N.º 60

MARZO-ABRIL 2009

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ÀNGEL GUIMERÀ I JORGE
Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias), 1845 - Barcelona, 1924

  

  

Por Rocío Lara Salcedo

  

  

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oeta y dramaturgo nacido en Tenerife y afincado en Cataluña, Guimerà escribe casi toda su producción literaria en catalán. Fue el único autor de teatro en lengua catalana del siglo XIX que alcanzó mayor proyección internacional y sus obras fueron traducidas a varios idiomas. Aunque canario de origen, Guimerà fue un enardecido defensor de los movimientos catalanes de su época y del catalanismo por encima de todo. Su obra creativa sirvió de inspiración a otros muchos autores de otros géneros, como la música o el cine. Este autor del catalanismo de finales del siglo XIX y principios del XX es más conocido por su nombre abreviado, Ángel Guimerà, y numerosas plazas y calles de toda España llevan su nombre, aunque, paradójicamente, resulte un gran desconocido para muchos.

  

De Tenerife a Barcelona

Ángel Pío Juan Rafael Guimerà Jorge nace en Santa Cruz de Tenerife, Archipiélago Insular Canario, el 6 de mayo de 1845. Su casa natal se encontraba en la calle Canales, calle que actualmente lleva su nombre. Era hijo de padre catalán, Agustí Guimerà i Fonts, y de madre canaria, Margarita Jorge Castellano, y fue bautizado el 10 de mayo de 1845 en la Parroquia Matriz de la Concepción.

En 1853, cuando apenas cuenta con ocho años de edad, su padre decide trasladarse con la familia a El Vendrell (Tarragona), su ciudad natal, y él se traslada con su tío a Barcelona a continuar la primera etapa de su educación. En 1859, ingresa en el colegio escolapio de la Ronda de Sant Antoni, donde destaca como alumno aventajado. Los veranos los pasa con sus padres en El Vendrell.

   
    

 

Àngel Guimerà con 8 años.

(Imagen tomada del libro "Guimerà", de Josep Miracle. AEDOS, Barcelona, 1958.

   

El ambiente familiar y su condición de estudiante le facilitan bastante relacionarse con lo mejor de la cultura barcelonesa. Traba amistad con muchos intelectuales y frecuenta tertulias y otras reuniones culturales, todo lo cual hace que se despierte en él una apasionada atracción por la poesía. Es por esta época cuando compone sus primeros poemas.

  

Guimerà y la Renaixença

En Barcelona tiene ocasión de contactar con el movimiento catalanista, con el que se identifica de inmediato. Pasa a engrosar las filas del grupo ‘La Jove Catalunya’, la primera asociación catalanista que existió, bajo cuyos auspicios, junto con muchos otros, el joven Guimerà participa activamente en el movimiento político y cultural que propugnaba la instauración de la autonomía catalana.

En 1870, empieza a colaborar en la revista La Gramalla, en la que publica algunos poemas suyos, como El rei i el conseller. En 1871, en colaboración con Francesc Mateu y Pere Aldavert, funda la revista La Renaixensa, más tarde convertida en diario, del que fue director durante tres años y en él publicará la mayoría de sus primeras poesías.

En 1872, cuando fallece el padre, Guimerà se instala definitivamente en Barcelona, si bien continuará visitando con frecuencia la casa solariega de El Vendrell. Por estas fechas, ya era un conocido por los hombres de letras catalanas del momento.

En 1874 forma parte del grupo ‘Jove Catalunya’, que fue la primera asociación catalanista que existió, bajo cuyos auspicios, junto con muchos otros, participa activamente en el movimiento político y cultural que propugnaba la instauración de la autonomía catalana.

  

Comienza su actividad literaria

Su popularidad como literato crece por momentos. Su primer reconocimiento como poeta tiene lugar en los ‘Juegos Florales’ de 1775, en los que consigue un accésit por su poema histórico Indíbil y Mandoni; en la edición del año siguiente se le concede la ‘Flor Natural’ (primer premio del certamen) por su poema Cleopatra, y en la de 1977 se le otorga la distinción de ‘Mestre en Gai Saber’, al concedérsele la ‘Flor Natural’, la ‘Viola d’Or i Argent’ y la la ‘Englatina d’Or’ por sus poemas L’any mil, Romiatge y El darrer plany d’en Claris, respectivamente.

