o
que
podría
considerarse
la
primera
realización
de
una
película
se
debe
al
inventor
francés
Louis
Le
Prince,
autor
de
la
grabación
de
una
brevísima
secuencia
de
imágenes en
el
jardín
de
la
casa
de
sus
suegros,
en
Leeds
(Inglaterra), el 14 de octubre de 1888, a la que dio el título de Roundhay
Garden
Scene
(Escena
del
jardín
de
Roundhay).
Para
la
grabación,
Le
Prince
utilizó una
simple
cámara
de
lente
única
y
una
lámina
muy
fina
de
papel
fotográfico,
logrando
un brevísimo
cortometraje
que
se
componía
de
20
cuadros
(o
fotogramas),
que
el
proyector
utilizado
por
el
inventor
exponía
en
1,66 segundos.
Por
tanto,
la
Escena
del
jardín
de
Roundhay
es
la
película
más
antigua
que
se
conoce,
pues
su
grabación
y
proyección
tuvieron
lugar
casi
3 años
antes
de
que
el
norteamericano
Thomas
Alva
Edison
presentase
su
prototipo
de
cinematógrafo
en
una
convención
de
la
National
Federation
of
Women’s
Clubs
(Federación
Nacional
de
Clubes
de
Mujeres),
el
20
de
mayo
de
1891,
y,
también,
7 años
antes
de
que
tuviese
lugar
el
acontecimiento
que
históricamente
marca
el
nacimiento
del
cine:
la
exhibición
de
los
hermanos
Lumière
el
28
de
diciembre
de
1895.
En
efecto,
la
invención
del
cinematógrafo
(o
sea,
de
esa
maquina
capaz
de
proyectar
una
película
con
imágenes
en
movimiento
previamente
grabadas)
fue
obra
de
los
hermanos
August
y
Louis
Lumière,
también
franceses,
y el
acontecimiento
tuvo
lugar
en
1895.
En
efecto,
el
28
de
diciembre
de
1895
tuvo
lugar
la
primera
exhibición
con
público
del
cinematógrafo
ideado
por
los
Lumière
en
el
Salón
Indio
del
Grand
Café,
ubicado
en
el
número
14
del
bulevar
de
los
Capuchinos
de
París.
El
programa
constaba
de
diez
películas
de
15 a
20
metros
cada
una,
con
una
duración
total
de
unos
20
minutos.
Estas
películas
había
sido
grabadas
por
uno
de
ellos,
Louis,
y
los
personajes
que
aparecían
en
aquellos
fotogramas
los
constituían
familiares
y
amigos
principalmente.
La
primera
de
ellas,
titulada
Sortie
des
usines
Lumière
à
Lyon,
y
que
podría
traducirse
por
La
salida
de
los
obreros
de
la
Fábrica
Lumière,
es
sumamente
conocida
y ya
figura
en
la
historia
de
la
Cinematografía.
De
aquella
primera
proyección
se
sabe
que
el
precio
de
las
localidades
fue
de
un
franco,
que
la
recaudación
ese
día
fue
de
35
francos
y
que
fueron
35
los
espectadores
que
asistieron,
los
cuales,
testigos
presenciales
del
portento
que
suponía
la
visión
de
imágenes
en
movimiento,
se
convirtieron
en
propagadores
incondicionales
de
la
noticia
por
todo
París.
Esta
publicidad
suplió
eficazmente
la
falta
de
prensa
y,
pronto,
comenzarían
a
congregarse
multitudes
de
curiosos
para
acceder
a
las
proyecciones.
El
cine
había
nacido.
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|
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|
Una escena del cortometraje Roundhay Garden Scene, rodado por Le Prince en 1888.
(Para visionar la grabación al completo, pulsar sobre la imagen. Origen: YouTube) |
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|
El cine en Málaga
Aquella
novedad casi
milagrosa de
la tecnología
no tardó
mucho tiempo
en llegar a
España. Solo
unos meses más tarde de la
experiencia
de los
Lumière en
París, el
15 de mayo
de 1896, se
inauguraba
en Madrid una
sala para la
proyección
de
secuencias
animadas a
la que se le
puso el
nombre de
los
inventores.
