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EPIFANÍA EN LA BOCA
2
«El tango es un pensamiento
triste que se baila.»
ENRIQUE SANTOS DISCÉPOLO
La tierra natal cubre como un
tatuaje la piel preliminar.
Bendita sea la casa de los
padres.
Todas esas imágenes
ese rumor simiente que vive en
cada pecho
esperando un instante para poder
filtrarse.
Escucho la inocencia de mis
dieciocho años
populosa como el estuario del
Río de la Plata
aquel irreflexivo desdén hacia
lo propio
aquella anglofilia mimética
en nombre de la posmodernidad.
Entonces tú
la persuasión de tu voz arbolada
la sala de conciertos en el
Barrio La Boca
entre Vuelta de Rocha y Caminito
su majestad el tango.
Pasado y porvenir se besan en mi
ombligo
si yo pudiera, como ayer
querer sin presentir
Mi corazón secreto emerge de la
sombra
sabe que la lucha es cruel y es
mucha
pero lucha y se desangra
por la fe que lo empecina
Las palabras preguntan por mi
alma
el viajero que huye
tarde o temprano detiene su
andar
Todas las ocasiones
todos los sueños fértiles de mis
antepasados
todas las lluvias de América y
de Europa
todos los trajes pulcros de los
muertos
todas las despedidas
gauchescas
europeas
indígenas
criollas
todo el ruido del tiempo
caminando hacia la libertad
todas las ilusiones fraudulentas
las chapas de metal acanaladas
de los conventillos
las palabras que engendran sabor
a nuevo mundo
todas las esperanzas
los lemas, los augurios
los cuerpos coagulados
los sombreros
todos los viajes más largos que
la vida.
Todos esos colores de la tierra
la oriunda
la injertada
la regada con sangre y renacida
cruzaron frente a mí en forma de
lágrima.
Lágrimas de mestiza, de
emigrante, de hermana, de
alimento
[del mar.
El sol puede salir también de
noche.
Yo no he vuelto a olvidar
quién soy
de dónde vengo. |
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El título Epifanía en la boca es una metáfora alusiva al
nacimiento o la manifestación en
esa parte tan sensible del
cuerpo de un sentimiento, de una
idea. De modo que se concitan ya
elementos sensoriales e ideales.
El poema comienza con la cita de
Enrique Santos Discépolo3,
compositor, músico, dramaturgo y
cineasta argentino fallecido en
1951, que escribió tangos de
gran impacto en el mundo
argentino como “Cambalache”,
“Yira, Yira”, “Cafetín de Buenos
Aires” o el que sirve de
intertexto en cursiva a este
poema, “Uno”.
Uno busca lleno de esperanza
el camino que los sueños
prometieron a sus ansias.
Sabe que la lucha es cruel y es
mucha,
pero lucha y se desangra
por la fe que lo empecina.
Uno va arrastrándose entre
espinas
y en su afán de dar su amor,
sufre y se destroza hasta
entender
que uno se ha quedao sin
corazón.
Precio de castigo que uno
entrega
por un beso que no llega
a un amor que lo engañó...
Vacío ya de amar
y de llorar tanta traición.
Si yo tuviera el corazón,
el corazón que di,
Si yo pudiera como ayer
querer sin presentir...
Aunque no lo conocemos en
profundidad, está claro que en
alguno de los viajes a la
Argentina pudo sentir la
necesidad de realizar un
homenaje a esta a través del
tango y Epifanía en la boca
lo es.
Desde el primer verso se produce
ya una asociación semántica (en
este poema lleno de ellas) entre
la tierra natal (el nacimiento
en un lugar concreto) y la piel
preliminar (la primera piel, la
piel de la infancia) que actúa
como un símil receptor de
aquella. Existe una impregnación
de esa tierra simbólica en la
piel, una substancialización del
hecho de nacer en un lugar
concreto. Este lugar, sabemos
que es “la casa de los padres”.
Lo que nos lleva directamente al
título del libro Matria4 y a la dedicatoria a su hijo
recién nacido.
