|
«Amor, besémoslo sin
despertarnos.»
EN SU OBRA lo titula simplemente
como número “XIV”, pero en otros
lugares he leído un título
diferente: “Me llamo barro,
aunque Miguel me llame”, en
alusión al poema de Miguel
Hernández, que pertenece al
poema número quince de su obra
publicada el 24 de enero de
1936, El rayo que no cesa.
Partiendo de los famosos versos
de Miguel Hernández, en cuya
particular visión está inspirado
el título, escribe Con tres
heridas yo (1983), en el que
el poeta gaditano pretende una
reflexión sobre las obsesiones
del hombre, sin retóricas ni
palabras superfluas. Podemos
considerarlo como una
continuidad, una segunda parte
del poemario anterior, por
cuanto los temas como la muerte
(de tan abundante recordatorio)
o la familia (como ese ámbito
vital al que aluden los versos
de Hernández) están presentes.
Así sucede en este poema
dedicado a su hijo Miguel
Hernández, con el que escribe
una especie de tierna biografía
infantil y lleva el intertexto
del otro Miguel, el poeta de
Orihuela, a este poema, al que
también directamente y al
unísono está rindiendo un
homenaje. Se sostiene sobre una
continuidad de acciones que
producen a un tiempo ternura,
humor y nostalgia de lo vivido.
|
“Otra vez me ha picado este genízaro
”
Comienza con una frase
definitiva sobre las molestias
que pueden causar los niños en
la infancia y el verbo “picar”,
empleado coloquialmente para
expresar molestia, enojo o
provocación, vigésima acepción
de la quincuagésima séptima que
tiene este verbo. Y lo califica
de “genízaro”. Un término poco
habitual que nos retrotrae
denotativamente a ese “soldado
de infantería, y especialmente
de la Guardia Imperial turca,
reclutado a menudos entre hijos
de cristiano”, pero
connotativamente podríamos decir
que es una definición suave para
mostrar su actitud de luchador o
persona que molesta, empleado en
ocasiones por Camilo José Cela.
Hay una estructura dialógica en
la que entendemos que el poeta
expone a su mujer, Mari Luz, de
un modo a mitad de camino entre
la confidencia, el disgusto y
cierta inquietud la actitud del
hijo pequeño y su
comportamiento.
No quiere gritarle, ni
castigarlo. Y explica la razón:
él también fue así de niño («y
así fui/ yo también después de
todo»); y añade algo más: «tal
castigo/ será nuestro desvelo».
En torno al arrepentimiento tras
la reprensión de una conducta.
Por una parte, existe enfado,
pero por otra comprensión ante
su modo de actuar, una
justificación llena de afección.
|
|
|
|
|
Antonio Hernández Ramírez
(Arcos de la Frontera, Cádiz, 1943),
poeta, novelista, ensayista y articulista,
es autor del poema XV del poemario
Con tres heridas yo, escrito en 1982 y
publicado por la Editorial Ayuso un
años después. La Crítica lo ha adscrito a la
llamada Generación del 60 o del
Lenguaje. |
|
|
|
“Como
un rayo proletario”
Entre los actos que ha realizado
Miguel Hernández se halla romper
un poema y explica la causa, ya
que ambos, el niño y el poeta de
Orihuela se llaman igual. E
introduce la anécdota del
bautismo del mismo con la
interpolación irónica de Claudio
(se refiere al gran poeta
Claudio Rodríguez, amigo de
Antonio y padrino de su hijo)
que alude al vino. Sabido es que
Claudio Rodríguez era un gran
alumbrado y no solo de poemas.
Ese nombre, Miguel Hernández, es
definido con un símil muy
preciso, “Como un rayo
proletario”, que alude a dos
hechos o acontecimientos: rayo,
por su obra El rayo que no
cesa; y proletario, por su
condición de persona
perteneciente a esta clase
social (clara alusión a su
condición de pastor).
