GRAN GRANADA PERTENECE al género de la novela policíaca, aunque
existe un tras-fondo histórico y social que
permite adentrarse en ese tipo de novela que
revela claves sobre nuestro pasado, sobre
todo ese modelo de sociedad dictatorial que
vivimos durante el Franquismo y, también, un
trasfondo sociológico, por cuanto todo el
ámbito de esta novela no se centra en la
gran ciudad, como es lo habitual, sino en
una ciudad de provincias como Granada
(patria chica del autor), de la que nos
revela componentes vivenciales de época con
una ambientación social precisa sustancial.
De modo que se produce una alteración de ese
concepto negro o policíaco en aras de llegar
a una especie de síntesis heterodoxa y
novedosa en este tipo de obras.
Se desarrolla durante el año 1963, cuando
fueron conocidas las terribles inundaciones
de la ciudad al tiempo que se anunciaba la
llegada del dictador Franco, otra especie de
“inundación” vivencial y social, de
diferente calado, que mostrará a las claras
una imagen de época en la defenestración de
la máxima autoridad local, el gobernador
civil, a resultas de los sucesos no
conclusos que acaecen en la ciudad y son
objeto fundamental de la novela. Esto nos
permite adentrarnos por una vorágine local
en la que se observa la situación de
absoluta opresión y la putrefacción del
poder instalado.
En el aciago día de más lluvia se encuentra
el cadáver de un forastero en un hotel
granadino y aquí arranca la primera muerte a
la que van a suceder otras que tendrán
relación con ella, pero no se sabrá hasta el
final de la obra, con las investigaciones
que va realizando el comisario Polo. Lo que
va generando una especie de laberinto en la
ciudad del que a veces es dificultoso salir
para el lector. Comenzamos a pensar que el
oculista Saura es el asesino de Fernando.
Investigación que se va entreverando con el
anuncio de la visita de Franco y su
posterior llegada y sucesos diversos.
Navarro se va introduciendo así en temas muy
queridos para él como el concepto de
moralidad o la faceta homosexual en una
época en que esta condición era atacada
furibundamente, la trascendencia de la
construcción del pasado para los personajes
diversos y el proceso agobiante de una
realidad social terrible son elementos que
conforman una novela de desarrollo complejo
por el magma que la circunda.
El escritor crea perfectamente una atmósfera
de época a través de lugares concretos,
costumbres, canciones, usos y modos, y
convierte de nuevo a Granada en un espacio
narrativo que ha tenido siempre una gran
importancia en su obra.
Hay un esquema impersonal de novela negra
que permite en ocasiones al lector perderse
en un laberinto del que de vez en cuando
debe acudir en su ayuda el escritor
consciente de las dificultades y las
sucesivas muertes enganchadas de tal manera
que es un proceso complejo, casi matemático.
En ese ámbito observamos que hay un grupo
homosexual que controla la ciudad. Un grupo
de poder al que pertenece el comisario A
Polo, policía y espía; el oculista Federico
Saura, protagonista, como hemos visto desde
el inicio; Clara, su novia; o el catedrático
de arte Juan Segovia, que aparece muerto
también en extrañas circunstancias. Un mundo
abigarrado y promiscuo para una novela de
calidad literaria.