El aparato
de
proyección
fue traído
de Francia
por
Alexander Promio, un operador
de cámara de
los Lumière,
que se
desplazó a
España por
encargo de
estos como
experto en
el manejo
del
proyector.
A Promio se le
considera el
pionero del
rodaje de
películas en
nuestro país, pues
a él se
deben las
primeras
secuencias
animadas que
se grabaron
en España:
Maniobras de
la
artillería
en Vicálvaro,
Salida de
los
alabarderos
de Palacio
y Salida
de las
alumnas del
Colegio de
San Luis de
los
Franceses,
probablemente
exhibidas el
mismo día de
la
presentación
del
cinematógrafo,
el 14 de
mayo de 1896,
en el Hotel
Rusia, ubicado
por entonces en la
madrileña
Carrera de
San Jerónimo.
En lo que a
Málaga se
refiere, el extraño
artilugio
que hacía
moverse con una
vitalidad y gracejo envidiables a unas imágenes previamente
fotografiadas
hizo acto de
presencia, entre el 3 y el 15 de
septiembre
de 1896, en
la planta
baja del ya
desaparecido Hotel
Victoria,
situado por aquel
entonces en
el numero 9
de la calle
de Larios, por
iniciativa
de un
reducido
número de
amigos. Para
la
proyección
se utilizó
un aparato
del modelo Kinetógrafo Werner y la película que se proyectó consistía en una secuencia animada
de 10 fotogramas.
A pesar de
que la
situación
económica y
social de
Málaga y
España en
general
discurría
por senderos
poco
halagüeños,
el éxito de estas funciones
fue tan grandioso como unos meses
antes lo había
sido en
Madrid.
Sin embargo, al igual que
ocurría en la capital del país y en
otras
ciudades, el lugar en
donde se habían celebrado
las sesiones en Málaga era tan solo un sitio provisional, lo cual era
lógico
todavía,
pues, en realidad,
se trataba
de proyecciones
itinerantes y ocasionales, que iban de
una ciudad a
otra, y de una
provincia a
otra, según
la demanda.
|
|
|
|
|
Tres modelos de proyectores de la época. |
|
El primer cine estable de Málaga
Para hallar
un proyector
de propiedad
netamente
malagueña
hay que
remontarse a 1898. Ese año,
Alexander Promio o
alguno de
sus
ayudantes es requerido
por el
empresario José
González,
propietario
del Café de España, sito por entonces en la Plaza de
la
Constitución,
para la
adquisición
por su parte
de un
proyector de
la factoría
Lumière. En
un
principio,
era
intención
del señor
González
llevar a
cabo las
proyecciones
en algún
tipo de
pabellón o
de
caseta
lujosamente
adornada,
levantada en
el rellano
del puerto,
pero el
permiso
solicitado
al efecto le
fue denegado
a causa de
las obras de
ampliación
portuaria
que se
estaban
llevando a
cabo. Así
las cosas,
construye
una suerte
de barraca
portátil y
aprovecha
las ferias y
todas las
fiestas de
los barrios
para las
proyección
de cortometrajes. Solo se necesitaba
un solar o
derribo y
unas sillas. Su primera
función tuvo lugar
el 22 de
julio de
1899. Toda Málaga
estaba
asombrada
con este
nuevo
invento que
permitía ver
figuras
animadas. El
éxito de
cada sesión
estaba
garantizado.
Ese mismo
año de 1899,
a los
empresarios
teatrales Rafael Baquera y
Carlos
Lafuente les fue
concedido
también un
permiso la
instalación
temporal de cinematógrafo
durante los
meses de
agosto y
septiembre «en los
terrenos
ganados al
mar, en el
muelle del
Marqués de
Guadiaro».
A la solicitud se adjuntaba un
plano a
lápiz del
cine y estaba firmada con
fecha de 26
de julio de
1899.