En este recorrido por el momento
del bautizo, recuerda Hernández
el tiempo (el mes de diciembre)
y asimila la temperatura a la
nostalgia de Andalucía y su
olor, pues, como se sabe, desde
los años 60 Antonio Hernández
vive en Madrid. Un hecho este
relevante siempre a lo largo de
toda su obra que está trufada de
constantes referencias a
Andalucía, a su literatura, a su
paisaje, su historia y su modo
de ser y de pensar, que lo
asimila a poetas como Rafael
Alberti (con el que mantuvo una
gran relación) y con Juan Ramón
Jiménez o Antonio Machado, que
han sido siempre escritores muy
queridos para él.
Esta observación del niño que
rompe poemas y hace travesuras,
que es bautizado y apadrinado
por otro poeta, le hace crear
una especie de axioma
definitorio que tiene un valor
de símil: «Lo mirábamos como a
un asombro que reglamentara».
Este asombro, extrañeza o
impresión del hecho en sí que
adquiere el valor de norma o
reglamento.
|
Importancia de las grafías
Desde el ámbito de la forma de
la expresión en terminología de
la glosemática, las grafías son
enormemente importantes y
significativas. Y Hernández
introduce un texto entre
paréntesis que va desde «Pero
otra vez» hasta «Barro eterno»;
y, al mismo tiempo, hay dos
tipos de grafías en este amplio
fragmento: desde «Pero otra
vez…» hasta «Menos niño» en
redondita; y, a partir de
«Miguel tiene tres años» hasta
el final de ese fragmento en
cursiva.
Después de este fragmento entre
paréntesis, el poeta solo deja
cuatro versos en redondita, en
dos párrafos finales: los tres
iniciales para reiterar la
conducta desaprensiva del niño y
el recuerdo de ese niño, al que
ahora rememora el poeta y el
amor profesado a ese niño
«travieso, transparente».
Y, finalmente, el último verso,
en el que dirigiéndose a Mari
Luz de nuevo y llamándola
“Amor”, la induce a besarlo sin
que se despierte.
Los versos que encontramos entre
paréntesis son una especie de
incidencia en la historia, una
continuidad de lo iniciado.
|
“Jamás mi padre tuvo tanto espejo”
En la primera parte, en
“redondita”, trata de explicar
la conducta traviesa del niño
como una repuesta al consejo y/
o admonición del padre, pero es
un acto sin consecuencias porque
el padre también se siente un
poco niño, como a sí mismo se
dice («No menos niño yo, no
menos niño») y había sacado una
copia del poema destruido.
En la cursiva existe una
reiteración de conductas del
niño de carácter enumerativo y
la edad del niño, tres años con
un verso que en su juego de
sonoridades con el poeta de
Orihuela puede resultar
llamativo: «Miguel Hernández
tiene ya tres años»:
1. Pinta el televisor.
2. Rompe los poemas que más
quiere.
3. Todavía no va a la escuela.
4. «Es como la apariencia de mis
muertos». Con ello justifica una
actitud que llega de lejos, una
herencia. Aumentada al referirse
al padre, pues, al parecer, es
una copia del niño: «Si mi padre
pudiera contemplarlo/ vería que
su imagen se ha rehecho». Es una
poesía directa, clara,
confesional, coloquial, que va
reconstruyendo el comportamiento
del niño y asimilándolo a toda
una familia, a toda una forma de
pensar y de sentir. Una
referencia al padre que se
reitera más abajo en versos
postreros: «Jamás mi padre tuvo
tanto espejo», como sinónimo de
que el niño es fiel reflejo del
abuelo.
Esos tres años son el símbolo
que también une al escritor con
su pasado o con el pasado de
alguna lectora, pero afirmando
que existe como una especie de
derecho especial de “propiedad”
en el sentimiento: «Pero/ son
mis tres años cuando la
esperanza/ invadía las calles de
mi pueblo».
Indica el color de su cabello,
rubio, y el día de su
nacimiento, como un día de sol,
y, a través de una hipérbole,
asimila ese nacimiento a la luz:
«El día en que alumbró por vez
primera/ las tinieblas, las
sombras y el misterio».
|
|
|
|
|
Manuel Gahete, Antonio Garrido Moraga,
Francisco Morales Lomas, José Antonio
Santano, José García Pérez, Antonio
Hernández, Remedios Sánchez, Carlos Benítez
Villodres y José Sarria.