   

 

    

Àngel Guimerà con Francesc Ubach y Jaume Ramon, en 1868.

(Imagen tomada del libro "Guimerà", de Josep Miracle. AEDOS, Barcelona, 1958.

 
   

Como autor teatral, Guimerà da sus primeros pasos en 1879 con la pieza Gal.la Placídia, tragedia versificada y arraigada en la tradición del romanticismo histórico. A esta obra va a seguir todo su mejor repertorio, con obras como Judit de Welp (1883), La Baldirona (1892) y Mar i cel (1906), entre muchas otras, pero será Terra baixa (1897), la pieza teatral que catapultará su nombre al universo del género dramático.

En 1882 ingresa en el Centre Català y se integra en el grupo político de Valentí Almirall. En 1889, resulta elegido presidente de la Lliga de Catalunya y se le homenajea con la presidencia de los ‘Juegos Florales’ de ese año.

En 1895 resulta elegido presidente del Ateneu de Barcelona, en cuya toma de posesión lee, por primera vez en la historia de la institución, el discurso inaugural en catalán. En un libro titulado Cant a la pátria, que sería publicado en 1906, se recogen todos los discursos políticos que pronunció por el país.

  

La cuestión del Premio Nobel

Además de cultivar la poesía, Guimerà fue uno de los autores más preclaros de teatro  de la época, de aquí que, en 1904, la Academia Sueca previera concederle el Premio Nobel de literatura, premio que compartiría con Frédéric Mistral, poeta provenzal de la época. Con ello se pretendía premiar a dos autores paradigmáticos de la literatura que escribían en dos lenguas, con una parte de su historia en común: el catalán y el provenzal.

Pero las inestables y convulsas circunstancias socio-políticas en que se veía envuelta Cataluña por aquellos años, obligó al Gobierno central a no estimar conveniente la concesión del galardón a un escritor de obras de tan marcado cariz político, y puso en juego toda su influencia para que se le otorgara a otro dramaturgo importante del momento, José de Echegaray, si bien éste y Frédéric Mistral eran dos autores que no tenían nada en común.

  

Su muerte

El 1909 es distinguido con la nominación de hijo adoptivo de la ciudad de Barcelona y recibe un multitudinario homenaje al que se sumó toda la ciudad. En 1911 se le nombra miembro numerario del Institut dEstudis Catalans. Su meritoria labor en el ámbito de la dramaturgia no sólo le es reconocida en Cataluña y en España entera; en 1916, Francia lo distingue con el nombramiento de Caballero de la Legión de Honor.

El fallecimiento de este ilustre catalán nacido en Tenerife tuvo lugar en Barcelona el 18 de julio de 1924, y, al multitudinario cortejo fúnebre que llevaba sus restos al Cementerio de Montjüic, asistió infinidad de personajes y figuras del mundo del saber, la política y las artes de Cataluña y del resto de España.

  

Obras poéticas

Aunque fue su talento como dramaturgo el que le daría fama y proyección internacionales, Guimerà inició su carrera literaria en la poesía y llegó a ser uno de los grandes poetas en lengua catalana.

En 1870 publica su primera poesía, El rei i el conseller, que ve la luz en el semanario catalán La Gramalla, editado en Barcelona, y en el que participará asiduamente. En los ‘Juegos Florales de 1875’, Guimerà vio premiada su poesía histórica Indíbil y Mandoni, publicada ese mismo año; al año siguiente obtuvo la ‘Flor Natural’ (primer premio del certamen) con la composición Cleopatra (1876) y en 1877 obtuvo el ‘Mestre en Gai Saber’, al alcanzar sus tres premios reglamentarios con sus poemas L’any mil, El darrer plant d’En Claris y Romiatge, todos ellos publicadas ese mismo año.

   
    

 

Àngel Guimerà y actores de la época, en una foto homenaje al autor.

(Imagen tomada del archivo fotográfico de la Casa Museo Àngel Guimerà).