Son asimilaciones que permiten
un recurso a lo sentimental como
fuente de lo sensorial y de lo
ideal. Asociados al tiempo a un
“rumor simiente”, es decir, a
una voz, a un ruido confuso de
voces que actúan como semilla al
vivir en el cuerpo identificado
metonímicamente con el pecho
(como lugar explícito que recoge
el corazón) y donde encuentra el
conducto “poder filtrarse”, es
decir, para poder hacerse pasar
por ese sentimiento. Vamos del
nacimiento, en una familia, en
un lugar concreto al corazón,
lugar donde se aúnan todos los
recuerdos, todas las emociones.
En la segunda estrofa, Lanseros
ya nos sitúa en un lugar
concreto y preciso: Buenos
Aires. Escucha, imagina el
ruido, lo presiente, del
estuario Río de la Plata cuando
contaba dieciocho años y lo
define de dos formas:
«irreflexivo desdén hacia lo
propio» (esa negación de sí, de
una identidad determinada), y
«anglofilia mimética/ en nombre
de la posmodernidad» (aspiración
al mundo anglosajón como una
forma de acercamiento a la
modernidad). Es decir, pérdida
de identidad para alcanzar una
identidad nueva. |
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Es a partir de este momento
cuando ella trata de reivindicar
esa identidad perdida y es a
través de la música del tango,
«la majestad del tango», en
lugares concretos de conciertos
del Barrio La Boca, situado en
el límite sudeste de la ciudad.
Su nombre se debe a que se ubica
en la desembocadura del
Riachuelo en el Río de la Plata.
Entre otras razones, el barrio
es conocido por albergar el
famoso estadio de Boca Juniors,
“La Bombonera”5. La vecindad
del Riachuelo es uno de los
sectores de la ciudad más
visitados por los turistas por
estar muy vinculado a la
mitología del tango y de algunos
tan famosos como “Caminito”.
Aquellos dieciocho años de la
autora son traídos al presente a
través de la imagen, de nuevo
asimiladora y metafórica, de «se
besan en mi ombligo», beso como
semántica de lo sensorial, otra
vez presente, y ombligo como
centro de nacimiento, como hilo
conductor de una creación y un
alimento. E inmediatamente esa
asociación tiene un tango:
“Uno”, de Santos Discépolo,
interpretado muchísimas veces y
por muchos músicos, como Roberto
Goyeneche. Y selecciona varias
estrofas del mismo; primero, el
estribillo: «Si yo pudiera, como
ayer/ querer sin presentir». El
ayer de aquellos dieciocho años
que ahora vuelve de nuevo y
produce una interacción
sentimental entre el ayer y el
hoy tanto como entre el querer y
el presentir, o sea, la
intuición de que algo va a
suceder.
En esos momentos, el valor
metafórico de un corazón, al que
ya había asociado sensaciones
diversas al comienzo del poema
«vive en cada pecho», tiene esa
relación semántica con lo que
germina con fortaleza, «Mi
corazón secreto emerge de la
sombra», porque había un pasado,
y de nuevo el tango viene a
conformar la idea del vivir,
como lucha y como pérdida ante
la necesidad de continuar: lucha
cruel, desangra, fe que lo
empecina.
Es consciente de que el viaje
siempre llega a algún lugar, y,
en ese trayecto, las preguntas
que se puede uno hacer tienen
siempre un alma en las que
reconocerse, alma como espacio
para representar simbólicamente
una emoción, un estremecimiento
vital.
Lanseros ha identificado ya dos
situaciones relevantes: un
ámbito personal, espacial y
sentimental (la tierra natal, la
casa de los padres) y otro
ámbito de alteridad (Buenos
Aires, el tango, el pasado y el
presente, la lucha por el
vivir…).
Por este motivo, hablará de sus
antepasados, y mancomuna un
tiempo pasado con otro presente,
un sueño fértil con Europa y
América a través de una serie
enumerativa: lluvias, trajes
pulcros de los muertos,
despedidas gauchescas, europeas,
indígenas, criollas generando
esa mancomunidad de ideas,
sensaciones y sentimientos que
nos unen a ambos continentes a
través de elementos
simbolizadores del encuentro.
Un cúmulo de significaciones que
continúa con:
1. «El ruido caminando hacia la
libertad» como encuentro con una
conquista largamente ansiada en
muchos países de Hispanoamérica.