(Imagen de Javier de Molina en Diario La
Torre) |
|
|
|
“Tiene a la madre loca con los
muebles”
Siguen unos versos describiendo
a un niño que produce la
excitación materna («tiene a la
madre loca con los muebles», es
decir, desquiciada, nerviosa,
movida…) y que se reitera en la
conducta: al pintarrajear los
muebles. Pero que también se
acuesta con los indios. Y unos
versos un tanto enigmáticos:
«los balones/ rompen la red a
diario del puchero», con los que
creemos que está dando a
entender que esta conducta es
tan reiterada como el puchero
diario; coloquialmente, el
alimento diario. Y su
asimilación conceptual con el
“otro” puchero, el llanto del
niño que se siente amonestado
(«y otro puchero hace si le
riñen»).
No olvides que te llamas barro eterno
Las últimas palabras hacen
referencia a ese carácter activo
del niño asociado a la libertad,
la rebeldía y la ternura, pero
también a los versos del poeta
Miguel Hernández cuando se
define a sí mismo en el aludido
poema de El rayo que no cesa
y dice axiomáticamente: «cuando
seas un hombre,/ no olvides que
te llamas barro eterno»).
Un poema, sin duda tierno, que
partiendo de una circunstancia
banal como es las travesuras de
la infancia, adquiere un enorme
sentido y valor simbólico y se
asocia al sentido de la
libertad, de la identidad y del
ser en la existencia.
|
Unas notas sobre Antonio
Hernández
Antonio Hernández Ramírez (Arcos
de la Frontera, Cádiz, 1943) es
un intelectual inquieto que ha
frecuentado varios campos:
narrativa, ensayo y periodismo,
aunque la poesía es el centro de
su obra.
Perteneciente a lo que la
crítica ha denominado
“Generación de los 60” o “del
Lenguaje”, Antonio Hernández ha
sido un poeta que cultivó la
memoria de la infancia, el
lirismo y la emoción, siempre
matizados o contenidos por el
lujo verbal, el gusto por la
precisión expresiva y formal y
un profundo sentido del ritmo.
A lo largo de su carrera ha
publicado más de 40 libros y su
obra ha sido traducida a 21
idiomas, entre cuyos títulos
destacan El mar es una tarde
con campanas (Rialp, 1965),
Premio Adonáis 1964; Con tres
heridas yo (Ayuso, 1983),
Premio Miguel Hernández 1982;
Raigosa ha muerto, ¡Viva el Rey!
(Centro de Estudios Ramón Areces,
1988), Premio Valencia 1987;
Sagrada forma (Visor, 1994),
Premio Gil de Biedma y Premio
Nacional de la Crítica 1994;
Habitación en Arcos
(Libertarias, 1997), El mundo
entero (Renacimiento, 2001),
Premio Rafael Alberti 2000;
Insurgencias (2010) o
Nueva York después de muerto
(Calambur, 2013), Premio
Nacional de la Crítica 2013.
Dos de sus novelas,
Sangrefría (Guadalquivir,
1994; Alianza, 2002), Premio
Andalucía, y Vestida de Novia
(Planeta, 2004) fueron
proclamadas mejores novelas del
año por el programa Negro
sobre Blanco,
de TVE; y la titulada El
Tesoro de Juan Morales
(Carpe Noctem, 2016) fue I
Premio Internacional de Novela
Ciudad de Torremolinos 2016.
Además de los ya citados, su
estética literaria ha merecido
también el Premio del Centenario
del Círculo de Bellas Artes de
Madrid 1980, el Premio de las
Letras Andaluzas “Elio Antonio
de Nebrija” 2013, el Premio
Nacional de Poesía 2014 y, en
2020, ha sido distinguido con el
XVIII Premio Nacional de las
Letras Teresa de Ávila. Otros
premios: Jorge Guillén, Tiflos,
Leonor de Soria, Tiflos,
Despeñaperros, José María
Lacalle, Vicente Alexandre… en
poesía; y José María Pemán y
Manuel Alcántara de artículos
periodísticos.
