SE LEVANTÓ MÁS temprano que de costumbre. El calor de los radiadores le quitaba el aire. Necesitaba caminar. Despejar sus ideas. Oxigenarse. Se sorprendió al abrir la ventana y advertir que el invierno sería más crudo que de costumbre. Estaba nevando. No era habitual, tan próximo al mar como se encontraba. Se abrigó. Controló que las ventanas permanecieran cerradas. Transpuso la puerta. La calle se lo tragó en un segundo en su magia blanca. No había nadie más allí. Todo reposaba en una pasmosa calma. Las calles, congeladas por el hielo, seguramente acobardaban a más de un transeúnte y a los vehículos que normalmente las atiborraban en una frenética puja por ocupar, contra la ley de Arquímedes, el mismo lugar, al mismo tiempo.

Dejó atrás los barrios residenciales y se internó en la zona comercial. Observó que los pocos edificios que aún mantenían su estirpe señorial de épocas rutilantes habían sido rescatados para guarecer expresiones culturales, acosadas también por un mundo vertiginoso que no se detiene ya a contemplarlas.

Entonces, la vio.

La original cartelera que anunciaba la entrada del Museo de Artes Visuales había sufrido, una vez más, la mano vandálica de la incultura o, en realidad, la cultura de los que se automarginan en su superación personal. Una de las mayólicas que artesanalmente habían sido colocadas formando una sugerida propuesta, había sido despiadadamente arrancada. El mensaje quedaba desdibujado. O, tal vez… allí comenzaba realmente.

Caminó aturdido. Pasaron un par de horas. Los comercios, comenzaron a desperezarse y las primeras cortinas metálicas dejaron oír sus chirridos al desplazarse hacia arriba por sus vencidos y oxidados rieles.

Buscó casi desesperadamente. Entró en un negocio atiborrado de materiales de construcción y con gran minuciosidad se entretuvo en el sector de los cerámicos.

Un empleado se aprestó a auxiliarlo en el preciso momento en que a él se le esbozaba una sonrisa de placer. La consternación del vendedor fue mayor aún al advertir que la ambiciosa y pertinaz búsqueda se había limitado a una pequeña baldosa cerámica de color terracota, de la que abundaban con seguridad en patios y salones.

El hombre se retiró con su preciada carga que incluía asimismo un pequeño envase con pegamento instantáneo.

A pocas cuadras de allí, momentos después, un reluciente cartel retomaba su anterior prestancia…

Volvió a su casa. Se sentía artífice de una gran conquista. Se recostó pensando en la gente que ahora podría identificar el lugar, ingresar al recinto, gozar con una cuota de humanismo, que se alejaría del plástico y de las máquinas y sus corazones volverían a vibrar, sensibles.

Estaba satisfecho de su obra. No tenía más proyectos por el momento. Otro, seguramente, pondría la siguiente baldosa de cerámica si hiciera falta. Él se recostó en su cama y, esbozando nuevamente una gran sonrisa, se olvidó de respirar…

  

  

  

  

  

  

   

   

Jorge Alberto Baudés (Buenos Aires, Argentina, 1948), poeta y narrador, ha encontrado en los niños los destinatarios más idóneos de sus mensajes literarios. Sus primeros poemas y cuentos vieron la luz en antologías compartidas con otros autores, entre las que destacan El reverso de la palabra (poemario), Entre escondites y sueños (cuentos y poemas), Entre escalones y zapatos (cuentos, poemas, fábulas y leyendas para niños), Desde El Chubut (I) y Desde el Chubut (II) (cuentos, poemas y narraciones).

Es autor también de libros individuales, como Enigmas, cuentos fantásticos y de ciencia ficción para adolescentes (Ed. Vinciguerra, 1989); El guardián de la leyenda: aventuras y desventuras de un boy-sacout (Ed. del Cendro, 2004; Amazon, 2020); Cuento con vos, colección de cuentos (Ed. Vinciguerra, 2005); Vórtice Patagonia. (El portal), cuentos fantásticos y de ciencia ficción (Ed. Dunken, 2013), Cien verdades y una mentira (Buscando las respuestas), cuaderno de reflexiones (Eds. Mis Escritos, 2013), Canticuentos, cuentos, poemas, fábulas y leyendas para los más pequeños (1.ª ed., Ed. Vinciguerra; 2.ª ed., Ed. Remitente Patagonia, 2016); Patagonia, donde habitan los duendes, y otros cuentos (Ed. Remitente Patagonia, 2.ª ed., 2014), Poesía embrionaria (Ed. Remitente Patagonia, 2017), Cien verdades y una mentira. El libro de autoayuda de las buenas ondas (versión Kindle), Destino encriptado (versión Kindle), Las huellas perdidas (versión Kindle) y Atchís, atchís… cosquillas en la nariz (Eds. Literarte, 2023).

Ha creado y dirigido el taller literario infantil “Pequitas y Pecosos” y ha sido integrante y presidente de SADE, Filial Chubut, y cofundador del grupo literario “Encuentro”. Junto a su esposa Esther Edith Gutiérrez, autora del libro de relatos Cruzando el puente. Los individuos olvidados (Eds. del Cedro, Trelew, Chabut, Argentina, 2012), es cofundador y coordinador del reconocido ciclo “Unión Café Concert”.

Su trayectoria literaria ha sido distinguida en diferentes eventos nacionales e internacionales, entre los que cabe destacar el I Premio en el Certamen Latinoamericano Jorge Luis Borges, de la Fundación Givré; el IV Premio en el Certamen Internacional Netgame 2000 Îlle de France (Francia) y la “Medalla de Plata” del Certamen Internacional Eisteddfod del Chubut 2011, por el poema «La Llave», que formaría parte de su poemario Poesía embrionaria.

   

   

   

GIBRALFARO. Revista de Creación Literaria y Humanidades. Publicación Trimestral. Edición no venal. Sección 1. Página 5. Año XXIII. II Época. Número 120. Julio-Septiembre 2024. ISSN 1696-9294. Director: José Antonio Molero Benavides. Copyright © 2024 Jorge Alberto Baudés. © La imagen utilizada en la composición del título es un detalle de la facilitada por Boris Thaser, en la web "pxhere.com", a quien corresponde cualquier derecho que pudiese concurrir sobre la misma. Diseño y maquetación: EdiBez. Depósito Legal MA-265-2010. © 2002-2024 Departamento de Didáctica de las Lenguas, las Artes y el Deporte. Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Málaga & Ediciones Digitales Bezmiliana. Calle Castillón, 3. 29.730. Rincón de la Victoria (Málaga).