2. «La ilusiones fraudulentas»
como rasgo de frustración
histórica de conquistas no
alcanzadas.
3. «Chapas de metal acanaladas
de los conventillos»,
arquitectura típica del barrio
citado. En sus calles
adyacentes, pueden recorrerse
los conventillos tradicionales
de la Boca, construidos de
chapas de metal acanaladas,
montadas muchas veces sobre
pilotes o cimientos altos debido
a las frecuentes inundaciones, y
pintadas con colores brillantes,
tal como se encuentran
mantenidos por sus habitantes.
4. «Las palabras que engendran
sabor a nuevo mundo».
5. «Todas las esperanzas/ los
lemas, los augurios/ los cuerpos
coagulados/ los sombreros/ todos
los viajes más largos de la
vida». Una enumeración que
amplia el espectro significativo
y nos produce el encuentro con
una serie de términos que
definen esa relación.
Y concluye la autora a través de
una llamada al sentimiento, un
elemento muy frecuente y siempre
presente en su poética de que
«todos los colores de la tierra
[…] cruzaron frente a mí en
forma de lágrima». Una bella
metáfora que nos conduce hacia
el principio del poema donde
abría el mismo con la referencia
a la “tierra natal”. La lágrima
es tanto de alegría como de pena
en su ambivalencia, como dirá en
el siguiente verso: «lágrimas de
mestiza, de emigrante, de
hermana, de alimento del mar»,
como tantas vidas abandonadas,
perdidas o huidas en la
travesía. En ese recordatorio de
la tierra no olvida que se trata
de una tierra «regada con sangre
y renacida», y también como el
injerto, mestiza tanto como
oriunda. Con una enumeración de
términos trata de aglutinar un
campo semántico de
significaciones en torno a
rasgos que definen esta tierra
de Argentina.
En la última estrofa se produce
una antítesis de significaciones
sol/sombra, advirtiendo de que,
mientras en Europa es de noche,
allí es de día, y viceversa, en
ese juego de vasos comunicantes
que trata de conducir. Para
finalmente resolver en un axioma
preciso su no olvido sobre sus
orígenes y el lugar de
procedencia como un guiño al
comienzo del poema y la tierra y
casa común.
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NOTAS del EDITOR
1. Raquel Lanseros Sanchez
(Jerez de la Frontera, Cádiz,
España, 1973), poeta y
traductora, es una de las voces
más premiadas y reconocidas de
la actual poesía en español.
Cerca de 200 críticos de más de
100 universidades (Harvard,
Oxford, Columbia o Princeton,
entre ellas) la han elegido la
poeta más relevante en lengua
española nacida después de 1970.
Autora de los libros Leyendas
del promontorio (2005), Diario
de un destello (2006), Los
ojos de la niebla (2008), Croniria
(2009), Las pequeñas espinas
son pequeñas (2013) y Matria
(2019).
Toda su creación poética ha ido
siendo recogida por la autora y
publicada en sucesivas
antologías personales, como
La acacia roja (2008), Un
sueño dentro de un sueño
(2012), A las órdenes del
viento (1015) y Esta
momentánea eternidad (2016).
Entre los galardones que ha
recibido cabe destacar el Premio
Andalucía de la Crítica 2018 y
el Premio de la Crítica 2018,
ambos por su poemario Matria;
Premio Unicaja de Poesía,
el Premio Antonio Machado en
Baeza, el Premio del Tren o
el Premio Jaén de Poesía, así
como un accésit del Premio
Adonáis (Web Of. R. L.).
2.
El poema “Epifanía en la boca”
forma parte del poemario
Matria (Visor Libros,
Madrid, 2018).
3. Enrique Santos Discépolo
(Buenos Aires, 1901 - Buenos
Aires, 1951) fue un compositor,
músico, dramaturgo y cineasta
argentino. También era conocido
como “Discepolín”. Discépolo es
recordado especialmente por
componer varios de los llamados
“tangos fundamentales” o “tangos
de oro”, entre los que destacan
“Yira, yira” (1929),
“Cambalache” (1934), “Uno”
(1943) y “Cafetín de Buenos
Aires” (1948), en los que
cristalizó la vena lírica del
escritor y lo catapultaron al
estrellato del tango (WP).