   

Sus poesías patrióticas, en las que cantaba las pasadas glorias de Cataluña, y sus encendidos y elocuentes discursos constituían la mejor propaganda a favor de las reivindicaciones políticas del catalanismo.

Su obra poética está reunida en dos tomos: Poesies (1887), en las que predomina el tono romántico y los temas legendarios, históricos y bíblicos, y Segon llibre de poesies (1920), en el que predominan las composiciones líricas, de tono sentimental, amoroso y  familiar.

En sus poesías históricas se impone con frecuencia el tema de la muerte, como en La mort d’en Jaume d’Urgell (1896) o en La mort de Joan II d’Aragó, entre otras obras; merece también recordar ahora El cant del diable.

   

Su producción dramática

Pero, como se ha dicho antes, en lo que realmente destacó Àngel Guimerà fue en el teatro. Empezó a escribir piezas teatrales a los 30 años y fueron sus dramas en verso los que le convirtieron en el dramaturgo en lengua catalana más importante de su generación.

La crítica distingue cuatro etapas en su producción teatral:

Primera etapa (1879-1890): Corresponden a este periodo piezas de naturaleza histórico-romántica de marcado carácter trágico, con títulos como Gal.la Placídia (1879), Judit de Welp (1883), El fill del rei (1886), Mar i cel (1888), que tuvo, desde el principio, muy buena acogida del público y la crítica, Rei i monjo y La boja, ambas escritas en 1890.

Segunda etapa (1890-1900): La década de los noventa la inicia con un ciclo de producciones de fondo realista y social, entre las que podemos resaltar La sala de espera (1890), La Baldirona (1892), L’ànima morta (1892), En Pólvora (1893), Jesús de Natzareth (1894),Maria Rosa (1894), que fue una de sus obras maestras, Les monges de sant Aimant (1895). Tras ésta se sucedieron otros estrenos tan notables como La festa del blat (1896), La Basílica (1896), los monólogos Mestre Oleguer y Mort d’en Jaume d’Urgell (1896), Terra baixa (1897), que tuvo gran éxito en Cataluña, lo que propició su inmediata traducción al castellano, precisamente a cargo de José de Echegaray, y a trece lenguas europeas más; El padre Juanico (1898), Mossèn Janot (1898), versión catalana de la anterior; La farsa (1899), y La filla del mar (1900), convertida en ópera por Eugen d’Albert con el título Liebesketten (1912), entre otras.

Tercera etapa (1900-1911): A este periodo pertenecen sus piezas caracterizadas por sus conexión con el teatro europeo, y en él encontramos títulos como Arran de terra (1901), La pecadora (1902), Aigua que corre (1902), El camí del sol (1904), Andrònica (1905), Sol solet (1905), La Miralta (1905), En Pep Botella (1906), L’Eloi (1906), Maria Rosa (1906), Mar i cel (1906), que alcanzó gran popularidad; La Sant Espina (1907), rondalla en tres actos; La resurreció de Llàtzar (1907), La reina vella (1908), L’aranya (1908), y La reina jove (1911).

Cuarta y última etapa: A partir de 1912, inicia un ciclo creativo que se caracteriza por su retorno a los temas y técnicas de la primera época de su producción teatral, con obras como Titània (1912), Jesús que torna (1917), Indívil i Mandoni (1917), Al cor de la nit (1918), L´ànima és meva (1919), Joan Dalla (1921), Alta banca (1921) y Per dret diví (1926), entre otras.

   

    

Monumento conmemorativo de Àngel Guimerà, situado en la plaza de Sant Josep Oriol (Barcelona).

(Imagen tomada del libro "Guimerà", de Josep Miracle. AEDOS, Barcelona, 1958.

 
   

El éxito de Terra baixa fue realmente grandioso, hasta el punto de que, en 1903, Eugen d’Albert estrenó en Praga su ópera Tiefland, con libreto de Rudolf Lothar, basada en este drama; asimismo, sobre este mismo argumento, se estrenó, en 1907, la ópera La catalane, de Ferdinand Le Borne, todo lo cual contribuyó a hacerlo más conocido.