En 1900
aparece el
Cine
Pascualini —al
que luego
dedicaremos
unas líneas—
y algunas
otras
iniciativas
más, pero
todas ellas
consistían
en simples
barracas,
más o menos
engalanadas,
que eran
montadas,
desmontadas
y
transportadas
luego de un
lugar a otro
de la ciudad
con motivo
de una
fiesta
local. En
definitiva,
hasta 1907,
los cines
malagueños
se limitaban
a este tipo de construcciones;
sin embargo,
el teatro, por esta
época mejor
considerado
que el cine,
gozaba de varias salas estables: los teatros Principal,
Cervantes,
Lara y Vital
Aza.
|
|
|
|
|
Imágenes correspondientes a dos emplazamientos del Cine Pascualini. |
|
Cine
Pascualini
Como queda dicho en el
apartado
anterior, las
primeras
proyecciones
del
Cine
Pascualini
datan de 1900,
cuyo
propietario
era Emilio
Pascual
Marcos, de
ahí el
nombre de
‘Pascualini’
con que se
le conocía. Pascual
Marcos monta
una sala de
proyección
que, aunque
itinerante,
estaba mejor
acondicionada
que las
anteriores
para el fin
a que se iba
a destinar.
En los años
que van de
1900 a 1906,
el Cine
Pascualini
empezó su
periplo por
los barrios
de Málaga
asentándose
en el
pasillo de
Santo
Domingo (con
motivo de la feria del
Carmen),
de donde fue
trasladado al paseo
de Reding; en 1906,
pasa a la plaza
de Riego
(actual
plaza de la
Merced) y después a
la calle
Cerrojo, en el barrio
de la
Trinidad, donde permanece hasta que,
en 1907, se
instala
definitivamente
en la
alameda de
Carlos Haës
(actual
calle
Córdoba), en
el mismo
solar en que
hoy se
levanta el
Teatro
Alameda. En este
sitio verá
su final un
2 de enero
de 1937,
cuando es
destruido
por una
bomba
durante la
Guerra
Civil. Probablemente
el objetivo
de la bomba no era el cine, sino la sede del Banco
de España, que estaba
justo al
lado del
cine.
Durante los
años que
estuvo
abierto, el
Cine
Pascualini
fue el único
que dio
únicamente
pases de
películas, a
diferencia
de otras
salas que,
además de
cine,
ofertaba
también
obras
teatrales,
zarzuelas,
actuaciones
de circo,
variedades...
|
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|
|
Cine Petit Palais, luego llamado Alkázar. |
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|
El Salón Cinematográfico de la calle de Larios
Las
obras de
remodelado
y
modernización
de la
calle
Marqués
de
Larios
se
iniciaron
el 15 de
mayo de
1887 y
su
inauguración
como vía
pública
abierta
al uso
peatonal
y al
tráfico
rodado
tiene
lugar el
27 de
agosto
de 1891.
La
apertura
en
Málaga
de una
nueva
calle
tan
céntrica
como
moderna
había
propiciado
la
instalación
en ella
de
hoteles,
cafeterías
y toda
clase de
establecimientos,
hasta el
punto de
que, en
pocos
años,
había
logrado
imponerse
como la
vía más
importante
de la
ciudad y
el
centro
de todos
los
acontecimientos
sociales
y
populares
de
Málaga.
Solamente
faltaba
en ella
un
cine.
Y así,
en enero
de 1906,
el
empresario
Pablo
Soriano
solicita
del
Gobierno
Civil
autorización
para
poder
exhibir
al
público
un
cinematógrafo
en la
planta
baja del
inmueble
número 9
de la
calle
del
Marqués
de
Larios
(no en
el 11,
como, por
error, aparece en el
expediente
de
apertura,
ya que
no
existía
tal
número
en esta
calle),
junto a
la
peluquería
Porras y
el Café
de Viena
(en la
actualidad,
ambos
negocios
han
desaparecido).