4. Matria
(Visor Libros. Madrid, 2018) es
el primer libro que la poeta
jerezana publica tras la edición
de toda su poesía reunida bajo
el título de “Esta momentánea
eternidad” (Visor, Madrid,
2016), y representa un paso más
en la consolidación poética de
unas de las voces más originales
de nuestro país; una voz que,
sin ser autobiográfica en
sentido estricto, sí que está
construyendo su propio
autorretrato con fragmentos de
la memoria (El Cuaderno, Febrero
2019).
5. “La Bombonera”
es el nombre como se conoce el
Estadio Alberto J. Armando,
propiedad del equipo Boca
Juniors, tiene una capacidad de
54 000 espectadores y se halla
ubicado en el distrito de La
Boca de Buenos Aires. Este
apelativo le vino por motivo de
su gran parecido, en
perspectiva, a una caja de
bombones: un soporte plano en un
lado del campo y tres gradas
empinadas alrededor del resto
del estadio. Sus dimensiones son
de 105 x 68 m, las mínimas
exigidas por el reglamento de la
FIFA (WP). |
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Francisco Morales Lomas
(Campillo de Arenas, Jaén,
1957). Licenciado en
Filosofía y Letras, y en
Derecho por la Universidad
de Granada; Doctor en
Filología Hispánica por la
Universidad de Granada;
Catedrático de Lengua
Castellana y Literatura y
Profesor Titular de la
Universidad de Málaga.
Es
Académico de la Academia de
Buenas Letras de Granada, de
la Academia de Artes
Escénicas de España y de
la Real Academia de Córdoba.
Poeta, narrador, dramaturgo,
ensayista, columnista y
crítico literario
perteneciente a la
“Generación de la Transición”.
Su poesía ha sido definida
como fiel representante
del “Humanismo
solidario”,
por su compromiso personal y
sus valores estéticos, y su
teatro pertenece a la
corriente literaria
llamada “Canibalismo
Dramático”.
Es especialista en
literatura española de los
siglos XX y XXI. Es miembro
fundador de la corriente
“Humanismo Solidario”, cuya
Asociación Internacional
Humanismo Solidario preside
desde su fundación.
En la actualidad es
Presidente de la Asociación
Andaluza de Escritores y
Críticos Literarios (AAEC),
Presidente y fundador de la
Asociación Internacional
Humanismo Solidario (AIHS),
Vicepresidente de la
Asociación Colegial de
Escritores de España
(Andalucía) (ACE-A),
Vicepresidente de la
Asociación de Dramaturgos,
Investigadores y Críticos
Literarios de Andalucía
(ADICTA).
Entre los reconocimientos
que ha recibido figuran
haber resultado Finalista,
en los años 1998, 1999 y
2002, del Premio de la
Crítica; Premio Doña Mencía
de Salcedo de teatro 2002;
Finalista del Premio
Nacional de
Literatura (Ensayo), en
2006; Premio Andalucía de la
Crítica en 1998;
Premio Joaquín Guichot de la
Consejería de Educación de
la Junta de Andalucía;
Premio de Periodismo del
Ministerio de Economía; y
Premio Internacional de
teatro José Moreno Arenas
2013, entre otros.
Ha publicado una cincuentena
de títulos hasta el momento,
muchos de los cuales han
sido traducidos a varios
idiomas. En este sentido,
cabe destacar, entre sus
últimas obras líricas, los
poemarios
Noche oscura del cuerpo,
Col. Ancha del
Carmen, Ayuntamiento de
Málaga, 2006; El agua
entre las manos, Col.
Aula de Literatura José
Cadalso, Fundación Municipal
de Cultura ‘Luis Ortega
Brú’, San Roque, 2006; La
última lluvia, Eds.
Carena, Barcelona, 2009;
Elogio de la rutina,
antología, Ayuntamiento
de Roquetas de
Mar, Almería, 2010; y
Puerta del mundo, Eds.
En Huida, Sevilla, 2012.
Dentro del género narrativo,
entre sus últimos títulos
publicados cabe citar, por
orden cronológico de
publicación, La larga
marcha, novela (Ed.
