N.º 67

MAYO-JUNIO-JULIO 2010

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GUARDAR COMO ORO EN PAÑO

   

Por José Antonio Molero

   

   

E

l DRAE nos dice que algo se guarda «como oro en paño» cuando queremos dar a entender “el aprecio que se hace de una cosa por el cuidado que tiene con ella”, esto es, cuando se conserva con todo cuidado y escrupulosidad. Expresión similar a ésta es «Más guardado que oro en pan», muy utilizada en la última mitad del siglo XVI y en la primera mitad del siglo XVII, de cuyo uso nos queda constancia en El Perro y la calentura (1625), de Pedro Espinosa, tipo de novela en la que, valiéndose un coloquio entre perros, el autor antequerano introduce una colección de refranes.

En cuanto a cuál de estos dos usos es el originario, no existe unanimidad de opinión entre los estudiosos de este tipo de manifestaciones populares. Veamos las dos posturas más seguidas.

Julio Cejador afirma que, si bien es cierto que la propiedad en ambas comparaciones es incuestionable, la expresión auténtica, la verdadera, y, por tanto, la empleada originariamente es la segunda: «como oro en pan», pues ‘el oro en pan’, es decir, ‘el oro en finas láminas’ ha de guardarse muy cuidadosamente, porque la menor ráfaga de viento puede llevárselas y deshacerlas, y, a continuación, explica que, si actualmente se emplea la primera (‘como oro en paño’) en exclusividad, puede ser debido a la similitud de sonidos existente entre ‘pan’ y ‘paño’.

   
     

  

Otros dicen que la expresión alude a los antiguos (y modernos) procedimientos de los joyeros y orfebres, los cuales guardaban sus valiosas piezas preciosas entre paños delicados, como seda o terciopelo.

   

Por el contrario, Seijas Patiño, al comentar el Cuento de cuentos (1600?), de Francisco de Quevedo, glosa la expresión «como oro en paño» de que hace uso su autor, afirmando que esta frase «explica el aprecio que se hace de una cosa por el cuidado que con ella se tiene». Esta opinión se ve respaldada por el hecho de que el Diccionario de Autoridades tiene como entrada la frase «como oro en paño», de la que dice “que explica el aprecio que se hace de alguna cosa, por el cuidado que se tiene con ella”, a lo que hay que añadir que, en ninguna de las cuatro últimas ediciones del DRAE (las consultadas por mí), aparece la expresión «como oro en pan». Por otra parte, tal expresión es la que hoy nos resulta más familiar y en apariencia más razonable. Un sentido muy parecido argumentan Calles-Bermejo, quienes nos dicen que la expresión alude a los antiguos (y modernos) procedimientos de los joyeros y orfebres, los cuales guardaban sus valiosas piezas preciosas entre paños delicados, como seda o terciopelo, de color rojizo o granate, con el fin de engalanar sus productos y ofrecer una venta más atractiva.

Pues bien, admitiendo las argumentaciones de Seijas Patiño y las circunstancias que las refuerzan, convendría, sin embargo, tener presente, a favor de la explicación de Cejador, la acepción que, en sentido figurado, nos da del término ‘pan’ el DRAE, que literalmente nos dice “hoja muy delicada que forman los batidores de oro, plata u otros metales a fuerza de martillo, y cortada después, la guardan o mantienen entre hojas de papel, y sirve para dorar o platear”, así como el hecho de que «guardar el oro en pan» es una práctica muy utilizada entre joyeros y aquellas personas que trabajan el oro, pues el oro que cortan en finísimas laminillas para usarlo en adornos se guarda luego en las hojas de unos librillos especiales a fin de que no se ensucien ni deterioren.

Por consiguiente, ambas explicaciones resultan igualmente convincentes. Si desde antiguo se dirimió la lid a favor de la que emplea el término ‘paño’, a buen seguro que mucho habrá puesto de su parte —como acontece siempre— el uso que de ella hemos hecho (y hacemos) los hablantes, sin tener en cuenta para nada la realidad que lo sustenta.

   

   

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

CALLES VALES, José y Belén BERMEJO MELÉNDEZ (2001): Dichos y frases hechas. 1.ª ed., Ed. Libsa, Madrid.

CANDÓN, Margarita y Elena BONNET (1993): A buen entendedor... Diccionario de frases hechas de la lengua castellana. 1.ª ed., Grupo Anaya, Madrid.

CEJADOR Y FRAUCA, Julio (1921-1925): Fraseología o Estilística Castellana. Libr. y Casa Ed. Hernando, Madrid; tomo 2.

Diccionario de la lengua española (2001): s.v. ‘guardar como oro en paño’, RAE, Madrid.

DÍEZ BARRIO, Germán (1997): Dichos populares castellanos. Castilla Eds., Valladolid.

IRIBARREN, José María: El porqué de los dichos. 4ª. ed., Ed. Aguilar,  Madrid, 1974.

SEIJAS PATIÑO, Francisco de Paula (1859): Comentario al “Cuento de cuentos”, de Quevedo. Biblioteca de Autores Españoles, Madrid.

   

   

     

José Antonio Molero Benavides (Cuevas de San Marcos, Málaga, 1946) ha cursado los estudios de Magisterio y Filología Románica en la Universidad de Málaga, en donde ejerce en la actualidad como profesor de Lengua, Literatura y sus Didácticas. Desde que apareció su primer número, está al frente de la dirección de GIBRALFARO, revista digital de publicación bimestral patrocinada por el Departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura de la Universidad de Málaga.

   

   

GIBRALFARO. Revista de Creación Literaria y Humanidades. Publicación Bimestral de Cultura. Año IX. II Época. Número 67. Mayo-Junio-Julio 2010. ISSN 1696-9294. Director: José Antonio Molero Benavides. Copyright © 2010 José Antonio Molero. © 2002-2010 Departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura. Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Málaga.

   

   

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