En los
pisos
altos de
dicho edificio número
9,
estaba
el Nuevo
Hotel
Victoria,
justo en
el mismo
sitio en
donde
una
década
antes se
habían
celebrado
las
primeras
proyecciones de
imágenes
animadas en
Málaga.
Concedida
la
autorización,
en el
censo de
1906
aparece
ya el
Salón
Cinematógrafo
como
sala de
proyección
cinematográfica,
aunque,
en los
años que
siguen a
esta
fecha,
deja de
darse
constancia
de este
empadronamiento,
lo que
lo que
hace
suponer
que el
emplazamiento
de ese
cine en
tal
sitio
duró
solo un
año o
poco
más.
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Cine Moderno. |
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|
El Cine Ideal y el Salón Novedades
Salvo los casos ya referidos, y hasta
1907, las
salas que
había en
Málaga dedicadas a
la
proyección
de
películas
consistían en
simples
barracas
que eran transportadas
de un lugar
a otro de la
ciudad, con
motivo de la
celebración
de las
fiestas de
alguna
barriada. A
medida que
empieza a
desarrollarse
la
industria
cinematográfica
y va
creciendo el
número de
aficionados a esta nueva manifestación de la estética,
las salas
estables y
los cines
propiamente
dichos
inician un
proceso de
notable
desarrollo.
Uno de los
primeros
cines fue el
Cinematógrafo
Ideal, que
estaba
situado en
el edificio número 14
de la
antigua
plaza de los
Moros, en
unos
almacenes
vacíos de la
planta baja;
eran sus
propietarios
los hermanos
Vicente y
Plácido
Gómez de
Cádiz y
Gómez, y
permaneció
abierto
desde 1902
hasta 1918.
A esa época
corresponde
también el Salón
Novedades, que se
encontraba
en el Paseo
de Heredia,
al lado del Teatro Vital
Aza. Desde el
momento de
su inauguración, a finales de
1908, hasta mediados de
1912, la empresa propietaria hubo de
hacer frente
a los
problemas
derivados de
la denuncia
que presentó
contra el cine la Junta
Portuaria por estar
ocupando
parte del
suelo del
puerto.
Su
publicidad
decía
“catedral de
las
variedades”,
ya que
alternaba la
programación
de películas con la
representación
de
variedades. El Novedades
estuvo
abierto
hasta 1919.
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Teatro Principal. |
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|
El cine
Petit Palais
estaba
situado en
el número 10
de la calle
Liborio
García,
justo donde
hoy se
encuentran
los
conocidos
almacenes
Zara. Esta
sala había
sido
inaugurada
con ese
nombre
francés tan
sugestivo el
15 de agosto
de 1914,
pero 1938,
después de
la toma de
Málaga por
las tropas
nacionales,
una protesta
presentada
por los
soldados
alemanes
ante el
dueño, Luis
Pérez Arocena,
obliga
a cambiar
el nombre de
la sala por
el de
Cine Alkázar.
Este cine
estuvo
proyectando
exclusivamente
películas
hasta el año
1945, a
partir del
cual,
reformado
convenientemente,
empieza a
alternar las
proyecciones
cinematográficas
con
representaciones
teatrales,
y, aunque el
éxito del
teatro era
mayor que el
que
alcanzaba
con las
películas,
continuó con
ambas
actividades
hasta su
cierre
definitivo
en 1965.
|
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|
Teatro Cervantes. (Imagen actual.) |
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|
Otras salas primitivas. El Cine Moderno
Los comienzos
del nuevo siglo son testigos
de la
aparición de una
serie de
salones,
teatros o
cafés
cantantes
que alternan su
actividad
habitual con
la
proyección
de películas.
Así, por una guía
de
espectáculos
de 1902,
sabemos de la
existencia
de algunas
salas de
proyección
cinematográfica
cuyos
nombres
permanecen
ya en la
memoria
histórica de
las
hemerotecas,
como es el
caso del
Salón
Victoria,
que estuvo
situado en
calle
Liborio
García; el
Salón
Moderno,
establecido
en la casa
número 2 de
la calle Casapalma,
cuyo
edificio
había sido
anteriormente
casa de
Correos, y
el Nuevo
Victoria,
que se
hallaba en
el Muelle de
Heredia.