Arguval, Málaga, 2003),
Candiota, novela (Ed.
Sarriá, Málaga) y El
extraño vuelo de Ana
Recuerda, novela (Alhulia
Ed., Granada, 2007), que
conforman su trilogía sobre
la Transición española; El
secreto del agua,
relato, «Gibralfaro», 79,
enero-marzo 2013; Bajo el
signo de los dioses,
novela (Alcalá Grupo Ed.,
2013), primera entrega de su trilogía
sobre el Siglo de Oro «Imperio del
Sol»; Comenzar el futuro,
relato, en «Cuentos
engranados» (Coords.
Carolina Molina y Jesús
Cano), Ed. Transbooks, 2013;
Cautivo, novela (Ed.
Nazarí, Granada, 2014),
segunda entrega de la
trilogía «Imperio del Sol»;
En algún lugar del
corazón, relato,
publicado en «Cervantes
tiene quien le escriba», Eds.
Traspiés, Granada, 2016; y
Puerta Carmona,
novela (Ed. Quadrivium,
Girona, 2016), tercera entrega de
la trilogía «Imperio del
Sol»; El viento
entre los lirios,
Colección DRelatos, Eds. En
Huida, Sevilla, 2019, y
La edades del viento (Eds.
Dauro, Granada, 2020), la
que, por ahora, es su última
novela.
En el campo de la dramática,
cuenta, entre otras
aportaciones, con títulos
como «El encuentro», en III
Certamen de teatro
Dramaturgo José Moreno
Arenas, Eds. Carena,
Barcelona, 2012; «El
desahucio», V Premio de
teatro Dramaturgo José
Moreno Arenas, Eds. Carena,
Barcelona, 2014; y las
distintas obras aparecidas
en los títulos genérico de
Teatro Caníbal Completo,
volúmenes I, II, III y IV,
Eds. Carena,
Barcelona, 2015-2018.
Y ya, por último, en el
campo de la crítica
literaria, cabe citar: La
lírica conmovedora
de Francisco García Lorca,
discurso de entrada en
la Academia de Buenas Letras
de Granada, Academia de
Buenas Letras de Granada,
2015; Poetas del ’60.
(Una promoción entre
paréntesis), en
colaboración con Alberto
Torés, Ed. El Toro Celeste,
Málaga), 2015; Poética
machadiana en tiempos
convulsos. Antonio Machado
durante la República y la
Guerra Civil, Ed.
Comares, Granada, 2017;
Ser y tiempo, Antología
poética de Emilio Prados,
estudio, edición y selección
de F. Morales Lomas,
Fundación Málaga, Número 24
de la Colección Cuatro
Estaciones, Málaga; La
poesía de Vicente
Aleixandre. Cuarenta años
después del Nobel, en
colaboración con Remedios
Sánchez, Ed. Marcial Pons,
Madrid, 2017; y El hilo
de Ariadna. Literatura y
críticas contemporáneas,
Servicio de Publicaciones de
la Fundación Unicaja,
Málaga, 2018.
Como columnista, ha
colaborado en diversos
medios, como SUR,
La Opinión de Málaga,
Ideal, Diario Málaga,
Diario Siglo XXI,
Wadi-as y Diario La
Torre.
Podéis conocer sus últimas
creaciones a través de su
web «MORALESLOMAS»
y el blog «MORALESLOMAS».
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GIBRALFARO. Revista de Creación Literaria y Humanidades. Publicación Trimestral.
Edición no venal. Sección 3. Página 12. Año XIX. II Época. Número 107
EXTRA.
Julio-Diciembre 2020. ISSN 1696-9294. Director: José Antonio Molero Benavides. Copyright © 2020 Francisco Morales Lomas.
© Las imágenes han sido tomadas de diferentes sitios de Internet a través del buscador Google
y se utilizan exclusivamente como ilustraciones del texto. Los derechos pertenecen a su(s) creador(es).
Diseño y maquetación: EdiBez. Depósito Legal MA-265-2010. © 2002-2020 Departamento de Didáctica de las Lenguas, las Artes y el Deporte. Universidad de Málaga & Ediciones Digitales Bezmiliana. Castillón, 3, Ático G.
29.730. Rincón de la Victoria (Málaga).
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