Es Presidente de Honor de la
Asociación Andaluza de Críticos
y Escritores y miembro de las
directivas de CEDRO y de la ACE. |
|
|
|
| |
|
|
Francisco Morales Lomas
(Campillo de Arenas, Jaén,
1957). Licenciado en
Filosofía y Letras, y en
Derecho por la Universidad
de Granada; Doctor en
Filología Hispánica por la
Universidad de Granada;
Catedrático de Lengua
Castellana y Literatura y
Profesor Titular de la
Universidad de Málaga.
Es
Académico de la Academia de
Buenas Letras de Granada, de
la Academia de Artes
Escénicas de España y de
la Real Academia de Córdoba.
Poeta, narrador, dramaturgo,
ensayista, columnista y
crítico literario
perteneciente a la
“Generación de la Transición”.
Su poesía ha sido definida
como fiel representante
del “Humanismo
solidario”,
por su compromiso personal y
sus valores estéticos, y su
teatro pertenece a la
corriente literaria
llamada “Canibalismo
Dramático”.
Es especialista en
literatura española de los
siglos XX y XXI. Es miembro
fundador de la corriente
“Humanismo Solidario”, cuya
Asociación Internacional
Humanismo Solidario preside
desde su fundación.
En la actualidad es
Presidente de la Asociación
Andaluza de Escritores y
Críticos Literarios (AAEC),
Presidente y fundador de la
Asociación Internacional
Humanismo Solidario (AIHS),
Vicepresidente de la
Asociación Colegial de
Escritores de España
(Andalucía) (ACE-A),
Vicepresidente de la
Asociación de Dramaturgos,
Investigadores y Críticos
Literarios de Andalucía
(ADICTA).
Entre los reconocimientos
que ha recibido figuran
haber resultado Finalista,
en los años 1998, 1999 y
2002, del Premio de la
Crítica; Premio Doña Mencía
de Salcedo de Teatro 2002;
Finalista del Premio
Nacional de
Literatura (Ensayo), en
2006; Premio Andalucía de la
Crítica en 1998;
Premio Joaquín Guichot de la
Consejería de Educación de
la Junta de Andalucía;
Premio de Periodismo del
Ministerio de Economía;
Premio Internacional de
Teatro José Moreno Arenas
2013; Premio Rosalía de
Castro 2019, y Premio
Trayectoria Cultural del
Ayuntamiento de Campillo de
Arenas (Jaén) 2021, entre
otros.
Ha publicado una cincuentena
de títulos hasta el momento,
muchos de los cuales han
sido traducidos a varios
idiomas. En este sentido,
cabe destacar, entre sus
últimas obras líricas, los
poemarios
Noche oscura del cuerpo,
Col. Ancha del
Carmen (Ayuntamiento de
Málaga, 2006); El agua
entre las manos, Col.
Aula de Literatura José
Cadalso (Fundación Municipal
de Cultura Luis Ortega
Brú, San Roque, 2006); La
última lluvia (Eds.
Carena, Barcelona, 2009);
Elogio de la rutina,
antología (Ayuntamiento
de Roquetas de
Mar, Almería, 2010); y
Puerta del mundo (Eds.
En Huida, Sevilla, 2012).
Dentro del género narrativo,
entre sus últimos títulos
publicados cabe citar, por
orden cronológico de
publicación, La larga
marcha, novela (Ed.
Arguval, Málaga, 2003),
Candiota, novela (Ed.
Sarriá, Málaga) y El
extraño vuelo de Ana
Recuerda, novela (Alhulia
Ed., Granada, 2007), que
conforman su trilogía sobre
la Transición española; El
secreto del agua,
relato, «Gibralfaro», 79,
enero-marzo 2013; Bajo el
signo de los dioses,
novela (Alcalá Grupo Ed.,
2013), primera entrega de su trilogía
sobre el Siglo de Oro «Imperio del
Sol»; Comenzar el futuro,
relato, en «Cuentos
engranados», coords.