De
principios
de la
segunda
década del
siglo XX
data el Cine
Moderno, que
estaba
situado en
la calle Don
Juan de
Austria y
cuya
inauguración
tiene lugar
en 1913.
Desde la
apertura, su
actividad
recreativa
abarcaba
alternativamente
la
cinematografía
y los
espectáculos
de
variedades.
Pero en
1920, la
escasa
asistencia
de público
obliga a su
cierre y el
local es
ocupado por
un garaje
para el
arreglo de
automóviles.
En 1925 abre
de nuevo sus
puertas como
sala de
espectáculos
ofertando
variedades
en
exclusividad,
pero, el 11
de octubre
de 1929, un
incendio
fortuito
reduce la
sala a sus
cuatro
paredes.
Reparados
los daños,
la empresa
abre otra
vez sus
puertas el 7
de mayo de
1930
como sala dedicada al
cine, y, en
1935, se
fusiona con
las empresas
titulares
del Cine
Echegaray y
Málaga
Cinema,
constituyendo
una cadena
que
perdurará
hasta 1940.
En 1950, la
sala es
reformada y
modernizada.
El último
día del mes
de diciembre
de 1968,
el Cine
Moderno
cierra sus
puertas
definitivamente.
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|
Cien Albéniz. (Imagen actual.) |
|
|
Los teatros de Málaga. El Teatro Cervantes
Desde el
comienzo del
siglo XX, Málaga
contaba ya con cuatro
teatros
estables: Principal,
Cervantes,
Lara y Vital
Aza, todos dedicados
exclusivamente a representaciones
teatrales y
otros
espectáculos similares. Era
aquella una
época en la que el cine se
consideraba todavía una afición poco seria, trivial y más bien de carácter
popular.
El Teatro
Principal se
encontraba
en la actual
calle Plaza
del Teatro y había sido
construido a
finales del
siglo XVIII.
El estilo de
esta sala
era sobrio,
con fachada
de dos
pisos, cada una con siete
ventanas
rectangulares. Su
inauguración
tuvo lugar
el 12 de
noviembre de
1793 y, de
existir
actualmente,
sería la
sala de
espectáculos
mas antigua
de Málaga.
Como le
aconteció a
otras salas
de teatro,
en 1916
cambia el
nombre por
el de Cinema
Concert y se
dedica a la
proyección
de
películas.
Luego,
vuelve a ser
llamado
Teatro
Principal,
hasta que
cierra
definitivamente en
1968.
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|
Cine Victoria. |
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El Teatro
Cervantes,
ubicado
en la
actualmente
llamada calle
Ramos Marín,
tiene su
origen en un
solar
adyacente al edificio de la
iglesia y
convento de
Nuestra
Señora de la
Merced, en
la
actualmente
llamada
plaza de la
Merced,
en donde, a
comienzos
del verano
de 1860, se levanta una
estructura
sin techo
para la
representación
de escenas
circenses a
la que se da
el nombre de
Circo de la Merced.
En 1862,
esta
construcción
es cubierta con
un techo y dedicada a la representación
de obras
teatrales con la denominación
de Príncipe
Alfonso,
en honor del
futuro
Alfonso XII. La
nueva sala
de teatro es inaugurada en octubre de
ese mismo año con motivo
de la visita
a Málaga de
la reina
Isabel II.
Tras la
revolución de
1868,
conocida
como “La
Gloriosa”, la sala pasa a llamarse
Teatro de la
Libertad,
en cuyas
dependencias,
unos años
más tarde,
se declara
un incendio
que
destruye
toda la
edificación.
La pérdida
de un
edificio tan
significativo
para la
ciudad
motivó que
un grupo de
personas
vinculadas a
la burguesía
malagueña,
de acuerdo
con otras
muy ligadas
al arte y la
cultura de
la capital,
constituyesen
una
asociación
con el fin
de aunar
esfuerzos
tendentes a
dotar a
Málaga de un
nuevo
espacio
teatral en
el que dar
cabida a las
diferentes
manifestaciones
escénicas
que
empezaban a
proliferar
al socaire
del auge
económico,
turístico y
cultural que
estaba
experimentando
la urbe.
