N.º 72

MAYO-JULIO 2011

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MODESTO LAZA PALACIOS

Vélez-Málaga (Málaga), 1901 - Málaga, 1981

   

Por Carmen Rico Vázquez

   

   

   

V

eleño por nacimiento y malagueño de cuerpo y alma, Modesto Laza Palacios forma parte ya de la historia intelectual de Málaga por sus investigaciones científicas, su ingeniosa incursión en la literatura y su brillante labor farmacéutica. Aunque por un breve espacio de tiempo, intervino también en la política local al proclamarse la II República en 1931, cuando resulta elegido concejal del Ayuntamiento de Málaga. Pero Laza Palacios destaca sobre todo como persona eminentemente científica: a lo largo de su vida llegó a realizar importantes estudios en diferentes campos, destacando los de geobotánica. En tal sentido, son interesantísimas sus investigaciones sobre la flora y vegetación de las sierras Tejeda y Almijara, enclaves de la Serranía de Ronda, en la provincia de Málaga.

  

Infancia y juventud

  

Modesto Laza Palacios nació en Vélez-Málaga, capital de la comarca de la Axarquía, el 24 de marzo de 1901. Siendo aún muy niño, tuvo la desgracia de quedar huérfano de ambos progenitores. Esta circunstancia motivó que se trasladase a Málaga capital, a casa de su tío Enrique Laza Herrera, hermano de su padre, sin hijos y farmacéutico de profesión.

Modesto cursó con brillantes notas el Bachillerato en el Instituto General y Técnico de Málaga. Concluidos estos primeros estudios, influido quizá por el ambiente en que se desenvolvía su tío Enrique, inquieto investigador y miembro de la Sociedad Malagueña de Ciencias, se traslada a Granada, donde inicia la carrera de Farmacia, licenciatura que concluirá en la Universidad de Madrid.

  

Primeros años de ampliación de estudios

  

     
     

 

  

Logotipo y sello de la farmacia de Modesto Laza.

   

A partir de 1923, el joven Modesto decide realizar un proceso de ampliación de sus estudios universitarios asistiendo a una serie de cursos especializados sobre temas relacionados con la síntesis orgánica, la microbiología, la bacteriología y las técnicas microanalíticas. Ultimados estos cursos, regresa a Málaga para dedicarse de lleno a la especialidad de análisis clínicos de laboratorio, en cuya actividad adquiere gran prestigio.

  

La fitosociología de Huguet del Villar

  

A partir del año 1930, comienza a estudiar la flora y vegetación de las sierras Tejeda y Almijara, accidentes geográficos de la Serranía de Ronda, adoptando la «metodología fitosociológica de Huguet del Villar», así llamada por haber sido iniciada por el eminente investigador en ecología botánica Emilio Huguet del Villar (1871-1951). Este procedimiento metodológico, que se revelaba como el más novedoso de la época, pretendía aunar las más importantes corrientes europeas en el campo de las investigaciones geobotánicas.

  

Laza Palacios, concejal. La Guerra Civil

  

Paralelamente a esta actividad científica, y una vez proclamada en España la II República, su preocupación social y política le lleva a presentar su candidatura en las elecciones municipales del 12 de abril de 1931, formando parte de la lista del Partido Republicano Radical Socialista (PRRS) de Alejandro Lerroux, en las que resulta elegido concejal, por 885 votos, en representación del distrito 32 de Málaga.

Al iniciarse la Guerra Civil en julio de 1936, los estudios que estaba realizando para su doctorado, que se encontraban ya prácticamente terminados, quedan interrumpidos por el obligado paréntesis impuesto en este enfrentamiento bélico. Concluida la contienda en 1939, durante un breve tiempo sufre prisión en Burgos y luego es desterrado a Valladolid, hasta que, puesto definitivamente en libertad, puede por fin, en 1940, presentar su tesis doctoral en la Universidad de Madrid, cuyo tribunal le concede, por unanimidad, la calificación de ‘sobresaliente’.

A partir de entonces, se dedica al laboratorio y farmacia de su tío, quien, delicado de salud, se retira voluntariamente.

  

Su labor investigadora

  

La labor investigadora de Modesto Laza es variada y prolífica. En ella pueden distinguirse sus estudios estrictamente botánicos, los de crítica literaria y los periodísticos, estos últimos, por lo general, íntimamente vinculados a temas malagueños y al deseo de salvaguardar instituciones y entornos particulares de Málaga y su provincia. Hagamos un somero repaso de los mismos.

  

Estudios sobre botánica

  

Entre sus obras sobre botánica, merece destacarse, quizás por ser la más importante, su Algunas observaciones geobotánicas en la Serranía de Ronda, publicada en el «Boletín de la Sociedad Española de Historia Natural», en 1936, que representa un primer avance para el conocimiento de la composición florística de la comunidad de los pinsapares; otro trabajo suyo es Notas geobotánicas de la provincia de Málaga, publicado ese mismo boletín y el mismo año.

