en varias ocasiones. Entre 1941 y 1946, escribe en Emancipación, que le sirvió de tribuna para oponerse a las políticas de la Confederación de Trabajadores del Paraguay (CPT), creada poco antes de imponerse el totalitarismo dictatorial del general Morínigo, y combatir el control que quería imponer la ideología comunista sobre el movimiento sindical a través del Consejo Obrero del Paraguay (COP). A partir de 1945, escribe también en Cultura Socialista.

La dictadura del general Higinio Morínigo

A la muerte del general Estigarribia en 1940, asume interinamente la presidencia de la República paraguaya otro militar, en esta ocasión el general Higinio Morínigo, que había participado en la Guerra de El Chaco, en la que había logrado el ascenso a coronel, y que, a la sazón, tras un año al frente del Ministerio del Interior, había sido ascendido a general de brigada y nombrado ministro de Guerra y Marina.

En las elecciones de 1943, el recién ascendido a general resulta elegido presidente de pleno derecho. Llevado de la tendencia totalitarista que imperaba en su contexto político internacional, su primera medida consistió en aglutinar en su persona todo el poder político, militar y social, imponiendo una férrea y sangrienta dictadura, una de cuyas primeras leyes implantaba en el país la pena capital, bastando para la ejecución de la misma la intima convicción de los jueces.

Esta y otras medidas fueron motivo de numerosas revueltas y de una emigración masiva de paraguayos a otros países. Entre 1946 y 1947, gobernó con un gabinete de coalición, hasta que fue depuesto en un golpe de Estado el 3 de junio de 1948. Primero se exilió en Argentina y después en Brasil. Tras una intentona de regreso al país en 1956, se ve obligado a huir de nuevo y a refugiarse en Argentina, en donde moriría en 1983.

Duarte y la dictadura de Morínigo

Durante el gobierno de Morínigo, Ciriaco Duarte es nombrado, a comienzos de 1941, representante obrero ante el Departamento Nacional de Trabajo (DNT), en donde se vio obligado a mantener fuertes enfrentamientos dialécticos con los líderes comunistas, quienes, en represalia, le convirtieron en el blanco de su recurrente inquina, acusándole falsamente en varias ocasiones.

     
     

  

Llevado de la tendencia totalitarista que imperaba en su contexto político internacional,  primera medida de Higinio Morínigo consistió en aglutinar en su persona todo el poder político, militar y social, imponiendo una férrea y sangrienta dictadura, una de cuyas primeras leyes implantaba en el país la pena capital, bastando para la ejecución de la misma la intima convicción de los jueces.

   

Meses después, el Comité Coordinativo Obrero (CCO), que agrupaba a empleados marítimos, gráficos, tranviarios, panaderos y de otros gremios, envió una nota al Presidente Morínigo en la que denunciaban, entre otras cosas, la violación del derecho a reunión, agremiación y huelga, derechos conculcados por parte de algunas resoluciones de la DNT y puestos de manifiesto en la represión policial sobre algunos dirigentes marítimos. La nota concluía con la tajante advertencia de que, de no restituirse los derechos y libertades reconocidos, se procedería a retirar al delegado obrero de la DNT. En vista de que el Gobierno daba el silencio por respuesta, Ciriaco Duarte renunció, con carácter irrevocable, a su cargo en octubre de 1941.

En diciembre de este mismo año, escapó de una represión de parte del Gobierno y se exilió en Formosa, provincia situada en El Chaco argentino, de donde se le autorizó a regresar y retomar el cargo en julio de 1942.

La lucha sindical continuó sin tregua, y, en la consiguiente represión que siguió a la huelga general de febrero de 1944, fue nuevamente detenido por la policía y liberado pocos días después.

Duarte y las letras

A partir de 1947, el acaparamiento del movimiento obrero por parte de la Organización Republicana Obrera (ORO) hizo que Ciriaco Duarte se alejara de la militancia sindical activa y se dedicándose a publicar artículos en periódicos sindicales extranjeros y a fomentar trabajos de investigación sobre la historia sindical paraguaya. En 1948, empieza a escribir en El Sol, además de continuar haciéndolos en otros periódicos en los que ya colaboraba habitualmente.

Publicación de Carta a la Cultura. De nuevo en prisión

Hacia los años 50 se exilia en la provincia de Formosa (El Chaco, Argentina). A su regreso, publica hojas sueltas en Cultura Socialista, El Sol y La Mañana, hasta 1961, y vuelve a escribir para Emancipación.