La
asociación
encarga la
ejecución
del edificio
al
arquitecto
municipal
Gerónimo
Cuervo,
quien, a su
vez,
requiere la
colaboración
de los
pintores
Bernardo
Ferrándiz,
valenciano
afincado en
Málaga, y
del
malagueño
Muñoz
Degrain. Las
obras se
inician en
abril de
1870 y
acaban en
noviembre de
ese mismo
año. El 17
de diciembre
tiene lugar
la
inauguración,
con la
interpretación
de la
obertura de
la ópera
Guillermo
Tell, de
Gioachino
Rossini.
A partir de
esos
momentos, el
edificio va
a ser
testigo de
todo tipo de
espectáculos:
ópera,
zarzuela,
teatro y
actuaciones
de primeras
figuras de
la lírica,
la copla y
el baile. Y
como los
otros
teatros y
cines de la
época, su
sala dará
también
alojamiento
a mítines y
otros actos
políticos de
todas las
ideologías.
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Cine Duque. |
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|
A unos
primeros
años de
brillantez
artística y
de optimista
rentabilidad
suceden
temporadas
de escasos o
nulos
beneficios,
lo que
induce a la
empresa
propietaria
a reforzar
la
programación,
a partir de
mayo de
1903, con la
instalación
de un
proyector
cinematográfico,
un negocio
que se
adivinaba ya
prometedor.
Será en 1915
cuando el
Teatro
Cervantes va
a romper con
sus
representaciones
tradiciones
y, tras
someter la
sala a las
correspondientes
reformas de
adecuación,
convierte la
proyección
de películas
en la
actividad
exclusiva de
la sala. Un
año más
tarde, en
1916, el
Teatro
Principal
hará lo
propio.
Con el paso
de los años,
la
rentabilidad
en concepto
de sala de
proyección
cinematográfica
se hace
insostenible
y el
Cervantes
cierra sus
puertas.
Abandonada
la sala a su
suerte, un
cada vez
mayor
desinterés
por el
edificio y
el
consiguiente
olvido de la
conservación
de sus
dependencias
lo reducen a
un estado
lamentablemente
ruinoso. Con
intención de
darle alguna
utilidad, en
1950 se
determina la
habilitación
de un bar y
una cabina
para retomar
las
proyecciones
cinematográficas,
con
resultados
poco
satisfactorios.
En 1984, el
Ayuntamiento
de Málaga
adquiere la
propiedad
del Teatro
Cervantes y
financia las
obras de su
rehabilitación
y mejora, a
cuyo efecto
cuenta con
la ayuda de
subvenciones
del
Ministerio
de Obras
Públicas y
Urbanismo,
el
Ministerio
de Cultura y
la
Consejería
de Obras
Públicas y
Transportes
de la Junta
de
Andalucía.
El nuevo
teatro es
inaugurado
por la reina
Doña Sofía
el 6 de
abril de
1987 con un
concierto de
la Orquesta
Sinfónica
Ciudad de
Málaga.
El 6 de
abril del
pasado 2014
se
cumplieron
27 años de
la
reapertura
de un
renovado
Teatro
Cervantes
como espacio
escénico
municipal.
Más de un
cuarto de
siglo de
sinfonías,
dramas
clásicos,
comedias,
óperas,
ballets,
conciertos
de jazz,
flamenco,
rock,
musicales y
galas de
todo tipo
son
testimonio
fiel del
glamur
esplendor de
que hoy goza
el ‘Primer
Coliseo’ de
Málaga.
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Cine Goya
(Fachada antigua).
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El Cine Albéniz
Es difícil
indagar en
la historia
de las
antiguas
salas
cinematográficas
de Málaga ya
que casi
todos los
locales han
desaparecido,
o han sido
reformados y
cambiados de
nombre. De
éstos, sólo
uno sigue
abierto al
público en
la
actualidad:
el cine
Albéniz.