Carolina Molina y Jesús
Cano (Ed. Transbooks, 2013);
Cautivo, novela (Ed.
Nazarí, Granada, 2014),
segunda entrega de la
trilogía «Imperio del Sol»;
En algún lugar del
corazón, relato,
publicado en «Cervantes
tiene quien le escriba» (Eds.
Traspiés, Granada, 2016); y
Puerta Carmona,
novela (Ed. Quadrivium,
Girona, 2016), tercera entrega de
la trilogía «Imperio del
Sol»; El viento
entre los lirios,
Colección DRelatos (Eds. En
Huida, Sevilla, 2019);
La edades del viento,
novela (Eds.
Dauro, Granada, 2020), y
El ojo del huracán.
Narraciones 1979-2020,
compilación de narraciones
breves (Eds. Carena,
Barcelona, 2021).
En el campo de la dramática,
cuenta, entre otras
aportaciones, con títulos
como «El encuentro», en III
Certamen de teatro
Dramaturgo José Moreno
Arenas, Eds. Carena,
Barcelona, 2012; «El
desahucio», V Premio de
teatro Dramaturgo José
Moreno Arenas, Eds. Carena,
Barcelona, 2014; y las
obras que han aparecido bajo
el título genérico de
Teatro Caníbal Completo,
volúmenes I, II, III, IV y V
(Eds. Carena,
Barcelona, 2015-2019).
Y ya, por último, en el
campo de la crítica
literaria, cabe citar: La
lírica conmovedora
de Francisco García Lorca,
discurso de entrada en
la Academia de Buenas Letras
de Granada (Academia de
Buenas Letras de Granada,
2015); Poetas del ’60.
(Una promoción entre
paréntesis), en
colaboración con Alberto
Torés (Ed. El Toro Celeste,
Málaga, 2015); Poética
machadiana en tiempos
convulsos. Antonio Machado
durante la República y la
Guerra Civil (Ed.
Comares, Granada, 2017);
Ser y tiempo, Antología
poética de Emilio Prados,
estudio, edición y selección
de F. Morales Lomas, Col.
Las 4 Estaciones, Núm. 24 (Fundación Málaga
/ Fundación El Pimpi, Málaga,
2018); La
poesía de Vicente
Aleixandre. Cuarenta años
después del Nobel, en
colaboración con Remedios
Sánchez (Ed. Marcial Pons,
Madrid, 2017); El hilo
de Ariadna. Literatura y
críticas contemporáneas
(Servicio de Publicaciones de
la Fundación Unicaja,
Málaga, 2018); y
Dramaturgos españoles entre
dos milenios (Anthropos
Ed., Barcelona, 2021).
Como columnista, ha
colaborado en diversos
medios, como SUR,
La Opinión de Málaga,
Ideal, Diario Málaga,
Diario Siglo XXI,
Wadi-as y Diario La
Torre.
Podéis conocer sus últimas
creaciones a través de su
web
«MORALESLOMAS»
y el blog
«MORALESLOMAS».
|
| |
|
|
GIBRALFARO. Revista de Creación Literaria y Humanidades. Publicación Trimestral. Sección 3. Página 12. Año XX. II Época. Número 109 EXTRA.
Marzo-Diciembre 2021. ISSN 1696-9294. Director: José Antonio Molero Benavides. Copyright © 2021 Francisco Morales Lomas.
© Las imágenes han sido tomadas de diferentes publicaciones del autor y se utilizan exclusivamente como ilustraciones del texto.
Diseño y maquetación: EdiBez. Depósito Legal MA-265-2010. © 2002-2021 Departamento de Didáctica de las Lenguas, las Artes y el Deporte, adscrito a la Facultad de Ciencias de la
Educación de la Universidad de Málaga & Ediciones Digitales Bezmiliana. Calle Castillón, 3, Ático G. 29730. Rincón de la Victoria (Málaga).
| |
|
| | | | | |