CONCLUIDA LA GUERRA CIVIL
que tuvo lugar en España, el escritor
Rafael Alberti (Puerto de Santa María, Cádiz, 1902; ibídem, 1999)
tuvo que exiliarse. El periodo de tiempo que va de 1940 a 1963 lo
pasó en su obligado retiro de Uruguay y Argentina, en donde disfrutó
una casa, durante 20 años, en Punta del Este [1], República Oriental
de Uruguay, sitio que, como él mismo definió, fue «El hogar en el
exilio».
En uno de
sus
poemarios,
titulado
justamente
Poemas de
Punta del
Este
(1945-56),
está
presente la
obsesión por
la patria y
sus
amarguras de
exiliado.
Mario
Benedetti,
uno de los
grandes
escritores
uruguayos,
manifestó
una vez, en
relación con
el poeta
gaditano,
que Alberti
«Tenía la
poesía en el
alma. Ha
sido uno de
los grandes
poetas
españoles,
no sólo por
la calidad
de su obra
sino por la
capacidad
que
demostró,
para llegar
al pueblo, a
los
lectores».
Una vez
muerto el
dictador
Francisco
Franco el 20
de noviembre
de 1975, el
poeta volvió
a su tierra
natal en
1977, ya
transformado
en un ícono
del exilio
español
republicano.
En sólo una
frase nos
pintó su
grandeza
humana: «Me
fui con el
puño cerrado
y vuelvo con
la mano
abierta».
La escritora
uruguaya
residente en
España,
Cristina
Peri Rossi
(Montevideo,
1941), fue
galardonada
con el
Premio
Internacional
de Poesía
“Rafael
Alberti”, en
2002, con la
obra
titulada
Estado de
Exilio.
En la misma,
Peri Rossi
establecía
un
paralelismo
entre su
vida y la
del poeta
español,
dada su
condición de
exiliados, y
rememoró
cómo Alberti
pasó parte
de su exilio
en Uruguay,
en la
“Península
dorada” de
Punta del
Este.
Diez años
después, en
2012, Peri
Rossi
brindará una
conferencia
en Sevilla
como parte
de los
festejos que
se
organizaron
con motivo
del
centenario
del
nacimiento
del escritor
gaditano
(Marinero en
verso. Cien
años de
travesía).
En la misma
dijo que, en
Uruguay,
Alberti
encontró la
solidaridad
de todo
aquel pueblo
hermano, y
que compró
un chalé, al
que llamó
“La
Gallarda”,
donde vivió
una etapa
relativamente
gozosa, ya
que fue un
periodo de
contacto con
los artistas
e
intelectuales
uruguayos,
que le
recibieron
como un
hermano,
porque el
Gobierno
uruguayo
había tomado
posición
belicosa
durante la
guerra de
España,
alineándose
al lado de
la
República.
Para la
escritora,
«Alberti se
reencontró
en Punta del
Este con el
paisaje del
Puerto de
Santa
María»,
donde nació
y donde
murió.
«Muchos años
después,
cuando yo me
exilié, la
primera vez
que fui al
Puerto lo
pude
comprobar:
efectivamente
se parecen
mucho».
En una
entrevista
que le
realizara
Pedro
Guerrero
Ruiz a
Aitana
Alberti,
hija de
Rafael
nacida en su
exilio de
Buenos
Aires, y
publicada en
La Habana el
21 de
diciembre
del 2001,
dijo: «En
1944
descubrimos
un paraíso
en la otra
orilla del
río. Punta
del Este y
la casa que
allí diseñó
para
nosotros el
gran
arquitecto
catalán
Antoni
Bonet, las
playas sin
fin, los
pinares
solitarios y
“La
Gallarda”
eran todo lo
que una niña
de
temperamento
retraído y
novelesco
podría
desear.
En 1997,
después de
casi
cuarenta
años de
ausencia,
regresé a
Punta del
Este. Y allí
estaba “La
Gallarda”,
perfecta en
su blancura,
como si
jamás la
hubiésemos
abandonado
en manos
extrañas en
el
remotísimo
1953. Y me
enteré que
desde
entonces
jamás ha
cambiado de
dueño,
manteniéndose
así gracias
a la
sensibilidad
del abogado
montevideano
que nos la
compró
entonces.
Si el Puerto
de Santa
María,
simbolizado
en su
arboleda
perdida, fue
el paraíso
de Rafael
Alberti,
también “La
Gallarda” y
Punta del
Este lo
fueron y el
paraíso
perdido de
Aitana
Alberti». Y
en un
pequeño
libro,
Poemas de
Punta del
Este,
Rafael
atrapó el
aroma
imborrable
de los
veranos
transcurridos
en “La
Gallarda”.
En octubre
del 2012, la
escritora y
poetisa
Aitana
Alberti fue
homenajeada
en el pleno
de la Junta
Departamental
de
Montevideo.
La hija de
Rafael
Alberti
expreso que:
«Uruguay y
Punta del
Este siguen
siendo para
mí un lugar
mágico y
misterioso,
con aquellos
pinares y el
silencio
cargado de
pájaros; el
lugar de
aquellos
paseos de la
mano de mis
padres y de
tantos
amigos que
los
visitaban;
un lugar que
me sigue
emocionando».
A
continuación,
un poema
sobre el
viento de su
libro
Poemas de
Punta del
Este:
PUNTA DEL
ESTE
[2]
Viento,
estás loco.
Hoy te has
escapado
del mar y te
has metido,
todas tus
poderosas
furias
desesperadas,
dentro del
bosque. Allí
te veo,
escucho
tus fuertes
cabezazos
encendidos,
tu
rencorosa
cólera, esa
ira
que se alza
en ti de
cuando en
cuando, como
si quisieras
decirnos,
inculcarnos
que eres tú
el dios, el
único
elemento.
Estoy
dentro de
ti, marcho
en tu ciega
cerrazón,
impelido,
golpeado,
tratado
igual que si
no fuera ese
que se
atreve, aun
sabiéndote
tan salido
de ti mismo,
a cantarte.
Falto
estás,
viento, de
razón.
Debieras,
por lo menos
conmigo, ser
más blando.
Pero,
no, que
estás loco,
poseído,
y hoy no
sabes ya
adónde
arrastrarme
con todo en
tu arrebato.
__________
NOTA del
EDITOR
1.
Punta del
Este es una
ciudad
peninsular
situada en
el extremo
meridional
de Uruguay,
en el
departamento
de
Maldonado,
muy conocida
por ser uno
de los
balnearios
más
importantes
de la
América de
habla
hispana.
Está ubicada
sobre una
estrecha
franja de
tierra que
convencionalmente
separa el
Río de la
Plata del
océano
Atlántico.
2.
Tomado de
«Viento,
estás
loco...», en
Poemas de
Punta del
Este
(1945-1956),
incluido en
Antología
comentada,
tomo II,
edición de
María
Asunción
Mateo,
Ediciones de
la Torre,
Madrid,
1990; págs.
103-104. |