Convertido
hoy en una
multisala,
el cine
Albéniz se
halla
situado en
la calle
Alcazabilla,
entre las de
Pozo del Rey
y Cilla. Sus
primeros
propietarios
fueron
Carlos Amigo
Barberá y
Alejandro
Díez
Fuentes,
quienes, el
1 de agosto
de 1945,
solicitaban
la licencia
de apertura
para el
local, así
como para el
bar
instalado en
su interior.
Su aforo, en
sus inicios,
era de 576
butacas de
patio, 323
butacas de
anfiteatro y
6 palcos con
4 butacas
cada uno. La
inauguración
del local
tuvo lugar
el 5 de
septiembre
de 1945, con
la compañía
de opereta
de Manuel
Tamayo, en
la que
Maruja Tomás
interpretó
la obra
Luna de miel
en El Cairo.
El 3 de
octubre
proyectó el
filme
Enamorados,
con
Jeannette
MacDonald y
Nelson Eddy.
A partir de
entonces,
utilizó el
sistema de
alternar la
proyección
de filmes
con
espectáculos
de
variedades,
zarzuelas y
actuaciones
personales.
Pese a ser
un local de
estreno, la
asistencia
de público
no fue muy
numerosa en
un
principio,
ya que el
cine no
estaba en el
centro y los
alrededores
se
encontraban
aún sin
pavimentar,
pero, más
tarde, la
afluencia
aumentó
considerablemente.
Este local
ha conocido
varias
reformas,
sobre todo
en la
pantalla,
los adornos,
la butaca,
la cabina,
etc. Sin
embargo, el
exterior
permanece
igual desde
su
inauguración.
Para
adaptarse a
los tiempos,
a mediados
de los
noventa fue
remodelado
el interior
y convertido
en un
multicine
con cuatro
salas, una
de las
cuales acoge
diariamente
las
proyecciones
de la
Cinemateca
Municipal.
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Cine Astoria. |
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Otras salas cinematográficas: Los cines Goya y Echegaray
Lo del cine
Albéniz ha
sido la
excepción;
todos los
demás, tanto
los de sala
como los de
terraza, no
han corrido
la misma
suerte. Así
ha ocurrido
con el cine
Victoria,
del que
sabemos que,
el 5 de
febrero de
1913,
Antonio
Cueto López
solicitaba
permiso para
construir un
cinematógrafo
en número de
18 de la
plaza de la
Merced; en
un
principio,
el cine se
llamó Salón
Victoria
Eugenia, y
se inauguro
el 14 de
octubre de
1913 con la
película
La Biblia.
El Cine Goya
fue
inaugurado
el 6 de
diciembre de
1923, en
unos
momentos de
expansión
continuada
de las salas
de cine en
Málaga, y,
desde sus
inicios,
tuvo dos
entradas,
una por la
plaza de
Uncibay y
otra por la
calle
Calderería.
Esta sala
nunca
programó
espectáculos
teatrales ni
actuaciones
personales:
fue siempre
un cine y,
como tal,
sólo
proyectó
películas.
El Goya fue
uno de los
cines de
estreno que
gozó de más
popularidad
entre los
malagueños y
siempre
estuvo a la
cabeza en la
incorporación
de las
innovaciones
tecnológicas
relacionadas
con la
proyección
cinematográfica.
Así, fue el primero de
Málaga (y
uno de los
primeros de
España) en
instalar el
sistema
sonoro (esto
ocurrió un 3 de
septiembre
de 1930) con
el estreno
de la
película
Río Rita,
musical
romántico
ambientado
en el Oeste
americano,
rodado en
blanco y
negro y
producido en
1929 por RKO
Radio
Pictures,
con las
canciones en
su inglés
originario.