La popularidad de los dramas de Guimerà hizo que fueran llevadas al cine (mudo por entonces) a principios del siglo XX, cuando se rodaron con créditos y rótulos en castellano Tierra baja (1907), María Rosa (1908), Mar y cielo (1910) y La reina joven (1911). En este campo de la estética cinematográfica, cabe destacar que su pieza teatral Terra baixa dio pie a películas en Argentina, Estados Unidos y Alemania. En este último país, y ya en 1940, Leni Riefensthal dirigiría Tiefland, notable película basada en esa misma pieza de Guimerà, que sería estrenada en 1953, bastantes años después de su rodaje.

  

Su estilo y temas

Su extensa obra, notable por unir a una apariencia romántica los elementos principales del realismo, hizo de Guimerà uno de los máximos exponentes del resurgimiento de las letras catalanas del siglo XIX.

En su primera colección de poesías predomina el tono romántico y los temas legendarios, históricos y bíblicos. Su poderosa fantasía necesitaba de grandes posibilidades argumentales, muchos de los cuales fijará más tarde el poeta en su teatro.

En las poesías históricas se impone con frecuencia el tema de la muerte y en ellos se conjuga un romanticismo desbordante con crudas pinceladas naturalistas.

Sus tragedias históricas son un reflejo de las tendencias románticas del Renacimiento catalán, iniciado a principios del segundo tercio del siglo XIX, y del temperamento del autor, que, a través de personajes alejados en el tiempo, daba la nota pasional y salvaje, artísticamente contrastada con rasgos de la más tierna humanidad.

En sus dramas más modernos, expresa los sentimientos primarios contrastados con personajes de su tiempo, humildes y sencillos, pero en los que laten las mismas pasiones que animan sus figuras de tragedia histórica o legendaria.

Ya en su última etapa, las ideas sociales de este autor eran de una noble sencillez, que él manifiesta en dramas que incluyen una tesis más o menos revolucionaria.

  

  

PARA SABER MÁS:

Àngel Guimerà, en WIKIPEDIA [En línea]. Disponible en web:  <http://es.wi- kipedia.org/wiki/Angel_Guimer%C3%A>. (Consulta de 9/11/2008).

Àngel Guimerà, en epdlp [En línea]. Disponible en web: <http://www. epdlp.com/escritor.php?id=1792>. (Consulta de 9/11/2008.

Àngel  Guimerà, en BIOGRAFÍA Y VIDAS [En línea]. Disponible en web: <http://www.biografiasyvidas.com/biografía/g/guimera.htm>. (Consulta de 9/11/2008).

“Àngel Guimerà”, en ESCRIPTORS [En línea]. Disponible en web: <http:// www.escriptors.com/autors/guimeraa/pagina.phpid_sec=2045>. Consul-ta de 9/11/2008).

RIUS XIRGÚ, Xavier: “Àngel Guimerà”, en MARGARIDA XIRGÚ [En línea]. Disponible en web: <http://margaritaxirgu.es/vivencia2/52guimer/ 52guimer.htm>. (Consulta de 12/1/2009).

VIHARA, Crypt: Àngel Guimerà”, en eurielec.etsit.upm [En línea]. Disponible en web: <http://www.eurielec.etsit.upm.es/zenzei/index.php?numero=10&ti po=literatura&arc....>. (Consulta de 4/1/2009).

   

   

Rocío Lara Salcedo (Málaga, 1980) cursó los estudios primarios y secundarios en el colegio “La Asunción” de Málaga. Es Maestra en Educación Infantil (2005) y actualmente cursa Magisterio (especialidad: Lengua Extranjera). Ha impartido clases en el colegio “La Asunción” durante 4 años y actualmente presta sus servicios como docente en el colegio “San Estanislao de Kostka”, también en Málaga.

   

   

GIBRALFARO. Revista de Creación Literaria y Humanidades. Año VIII. Número 60. Marzo-Abril 2009. Director: José Antonio Molero Benavides. ISSN 1696-9294. Copyright © 2009 Rocío Lara Salcedo. © 2002-2009 Departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura. Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Málaga.

   

   

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