En 1940 aparece su discurso de entrada en la Real Academia de Farmacia, con el título de Flórula farmacéutica malacitana, publicado en los «Anales» de dicha institución, que constituye un trabajo de extraordinario interés científico, prolijamente citado por el profesor leridano Pio Font i Quer (1888-1964), otro de sus maestros, en su Dioscórides renovado (1961).

En 1942 son publicados dos trabajos dignos de mencionarse: Notas sobre un herbario de plantas andaluzas de don Simón Rojas Clemente y Estudios sobre la flora andaluza. En el primero, Laza Palacios pone de manifiesto el origen del herbario elaborado por el botánico Simón de Rojas Clemente y Rubio (1777-1827) y llama la atención sobre el conjunto de pliegos que llevan la anotación “Ex collecione D. Clemente”, y, en el segundo, una continuación del ensayo anterior, realiza un estudio sobre 545 pliegos de plantas andaluzas y marroquíes recolectadas por Schousboe, Cabrera, Haenseler, Prolongo y Muñoz Capilla, entre otros estudiosos, que se hallaban archivados en el herbario de la Sociedad Malagueña de Ciencias.

     

 

     

Detalle de la fachada de la farmacia y laboratorio de Modesto Laza.

 
   

Por estos años, Modesto Laza publica otro trabajo también interesante, Pau y la flora malacitana, en el que recoge especies, variedades y formas nuevas que  el ilustre botánico Carlos Pau Español (1857-1937) había descrito de la flora malagueña, muchas de las cuales procedentes del intercambio de pliegos que Modesto mantuvo con éste todavía en vida.

A 1946 corresponden dos trabajos suyos, el titulado Apuntes para el estudio de la farmacopea popular malagueña, aparecido en la Revista Médica de Málaga, y Estudios sobre la flora y la vegetación de las sierras Tejeda y Almijara, publicado en los «Anales del Jardín Botánico de Madrid». Estos estudios representan un extraordinario esfuerzo de síntesis de la flora de esta zona malagueña, pues constituyen un espléndido catálogo de 541 especies, entre las que define y cataloga cinco nuevas para la ciencia en general, además de citar y confirmar la existencia de siete nuevos taxones para la provincia de Málaga; incluyen también una síntesis fitosociológica del territorio.

En la década de los cincuenta, Laza Palacios se encuentra en una época muy prolífica, ya que de esta época son las publicaciones que se realizaron en la revista «Farmacia Nueva» con los títulos de Miscelánea botánica retrospectiva y Una publicación importante, referida esta última a la edición por el Instituto de España de la obra La materia médica de Dioscórides, traducida y comentada por el médico y humanista Andrés Laguna y Segovia (1499-1559).

  

Indagaciones literarias

  

Apasionado por los temas malagueños, en 1950 dirige la tesis doctoral de Manuel Sánchez Garro bajo el título de Una farmacia malagueña del siglo XVIII, que le va a poner en contacto con la literatura y que supondrá el inicio de sus incursiones literarias. Nombrado académico correspondiente de la Real Academia de Farmacia, el insigne botánico malagueño intensifica sus trabajos sobre crítica literaria e historia, trabajando siempre en temas relacionados con su especialidad.

En 1955, Laza Palacios da comienzo a la publicación de una serie de estudios en la revista «Farmacia Nueva» que van a constituirse en el germen de la que posteriormente será su más renombrada obra literaria, El laboratorio de la Celestina, en la analiza todos y cada uno de los términos de la inmortal obra referentes a plantas que son utilizadas para la preparación de pócimas y ungüentos mágicos. De esta publicación parte la relación epistolar que mantiene con el genial pintor Picasso a través del poeta barcelonés Jaime Sabartés Gual (1881-1968), ya que su libro, editado con el patrocinio de la Diputación Provincial de Málaga, ve la luz con una reproducción a color del famoso cuadro La Celestina en la sobrecubierta.

Otras publicaciones significativas de esta etapa son La hidrofilia hispánica, en la que hace una especial referencia a las virtudes de las aguas de Carratraca (Málaga), y Los fármacos afrodisíacos en un autor castizo del siglo XV, en la que continúa un tema ya tratado con anterioridad en otro trabajo publicado en la revista «Gibralfaro» con el título de El ungüento de las brujas, en el cual, tras una recopilación de datos sobre dicho famoso y oculto ungüento, deduce su fórmula y realiza un comentario crítico y científico sobre las plantas utilizadas en la elaboración de dicho producto; todo ello, enmarcado en un fino estilo literario.

Esta incursión en el mundo mágico y literario no le aparta en momento alguno de la investigación botánica. Era tal la capacidad de trabajo creativo que desplegó este malagueño que, en 1956, los «Anales de la Real Academia de Farmacia» publica Vegetación rupícola y formaciones frutescentes de altura en la provincia de Málaga, obra de gran interés para la geografía botánica, en la que tipifica algunas de las comunidades florísticas más características de nuestra provincia.