Tiene
también en
gala haber
sido el
primer cine
en Málaga en
proyectar
una película
cantada y
hablada en
español,
El precio de
un beso,
un drama
romántico de
1930, en
blanco y
negro,
producido
por Fox Film
Co. e
interpretada
por José
Mogica, Mona
Maris y
Antonio
Moreno, en
sus primeros
papeles.
Otra de las
innovaciones
que cabe
reconocerle
es haber
sido una
sala
pionera,
junto al
Echegaray,
en la
instalación
de aire
acondicionado
en su sala
en 1935.
Pero lo
verdaderamente
grandioso de
este local
es haber
sido el
primero en
programar
sesiones
matinales
los domingos
y días
festivos.
El Cine Goya
cerró sus
puertas en
abril de
1970. En su
emplazamiento
se organizó
un
multicentro
comercial,
las Galerías
Goya, que,
aunque tiene
abiertas hoy
varias
plazas
comerciales,
no ha tenido
mucha
aceptación.
El cine
Echegaray
(sito en la
calle
Echegaray)
ya no está
operativo,
y, aunque
todavía se
conserva, la
estructura
del edificio
está muy
deteriorada,
y el Plus
Ultra (Llano
de la
Trinidad) y
el Capitol
(calle
Mármoles)
fueron
reconstruidos
y
reinaugurados
con los
nuevos
nombres de
Emperador y
Palacio del
Cine,
respectivamente,
aunque
posteriormente
fueron
demolidos
definitivamente
y levantados
sendos
edificios
para
viviendas u
oficinas en
el mismo
solar.
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Málaga Cinema. |
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Epílogo: Cines para el recuerdo
Para
concluir,
cabe decir
que, a mediados
del siglo XX, nada más que
en la zona
centro de la
capital
malagueña
llegó a
haber hasta
trece cines
abiertos,
con
temáticas
distintas y
públicos
dispares. A
partir de la
década de
los 60, se inicia un
proceso de
cierres
destacados y, a finales de
los 70, se impone la
moda de los
multicines,
con la
apertura del
Aleixandre I
y II,
América
Multicines y
otros más.
Hoy, muchos
años
después,
sólo
sobreviven
las trece
salas con
las que
cuentan los
multicines
del centro
comercial
Vialia, en la calle Explanada de
la Estación, y las
del ya clásico
Cine Albéniz,
en calle
Alcazabilla.
La última
‘víctima’
fue el
Cine Larios, cuyas salas
estaban ubicadas en
Larios Centro, entre plaza
de la
Solidaridad
y avenida de
la Aurora, que echó el
cierre ante
las
dificultades
económicas
para
sobrevivir.
Entre los ya
desaparecidos, la nostalgia
nos lleva a evocar
cines
con nombres
tan
entrañables
como Málaga
Cinema
(plaza Uncibay),
Andalucía
(calle de la
Victoria), Español
(Miraflores
de El Palo),
Plus Ultra
(Llano de
Doña
Trinidad), Olimpia
(barrio de
Ciudad
Jardín,
cerca de
Mangas
Verdes), Gran
Olimpia (calle
Córdoba), Astoria (plaza de
la Merced), Royal (calle Armengual de
la Mota), Atlántida
(calle
Refino), Carranque
(plaza de
Pío XII, en
el barrio
del mismo
nombre), Los
Rosales
(calle
Martínez de
la Rosa), Rialto
(calle Conde
de Aranda), París (Cruz
de
Humilladero),
Avenida, Cayri (ambos
en calle
Mármoles), Capitol
(entre las
calles
Mármoles y
Armengual de
la Mota), Regio (calle
Héroe de Sostoa),
Moderno
(calle
Sevilla),
Tívoli
(avenida de
Ortega y
Gasset),
Zaila
(Camino
Nuevo), Excelsior
(calle
Cristo de la
Epidemia), Lafuente
(alameda
Capuchinos),
Duque (calle Duque de
Rivas, barrida El
Molinillo),
Monumental
(barrio de
Ciudad
Jardín),
Portada Alta
(barriada del mismo
nombre y
muchos
otros,
también
demolidos y
transformados
en bloques
de
viviendas.
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Cine París. |
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