En 1966 es detenido nuevamente y encarcelado durante tres meses por introducir clandestinamente en Paraguay una publicación de su obra Carta a la Democracia (o Carta a la cultura), que había sido editado en Buenos Aires.

Sin posibilidades de publicar en su país natal, en la década del 70 comienza a publicar sus artículos en la revista Reconstruir, de Buenos Aires, hasta que fue clausurada en 1976 por la dictadura militar argentina.

En 1985 publicó un opúsculo con el título de Hombres y Obras del Sindicalismo Libre en el Paraguay, que sería el germen de su libro El Sindicalismo Libre en el Paraguay, Aportes Doctrinarios e Históricos, con un valioso contenido autobiográfico, publicado en 1982, que luego sería reeditado en Asunción, en versión ampliada, en 1987, por R. Peroni.

Siendo ya muy anciano, continuaba trabajando todavía como corrector del diario Hoy, de Asunción.

Fallecimiento de un anarcosindicalista convencido

Entre tanto acontecía todo lo relacionado, Ciriaco Duarte mantuvo siempre asidua correspondencia con entidades y organismos anarquistas suramericanos y europeos.

El que hoy es considerado la última gran figura del anarcosindicalismo paraguayo, fallece en Asunción el 27 de septiembre de 1996. Atrás quedaban años de penurias, persecuciones y exilios, pero también un tiempo glorioso del movimiento obrero suramericano.

  

  

  

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Este texto histórico ha sido elaborado sobre el material recabado por Ninfa Estela Duarte Torres, hija del líder sindicalista biografiado, en documentos que custodia la familia y en diversas fuentes bibliográficas y webgráficas.

Forjadores del Paraguay. Diccionario Biográfico. Obra enciclopédica dirigida por Óscar del Carmen Quevedo y coordinada por Ricardo Servín Gauto. ARAMÍ, Grupo Empresarial, Asunción, Paraguay, 2001.

  

  

     
        

Ninfa Estela Duarte Torres (Ca’acupe, Paraguay). Docente, correctora, escritora y poeta, vive en Asunción y es Profesora Normal Superior.

     Ha publicado varios libros relacionados con la didáctica de la lengua y la literatura, entre ellos:  Manual Práctico de Ortografía (Nivel Medio), Caminemos (Lecturas para Nivel Primario), San Lorenzo, su historia, su gente (investigación histórica), El Chaco, mi Patria (Textos para la Comprensión Lectora), Mitos Guaraníes, cuentos y leyendas ( Asunción, 2006), Duetos y abrazados. Diálogos románticos (Córdoba, Argentina, 2005) y Semblanza de un Luchador, Ciriaco Duarte (San Salvador, 2011).

     Entre su obras de creación, cabe citar los poemarios:  Lenguaje de Pluma y Tinta (Ed. Novelarte), Colores en Tiempos Literarios (Ed. Cenediciones), Conjugando las Artes (Ed. Novelarte), Navegando Sueños (La Barca de Fredy, San Salvador, 2010), Horizontes Azules (La Barca de Fredy, San Salvador, 2010), Un Poema para Neruda (Navegando Sueños, San Salvador, 2011) y El Rostro Secreto de Eros (Parnassus, Buenos Aires, 2011).

     Ha resultado ganadora en el Concurso Internacional de Poesía “Cenediciones y Novelarte”, que se celebra en Córdoba, Argentina, durante tres veces consecutivas.

     Puede leerse su producción literaria en la web «Ninfa Duarte» y en los blogs «Ninfa Duarte» y «Ninfa, Cuéntame un Cuento».

   

   

GIBRALFARO. Revista de Creación Literaria y Humanidades. Publicación Bimestral de Cultura. Año X. II Época. Número 71. Marzo-Abril 2011. ISSN 1696-9294. Director: José Antonio Molero Benavides. Copyright © 2011 Ninfa Estela Duarte Torres. © Las imágenes, extraídas a través del buscador Google de diferentes sitios o digitalizadas expresamente por el autor, se usan exclusivamente como ilustraciones, y los derechos pertenecen a sus creadores. Edición en CD: Director: Antonio García Velasco. Diseño Gráfico y Maquetación: Antonio M. Flores Niebla. Depósito Legal MA-265-2010. © 2002-2011 Departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura. Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Málaga.

   

   

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