  

Modesto Laza y los temas malagueños

  

Durante los años en que simultanea este tipo de trabajos con sus investigaciones botánicas, se despierta en el ilustre farmacéutico una ferviente inquietud por salvar de la destrucción la entonces finca de La Concepción, abandonada a su suerte desde hacía unas décadas. Su clamor llegó hasta el punto de que, en 1956, es invitado por el Ateneo de Madrid para pronunciar una conferencia al efecto, la cual fue publicada posteriormente por la Caja de Ahorros Provincial de Málaga con el título de Málaga y su flora ornamental. En ella esboza una semblanza de destacados personajes malagueños, así como de ilustres extranjeros afincados aquí atraídos por las excelencias de Málaga, y, en un apasionado afán propagandístico, entra un recorrido histórico de la provincia, ensalza su clima y da a conocer las maravillas de la ciudad, de tal modo que la flora ornamental de Málaga aparece al final de su conferencia como tema forzoso.

Enamorado del tema malagueño, se dedicó en especial a la historia de Málaga y sus vinos, lo que pone de manifiesto en 1970, cuando pone el prólogo a la obra Postales Malagueñas. Álbum con Poesía, de la poeta Julia Romero Porras.

  

Publicaciones periodísticas

  

También escribe artículos para varias revistas malagueñas, entre cuyos títulos cabe destacar «Don Carlos Pan Español», en el Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural (1941), «Los Medicamentos de nuestros abuelos», en Farmacia Nueva (1954) o «Nuestro Parque», en Jábega (1972), entre otros.

  

Mérito y reconocimientos de Laza Palacios

  

     
     

 

  

Glorieta de Don Modesto Laza, ubicada en el centro mismo del parque de Málaga, en testimonio del grato recuerdo que los mala-gueños profesan a este ilustre humanista, investigador y científico.

   

Entre los méritos que hay que reconocerle a este ilustre botánico malagueño, cabe mencionar, aunque sea brevemente, la gran preocupación y deseo vehemente que mostró por la creación de un jardín botánico para la ciudad de Málaga, como lo ponen de manifiesto las gestiones que llevó a cabo ante el secretario del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, sugiriendo la viabilidad de adquirir la finca de La Concepción y la creación en ella de un jardín de aclimatación y experimentación de todo tipo de plantas, inquietud suya que halló eco en su momento y hoy es ya un deseo convertido en realidad.

No hemos de olvidar los numerosos cargos que llegó a ocupar con motivo de su labor investigadora, entre los que merece especial mención su nombramiento de Profesor Honorario de Botánica de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada, a la que había donado con anterioridad un valiosísimo herbario con más de 3.000 mil pliegos, fruto del trabajo que él había realizado por las sierras andaluzas y de los intercambios que mantuvo con renombradas figuras botánicas nacionales y extranjeras.

En 1963, el doctor Laza Palacios fue nombrado presidente de Sociedad Malagueña de Ciencias, de la que lo fue hasta su fallecimiento; en 1965 resultó elegido académico de número de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo de Málaga, y, en 1978, fue nombrado presidente de honor del III Simposio Nacional de Botánica Criptogámica celebrado en Madrid.

Y, aunque con temas algo apartados de la labor farmacéutica y de su afición a la geobotánica, colaboró asiduamente en la prensa local y en los diversos eventos culturales del Ateneo malagueño.

Por último, debe recordarse el gran empeño y la decidida defensa de este malagueño de alma en favor de la creación de una universidad para Málaga, Universidad que, convertida en realidad a comienzos de la década de los años 70 y agradecida a este hombre por tan noble anhelo, le concedió a título póstumo, en 1982, la Medalla de Oro que sólo otorga a personajes muy distinguidos.

  

Su muerte

  

El fallecimiento de este ilustre veleño afincado en Málaga tuvo lugar en 1981, tras una larga y penosa enfermedad que lo tenía apartado casi por completo de toda actividad cultural. Su muerte dejaba un importante vacío en el mundo de la investigación geobotánica de muy difícil relevo por la extraordinaria capacidad humana, científica y cultural que Modesto Laza Palacios poseía, y de la que, hasta el último momento, supo dar cumplida muestra.

   

   

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

CUEVAS, Cristóbal (2002): Diccionarios de escritores de Málaga y su provincia. 1.ª ed., Ed. Castalia, Madrid.

ALCOBENDAS, Miguel (1986): Personajes en su historia. 2.ª ed., Ed. Arguval, Málaga.

  

  

Carmen Rico Vázquez (Málaga, 2011). Estudiante de 1.º de la Licenciatura de Psicopedagogía en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Málaga.

   

   

GIBRALFARO. Revista de Creación Literaria y Humanidades. Publicación Bimestral de Cultura. Año X. II Época. Número 72. Mayo-Junio 2011. ISSN 1696-9294. Director: José Antonio Molero Benavides. Copyright © 2011 Carmen Rico Vázquez. © Las imágenes, extraídas a través del buscador Google de diferentes sitios o digitalizadas expresamente por el autor, se usan exclusivamente como ilustraciones, y los derechos pertenecen a su(s) creador(es). Edición en CD: Director: Antonio García Velasco. Diseño Gráfico y Maquetación: Antonio M. Flores Niebla. Depósito Legal MA-265-2010. © 2002-2011 Departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura. Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Málaga.

   

   

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